Agronomla colomb/ana, f 995, VollJmen XII No.1; pig 102· f 13 LOS PLAGUICIDAS UTILIZADOS EN LOS lIlTIMOS CUARENTA Y CINCO ANOS EN COLOMBIA Gilberta Herrera Rojas '.Henry Polanco Rodrlguer Resulta oportuno y necesario hacer aportes al ba- lance de casi medio siglo de Implementaci6n de la tecnologia de la revoluci6n verde en la agricultura cotombiana, cuando esta promediando la ultima decada de este siglo y cuando sa vislumbra nue- vas propuestas tecnol6glcas para la agricultura y todos padecemos un deterioro acelerado y drama- tieo de los recursos naturales. La intenci6n de este articulo es contribuir a la eva- luaci6n y al analisis de la dinamica de los principa- les cullivos y por ende de la utilizaci6n de plaguici- das en nuestra agricultura, desde los anos cincuenta. Para realizar el analisis de la evoluci6n de los cui- tivos comerciales y la consiguienle ulilizacl6n de insumos agricolas, entre los cuales se deslacan los plaguicidas, es conveniente elaborar una rese- Iia aeorde eon los cambios mas importantes que se han presentado desde 1950 en la eeonomia en ge- neral y, en el sector agricola en particular. Tal re- euento se ajusta en funci6n de la disponibilidad de la informaci6n. Periodo desde 1950 hasta 1967 EI marco externo estaba earacterizado por la erea- ci6n de organismos multilaterales para darle via a una nueva divisi6n internacional del trabajo. al ago- tamiento del populismo como teoria de desarrollo para America latina y al declive de la induslrializa- ci6n par sustituci6n de importaciones; la iniciaci6n de la ayuda alimenlaria como afecto de la subila terminacion de la guerra de Corea y de los exee- dentes agricolas que generaba la revoluci6n ver· de, sa disemin6 rapidamente. Profesor Asociado. Departamento de Desarrollo Rurat. Facullad de Agronom'la Universidad Nac;onal de Colombia, Sanlale de 80gOI<\. D.C., Colombia. SA. ProJesor Asociado, Departamento de Desarrollo Aural. Facultad de Agronomia Universidad Nacional de Colombia. Sanlale de BogOI~, D.C .• Colombia. 102 EI nivel interne estaba caracterizado par la inesta- bilidad macroeconomica, la vigencia de la sustitu- ci6n de importaciones, el autoabastecimiento inter- no, la exportati6n de los excedentes e importaci6n de los deficits. Fue un periodo muy dinamico en migraciones intemas, conflictos por la tierra y par el poder, asl como en la modernizaci6n de la agri· cultura, EI sector agricola creci6 a un ritmo del 2,97°/Q. mientras los exportables agricolas 10 hicieron a una tasa del 7, 16%. En este lapso se present6 el des- pegue del algodon y las exportaciones de arroz y azticar. Fue un perlodo de altos precios agricolas reales. espec1almente entre 1956 y 1958, En 1963 comenzo la formulacl6n de plaguicidas en Colombia y la organizaci6n del servicio de la asis- tencia lecnica particular, autorizado en 1964 y re~ glamentado con el Decreto 219 de 1966. Con anterioridad a estas fechas, tanto los particu- lares. como los asistentes teenicos, utitizaban los agroquimicos segun su leal saber y enlender, sin consideraeiones 0 normas y mueho menos de las implicaciones de mediano y largo plazo sobre los ecosistemas. En esle primer periodo la producci6n agricola y las areas sembradas en algunos cultivos sa pueden resumir as1: Sin contar el cafe. el area sembrada en los 17 cui- livos principales, creci6 desda 1.926.000 Ha. hasta 2.667.000 Ha., destacandose la dinamiea desde 1958, una vez pacificado el pais y en vigencia el Frente Nacional, cuyos lideres propusieron un de- sarrollo acelerado de la agricultura, intensificando las propuestas de la Revoluci6n Verde. La mecani- zaci6n con equipos nuevos que comenzaron a lIe- gar al pais despues de la Segunda Guerra Mundial se intensifica entre los anos 1954, 1955 Y 1956. En esos 16 anos. el consumo y utilizacion de pia- guicidas de uso agricola se cenlraron en inseclidas derivados del DDT y mezclas con organofosfora- dos, de amptio espectro yalta residualidad, Estos ullimos, de efectos fulminantes y inhibidores de la eoHneste rasa. Par esta consideraci6n. mas recientemente, los universitarios han percibido al cambio de modelo como un proceso a trav6s del cual ir creando las nuevas tecnologlas. dentro de parametros de sos- tenibilidad an el cual sa incluye la sostenibilidad econ6mica. Es decir, se concibe que para que la agricultura sea sostenible, debe ser rentable y compatible con sistemas culturales, politicos y so- ciales da la poblaci6n . Esta noci6n es respetuosa de las practicas habituales del agricultor y busea crear form as que vayan reemplazando aquellas que daterioran el ambienta. las definiciones mas recientes de agricultura sos- tanible toman en cuenta estas consideraciones. Por ejemplo la definici6n adoptada por la FAO dice: "Agricultura sustentable as eJ manejo y conserva- ci6n de los recursos naturales y la orientaci6n de cambios tecnol6gicos s institucionales de manera de asegurar la satisfacci6n de las necesidades hu- 21 Food and Agriculture Organization. Oeclaraci6n de Den Bosch. 1992 manas de forma continuada para la presents y fu- turas generaciones. Tal desarrollo sustentable conseNa el suelo, al agua. y recursos gen~ticos animales y vegetales; no degrada al medio am- biente; es tecnicamonte apropiado, acon6mica- mente viable y socialmente aceptable 21 • Los nuevos enfoques del plan de estudios en las univorsidades ofrecen diferentes posibilidades pa- ra avanzar en el estudio de la agricultura dentro de las orientaciones de la agricultura sosteniblo. Estas tendencias sa relieren a la definici6n de un objeto de estudio integral (Nucleo basico). a m~todos que subrayan el trabajo acad6mico fundamsntado en 01 trabajo del estudiante. a mayores oportunidades de escogencia para el estudiante (flexibilidad), a introducir al estudiante a una cultura especializada y a la comprensi6n de la cultura general y a darle un mayor peso al programa extracurricular. 101 EI DDT Y sus derivados eran de amplio uso en la agricultura, la ganaderla yen el control de la mala- ria. Prncticamente, se usaba en todos los cultivos. Tambilm, fueron de amplia utiJizaci6n y en eleva- das dosis par hectarea, los arsenicales, can impli- caciones de contaminaci6n del suelo y aguas par metales pesados, la cual no tue considerada en su apoca. Para enlonces, la apticaci6n de herbicidas a base de fenoxiacidos. aminas, esteres y sus mezclas conslituyen poderosos instrumentos para la am- pliaci6n de la frontera agricola y para el auge de los cultivos limpios mecar.izados. Sus eteelos residua- les sobre los ecosistemas son aun desconocidos. Un potenta agente cancerigeno,la dioxina, se des- eubre mas tarde en eI2-4-0 y 2-4-5-T, como con- taminante del produclO. Durante este perlodo y el siguiente, el propanil. de amplia utilizaci6n en el cultivo del arroz. era efidente en el control de las malezas gramineas. Este producto, en contacle con el suelo, se puede lransformar en cloroanilinas estables can potencia- lidad de efeetos teratogenicos, mutagenicos y can- cerigenos, cuando pudieran lIegar a ser absorbi- dos por seres vivos, pero en Colombia no existen estudios que demuestren alguna peligrosidad. Al- gunos de estos herbicidas son de largo efecto re- sidual, no se degradan y es posible que eSlen pre- sentes en suelos, aguas, plantas y tejidos animales, Los fungicidas ulilizados en todo esle periodo se basaban en Maneb, Zineb y MancQzeb, aunque se seguia usando el oxicloruro de cobre y el caldo bor- doles. AI hacer una comparaci6n entre 1950 y 1967 se comprueba que la utilizaci6n de plaguicidas crece rapidamente, tanto por la e)(pansi6n del area sem- brada, como par la importancia que adquieren al- gunos problemas de sanidad vegetal, como la 50- gata (Sagala orizico/a) en el arroz, el Heliothis He/iolhis (Chlofiiiiiej'Virescens (Fabric8u.s) y el pi- cudo (Anlonomus grandis Boheman) en el algo- d6n, et gusano blanco de la papa (Prennolripex vo- rax Hus/ache) , los afidos y loritos (Empoasca sp.) en los eereales y los barrenadores en platano y ba- nano (Metamasius sp.). EI cuadro 1 ilustra esa situaci6n. Alii se muestra el totat de heclareas sembradas de cada cultivo du- rante todo el periodo. Para el caso de los cultivos permanentes, aunque se trala de la misma area del ano anterior, se asu- mi6 que son superficies adicionales, por cuanto, para efectos de aplicaci6n de plaguicidas, es valida esle planteamienlo. Este cuadro se elabor6 sumando el total de hecta- reas sembradas durante el periodo, para cada cut- livo y se asumi6 una aplicaci6n tipica de plaguici- das para la epoca, en las dosis que se consideraban normales. Cuadro 1. Utilizaci6n aproximada de los principales plaguicidas en cullivos comerciales en Colombia, entre 1950 y 1967. Cultlvo Area total Producto Oosls/Ha. No,apllcJ Total miles Kg. miles Ha KII.AJHa. cultlvo I.AJ(1) perlodo Arroz 4.047 Org/clor 0,5 2,023,5 Arroz 4.047 orglfosI 0,3·0,5 -1,618,8 Arr02 4.047 Mezclas Toxaf (40%) 0.5-2,0 2 + DDT (20%) Arroz 4.047 Carbamatos 1,709,9 Arroz 4.047 2-4-0 0,5-1,0 2,023,5 Anoz 4,047 2-4-5·T 0.5-1,0 3,035,25 Arroz 4.047 Propanil 1,5 3,035,25 Arroz 4.047 Ditiocarb 4 3 6,070,5 Algod6n 1.948 org/c lor 0,5 16,188,0 AlgodOn 1.948 Orgllos! 0,5 981.0 Algod6n 1.948 Org/losf 1,0-1,5 6 3,378,5 103 Contlnu8cl6n Cuadra 1. Cultlvo Area total Produeto DoslsIHa. No. aplleJ Total miles Kg. mll•• Ha KJI.AJHa. eultlvo I.AJ(1) perfodo AIg0d6n 1.948 MezclasTox 3.569.2 (40%)+DDT (20%) A\g0d6n 1.948 Ars. Pb. 4.5 8,766,0 Algod6n 1.948 Carbamato 1.0 1,948.0 Cebada 1.948 TrellAn 0.5·1,0 1.461,0 Cebada 966 2-4·0 0,5-1,0 724,5 Cebada 966 Orl)'elor 1,0 966,0 Cebada 966 Orglfosf 0.5 483,0 Cebada 966 Mezelas Tax (40%)+ 2,0 772.8 DDT (20%) Cana/A 1.112 Alrazina 1,0-2,0 1.668,0 Cai'la/A 1.112 Org/c1or 0.5 2 1,112,0 Cai'la/A 1.112 Orgllost 0.3-0,5 556.0 CanaJA 1.112 Mezclas Tox (40%)+ 1,5-2.0 889,6 DDT (20%) Banana 906 2-4-0 0,5-1,0 675,0 Banana 906 Org/clor 1.0-2,0 2,718,0 Banano 906 Org/c1or D,S 556,0 Banano 906 Diliocarb 2,0 1,812.0 Sorgo 229 Org/clor 0,5 114,5 Sorgo 229 Org/losf D,S 114,5 Sorgo 229 Mezclas Tax (40%)+ 91.6 OTI(20%) Sorgo 229 Carbamalos 1,0 229,5 Sorgo 229 Atrazina 1,0 343,5 Papa 1.896 Org/clor 1,0-1,5 3,792,0 Papa 1.896 Org/fosf 0,5 998.0 Papa 1.B96 Carbamatos 2,0 3,792,0 Papa 1.896 Maneb 0,5 2 1,896,0 Papa 1.896 Mancozeb 2,0 3.792,0 Maiz 15.892 Org/clot 1.0 0.2 3,178,4 Maiz 15.892 Qrg/fosf 0,1 0.1 794,6 Maiz 15.892 Carbamalos 1.0 0,1 1.589.2 Maiz 15.692 Atrazina 2.0 0.1 3.176,4 Fuente: Kalmanovitz (4) ICA(1969) Cl1lculos ptopios 104 (1) Ingredients activo Cuadro 3. Dinamica de algunos cultivos duran- te at periodo 1950 -1967 Tolal 82.437.260 Promedio I ai'l 4.579.850 Cuadro 2. Consumo de algunos plaguicidas durante el periodo 1950-1967 en algunos cullivos comerciales en Colombia Periodo 1968 a 1980-82 La economia mundial tuvo una fuerte expansi6n entre 1965 y 1973. En Colombia se present6 un proceso de revaluaci6n permanente de la moneda y de consolidaci6n de las exportaciones. EI modelo de sustituci6n de importaciones sa ago- ta y se abre el camino para la promoci6n de expor- taciones, a la par de un nipido crecimienlo de la actividad econ6mica y de la deuda extema. La cri- sis mundial del petr6leo. que se inicia en 1973, co- mienza a frenar el mercado mundial, a encarecer los combustibles y las materias primas para la in- dustria de agroquimicos. 10 cual se reflej6 en el al- za de los precios de los insumos de la revoluci6n verde, que, paralelamente. comenz6 a mostrar sus I'Imites, en la segunda mitad de los setenlas. Esla siluaci6n coincidi6 con la bonanza cafetera y con el auge de los cultivos de plantas alucin6ge- nas, que generaron inflaci6n generalizada y afect6 los precios reales que recibieron los productores. Aun asi. las exportaciones de flores y banana au- mentaron rapidamente y en general, las exporta- ciones agropecuarias crecieron a una tasa del 4,3%. Para finales de esle periodo, los paises desarrolla- dos iniciaron fuertes procesos proteccionistas que deterioraron las exportaciones colombianas. Un importante cambio lecnol6gico. que implicaria un rapido crecimiento de la demanda de fertilizan- tes y fungicides, fue la introducci6n, a mediados de los anos satentas, de la variedad de cafe "caturrs" (Coffea arabiga. var. caturra) en reemplazo de la ~tipica" y ~Borb6n". EI balance del trabajo de generaci6n y lransferen- cia de tecnologias agricolas a trav6s deiICA. de los institutos y agremiacionas de productores em- presariales, desde 1968, es el siguiente: En 1968 ellCA sufri6 una reestructuraci6n yabsor- bi61as funciones que. hasta entonees, realizaba el Ins~itulo de Fomenlo Algodonero. Se cambi6 el es- quema deilFA, que entonces, se esforz6 en el de- sarrollo de nuevas variedades mas rendidoras en fibra y de producci6n de semma, perc que eran mas exigentes en insumos tecnol6gicos y en la modernizaci6n del cultivo del algOO6n. En arroz, e1 leA enlreg6 a los productores siete variedades de- sarrolladas segun el modele de 18 revoluci6n ver- de, que incremenlaron considerablemente los ren- La evoluci6n de los mismos cullivos en este perio- do puede observarse en el cuadro 3. Area Area Producci6nOOOTM miles de miles de Ha. Ha. 1950 1967 1950 1967 33 260 241 565 37 141 44 60 50 105 45 65 1515 3737 . 40 58 374 581 14 25 10 33 74 109 536 860 686 30 500 818 1926 2667 Arroz Banaoo Sorgo· Papa Malz Total Cultivos AIg0d6n Cebada Cai'\a1A 2-4-D 4.435.250 2-4·5·T 3.035.250 Arsenialo de ptomo 8.766.000 Propanil 6.070.000 Triflurarina 1.948.000 Atrazina 5.189.900 Mancosetrditiolanbanalez 20.792.000 Producto Totat Kg. I.A. (1) per(odo Organo clorados y DDT 19.570.700 Organa fosforados 8.048.480 Carbamatos 9.581.700 De esfa manera fue posible calcular el total de pia- guicidas apticados y un promedio anual por grupo, durante todo el periodo, 10 que permite hacer algu- nas reflexiones sobre las posibles implicaciones ambientales de varios plaguicidas que hoy se con- sideran de escasa degradabilidad y de consider- able efecto sabre los ecosistemas. EI cuadro 2 muestra at calcul0 de uso de plaguicidas. 105 Cuadro 4. Area sembrada de 9 cultivos comerciales en Colombia y el total de los 17 principales durante el penodo de 1968 • 1982 (Ha.) Afto Arroz Algodn C8bada Caftll Banana Sorgo Papa Soya culilvo Ma(z 9 Total cultlvoa cultlvoa 629 1n5 3183 636 1770.9 1968 1969 1970 1971 1972 1973 1974 1975 1976 19n 1978 1979 1960 19B1 1982 2n 255 229 251 276 291 362 384 375 442 416 421 446 199 236 267 218 240- 250 314 248 325 411 150 186 117 221 5S 50 55 65 71 69 61 73 88 75 74 63 36 35 90 91 92 95 98 104 122 129 130 86 93 12 93 58 57 55 54 55 58 60 65 70 21 21 21 22 45 50 n 93 95 168 9a 176 160 221 206 231 291 140 123 138 130 125 120 130 135 145 130 142 151 142 160 165 45 50 n 93 95 168 98 176 160 71 78 44 28 944 970 915 865 850 830 810 815 820 786 616 614 1B48 2881 1887 3045 1915 3037 1870 2863 1903 2957 2050 3053 2067 3145 2216 3175 2260 3241 1327 292 1868 1750 Total Ha. 4425 :;437 815 1235 617 1911 2076 1183 11100 26798.9 30580 • En 1972 sa usaron 2400 TM de 6rganolCIorados =30,2% del total de insectidas. 6rganoslSulrurados-Car- bamatos = 69.8% Fuente: Morales Cartos (6) dimlentos y el uso de agroquimicos, agua y maqui- naria agricola. Hasta 1978 el ICA habia entregado 23 variedades de papa que hablan duplicado los rendimientos. Se desarrollaron variedades de maiz de alto rendj· mlento para cada piso termico. En palma africana de aceite, ellCA hiza importan- tes aportes en la introducci6n de variedades nUB- vas y en el diagn6stico y forma de control de la "marchitez sorpresiva" que, a finales del periodo anterior, estaba acabando las plantaciones. En soya y cacao tambien sa entregaron variedades de alto randimiento (1) Un resumen de la dinamica de los principales cui· tivos comerciales puede observarse en el cuadro 4, en el que se detallan nueva cultivos y el total de los 17 principales. 106 Algunos cultivos como el algod6n, casi igualan las ~reas sembradas en arroz y alcanza rendimientos promedios del 1.262 Kg/Ha., pero sa agudizan los problemas entomol6gicos, por la aplicaci6n irracio· nal de plaguicidas. Para mediados de la d~cada de los setentas se estancan los rendimientos y algu- nos problemas entomol6gicos S9 hacen inmaneja- bles por la irracionalidad en el uso de ptaguicidas. especialmente en algOO6n que lIeg6 a la etapa de desastre en 1977. En el Tolima, se alcanza a realizar hasta 34 aplica- ciones de insecticidas para el control del Heliothis. Lo anterior obliga a recordar y hacer apliear nor- mas de manejo integrado de plagas, can algun gra- do de exito en los aoos siguientes. Asi, en 1982, S9 esfuman las expectativas de ex- cedentes econ6micos y el area sembrada cae dra- maticamente. De acuerdo con 10 evaluado en 1975, en el cuadro 5, sa aprecian los altos volumanes de insecticidas, herblcidas y fungicides, cuye dincimlca refleje los eltos consumos de Insecticidas en algOO6n y de In- secticides y herblcidas en e1 cultivo de arroz. Cuadro S. Consumo de plaguieidas en Colom- bia durante 1968 - 1982 Afto Inaectlclda Herblclda Fungicide T.M. T.M. T.M. 1910 6.200 2.500 2.946 1971 8.853 2.914 3.810 1972 7.917 3.700 3.400 1973 9.409 3.625 5.619 1974 9.700 4.300 3.900 1975 7.519 4.553 4.479 1976 10.338 3.356 3.768 19n 15.223 3.532 4.901 1978 6.127 5.165 4.474 1919 4.138 4.880 3.909 1980 3.641 4.621 4.310 1981 3.159 4.599 4453 1982 2.838 5.203 4.818 Fuente: leA Subgerencia ProducclOn Agr'lcota, Subdivlsl6n Insumos Agr1colas Entre 1976-19n cay6la producci6n de alimentos y toda Is producci6n agropecuaria naclona!. En esos dos anos, especlalmente et ultimo, se asta- blecieron records en la demanda de insecticidas; tal Incremento puede tener causes multiples, paro Indudablamente, los problemas de resistencla de los insectos pesaron mucho e hicieron necesaria la salida del mercado de algunos insecticidas de am- plio espectro y residualided. A finales de la ~da de los afios satentas, ya fUeron evldentes y preocupantes los efectos del uso y aplleaei6n lndlscrlminada de plaguicidas pues, dasde carea de dosclentas aspecies plagas de Insectos y acaros que habian sido reportados en 1967, lIegaron a casl cuatrocientas, am~n dal sinnumaros de especies be~rlC8s que dasapare· cleron en al mlsmo periodo. La Incidancia del He· Ilothis an alg0d6n lIeg6, como sa mencion6 antes, at nlval de desastre. As\ comenz6 un dinamico proceso de introducci6n y salida de una variada gama de productos mAs especlflCOs qua trataban de neutralizer problemas de reslstencla. De 1978 en adelante, c.8y6 el consumo y utilizaei6n de plaguicidas. De 15.600 TM de plagulcidas ven- didos en 1977, la venta sa reduce hasta casi 3.000 Tm en los snos 1981-82. En asta dkada fua nota- ble la prescripci6n de los hidrocarboclorinados an casi todo el mundo y qua en Colombia, se dictaran las primeras disposiciones para su prohiblc16n, aunqua sa siguieron usando hasta casl termlnada dicha decada. En 10 referente a herbicidas. la mezcla del 24-0 y eI2-4-5-T fue prohibida an este periodo por 10 cual se dinamiz6 el mercado de otros productos sustitu· tos como diur6n, Unumn, prometrina, cotoran, y sus mezclas que sa hicieron muy populares en al- gOO6n. Tambien se popularizan el Stam en arroz, el Paraquat en el cafe y banano y otros cultivos permanentes. La intrOOucci6n al marcado del para- euat gener6 mucha polemica, especialment& cuan- do comenz6 a utilizarse para erradicar cultivos de plantas alucin6genas, por supuestos afaelos noci- vos sobre sualos, flora y fauna especielmente, por altos riesgos para las personas que 10 aplican. Sa han realizado algunos trabajos de investigact6n confirmando problemas de morbilidad en huma- . nos, perot aunQuB su residualidad en et sualo es muy larga, no sa conoee nada sobre su procaso de oogradaei6n. aunque es de suponer, se dieron a1- tas acumulaciones an los suelos, lechos de los rios, embalses y en el mar. EI ICA inicl6 trabajos de prueba de herbicides des- de 1964 y analiz6 alrededor de 25 herbicides para al manejo de las malezas en el a1god6n. entre los que S8 destacan trifuralln8, f1umetr6n. norea y mezclas de esta ultimo en al compuesto OSNMA. Para 1971 ya existian cerea de 30 herbicidas dis- ponibles para el control de malazas del algod6n. Todos estos trabajos estaban orientados a deter- minar Ja eficacia de los productos contra delerml- nadas malezas. Solo a partir de ese ano, comenz6 la investigaci6n orientada hacla el conocimiento de 18 fisio1ogia de las plantas indeseables y a utilizar criterios de manajo integrado de malezas , que in- cluia priicticas mecAnicas, rotaci6n de productos. mezclas de tistos y sobra la convenlencla de man· tener una poblaci6n diversa de malezas, en lugar de intentar eliminar algunas. De La Cruz (1978). EI cuadro 6 muestra una astimacl6n dela aplica- ci6n de los grupos de plaguicidas ml:\s Importantes por cultivo en Colombia, durante dicho periOOo. En e1 aOO siguiente se present6 un repunte pasa- jero de los precios agrlcolas. que volvieron a'caer en 1979, 10 cual tuvo repercusiones en la crisis que comenz6 a generarse en la agricultura. Los proce- 107 Cuadro 6. Consumo de plaguicidas en Colom- bia durante 91 periodo 1968 - 1982 Cuadro 7. Consumo nacional de plaguicidas por cullivo. Porcentaje de participaei6n en el consumo total (1975)* Fuente: ICA SUbgerencla Producci6n Agricola. Subdivisi6n Insumas Agricolas. 50S de colonizaci6n dirigida y de adecuaci6n de tie- rras que adelant6 el INeDRA. en buena medida son responsables de la expansi6n de los cultivos en este periodo. Sin embargo, ni el Estado, 'oi na- die tuvo la precauci6n de ajustar las propuestas tecnol6gicas disponibles para esas novisimas zo- nas, ublcadas cerca de grandes embalses natura- les 0 de grandes rios, ni previ610s efeetos que, a mediano y largo plazo, se podian causar en esos recursos vitales. Son los casos de las llanuras de la Costa Atlantica, cercanas al rIo Magdalena, ala Presa del Guajaro 0 a las eienagas grandes de C6rdoba y del Magdalena. Para uno de los autores, que durante el perlodo, two la oportunidad de conoeer el desarrollo de la agricultura del departamento de C6rdoba , Ie resul- taba impaelante la falta de aplicabilidad de normas para el uso de plaguicidas y la irracionatidad con qua estos productos sa aplicaban en un ambiente relativamente virgen y de gran fragilidad. En varias ocasiones, tuvo la oportunidad de ver mortanda- des de paces an los canales de riego y drenaje y en los canas, personas intoxicadas y fundamental- mente, el uso de plaguicidas de amplio espectro y efeelos fulminantes, en un medio que era rico en biodiversidad y en controles biol6gicos que nadie aleanz6 a valorar y utilizar adecuadamenta. Herblcldas Funglcldas T.M. T.M. Perfodo 1983 hasta 1992 6.6 1,1 0.6 100 0,2 12.3 3,1 16,8 59.3 Funglclda % 1,2 0.5 0,2 100 1,9 1,7 9,9 1,9 5,8 30,9 13,5 0,9 31.6 Herblclda % 3,2 0,3 0,7 0,1 1,5 100 9,9 0,4 1,5 3,6 0.5 0,1 78,2 Insectlclda % Otros (cafe, tlores, palma africana. coco, rfrijol. avena, frulales, cai'ia panelera) Mientras en ellapso de 1983 - 1986 el pais mantu- vo una tasa de inflaci6n estable (19,6%) y maneja- ble. en los siguientes dos arios esta se creci6 con- siderablemenle, hasta situarse par encima del 24% anual, causada principalmeote por el encare- cimienlo de los precios de los produetos agrape- cuarios: entre ellos se deslacan los cereales, los lacteos. las grasas y el grupo de varios. Esle creci- miento a la vez fue ocasionado por las po11ticas proteccionistas sobre la agricultura como la de sus- Fuente: -Guterman, L. y Giraldo, G. 1978. La in~ dustria de fertilizantes y plaguicidas en Colombia. Departamento Nacional de Planeaci6n y Desarro- llo. Vol. X (1) 101. Tolal Papa Soya Sorgo Maiz mecanizado Canada azucar Banano Hortalizas Cebada Trigo Tabaeo Ajonjoli Cacao Alg0d6n ArrOl mecanizado Cultlvo 2946 3810 3400 5619 3900 4479 3768 4901 4474 3909 4310 4453 4818 2500 2974 3700 3625 4300 4553 3356 3532 5165 4880 4621 4599 5203 6200 8853 7917 9409 9700 7519 10338 15223 6127 4138 3641 3159 2838 Insectlclda T.M. AnD 1970 1971 1972 1973 1974 1975 1976 1977 1978 1979 1980 1981 1982 108 tentaei6n de preeios para los eareales que permi- tieron una considerable expansi6n de las areas sembradas. La producci6n de oreaginosas descendi6 fuerte- mente, pero los demas alimentos, especialmente los eereales, mantuvieron un crecimiento acepta- ble en su produeei6n. Los frijoles y las hortalizas fueron la excepci6n. EI CIAT Y ellCA comenzaron a ofrecer variedades interesantes de frijoles, pas- tos, yuca y otros cultivos, diferentes a eereales (que fueron la t6nica en la dllcada anterior). resis- tentes 0 tolerantes a plagas y enfermedades. Como se mencion6 antes, hasta 1984 persisti6 la crisis del proteccionismo mundial, la caida de los precios y el deterioro del sector extemo. que co- menz6 a recuperarse 5610 a partir de 1986. los precios agricolas reales siguieron cayendo, 10 cual frenaba la utilizaci6n de insumos tecnol6gicos. Los precios reales de los produclos agricolas del tercer mundo apenas alcanzaba los niveles logra- dos al termino de la segunda guerra mundiaL Los precios del cafe. que se habian derrumbado con la abolici6n del paclo de euotas, comenzaron a reac- eionar en el segundo semestre de 1987 y se man- tuvieron por encima de un d61ar la libra durante el ano siguiente. En este periodo comenz6 el auge de los fungicidas con un consumo record en 1987 de casi 14.000 TM, el cual desciende un poco al ano siguiente. Hasta 1989, el uso de herbicidas liene tambilm un crecimiento notable, pero luego cae hasta niveles parecidos a los dellapso de 1984 - 1988. La inteo- sificaci6n en el uso de estos dos tipo de agroqulmi- cos se puede explicar por el erecimiento especta- cular de los cultivos de flores y banano, por la perdida de resistencia de algunos cullivos al ata- que de enfermedades, como el caso del arroz, sus- ceptible a la piricularia (Piricu/aria orizaa Cav.). Olros facto res que ayudan a explicar ese alto con- sumo son la modemizaci6n del cultivo del cafe con la introducci6n del Caturra sembrado a plena expo- sici6n, pniclica que obliga a realizar aplicaciones de herbicidas selectivos como el Paraquat,la apa- rici6n de la roya en el cate que dispara el consumo del oxicloruro de cobre, etc. Para ellapso 1994-19951a modemizaci6n del cul- tivo del cafe muestra su verdadero impacto con la ruina de los productores, quienes fueron incapaces de hacerle frente a la broca en cafetales erosiona- dos, faltos de humedad y desguarnecidos de sus tradicionales sombrios. Ya hoy se habla de la sus- tituci6n irremediable de la zona eafatera marginal baja. asi como de revisar y reajustar todo el siste- ma de producci6n cafetera. Entre 1982y 1988 el consumo de insecticidas sLbi6 un poco, perc comenz6 a caer por ta crisis del a1g0d6n. La produccion agropecuaria se estanc6 a partir de la rnilad de la decada y comenz6 a imponerse a los paises tercermundistas las politicas neolibrales que pretenden someter sus agriculturas 8 la com- petencia de los productores de los paises desarro- lIados, abrumados por sus excedentes cr6nicos. Tales politicas fueron recogidas en las decisiones estatales que causan el estaneamiento del sector agricola que estamos padeciendo. A pesar de todo, las producci6n de flores, plantas omamentales y banano siguen creciendo, asi co- mo el uso de herbicidas y fungicidas porque los problemas de malezas en arroz, en esta decada sufren un proceso similar a los problemas de insec- tos en la decada anlerior y los microorganlsmos haeen 10 propio en los cultivos de flores. Algunos cultivos de consumo nacional como el maiz y la papa, no bajan su area, ni cambian sustancialmen- te el patr6n de usa de agroquimicos. En papa sa intensifiea la aplicaci6n de fungieidas como el Ri- domil, para el control de la gota (Philoplhora infes- tans) (Mont. de Bary). Los rendimientos del arroz son relativamente esta- bles y se hace mayor enfasis en el manejo a9ron6- mico del cultivo para racionalizarlos costas. La demanda de agroqulmicos, para la expansi6n y la represi6n de los cullivos ilicitos, crece rllpida- mente en toda la dlkada. La disminuci6n en el uso de insecticidas se presen- ta mas por la reducci6n de las areas de cultivos comerciates que par aplicaci6n de criterios de ma- nelo integrado, a juzgar par el hecho de que para 1988, el 50% del ingrediente activo de estos pro- ductos 10 constituia cuatro grupos: clorpirifos, me- tilparathion, earbofuran y monocrotofos. Casi todo este periodo estuvo marcado par la SUS- tituci6n de los clorinados por el carbofuran. espe- cialmente en el cultivo de la papa, el cual se sigue usando, incluso en mezclas con productos comer- ciales a base del mismo ingrediente activo. Se sa- be que es de largo efecto residual. tanto en el suelo como en los tuberculos, pero no se conacen estu- dios sobre morbilidad en humanos, a pesar del alto consumo de papa en los altiplanos cundiboyacen- se y nariiiense. De acuerdo con Morales (5), el consumo de plagul- cidas en el pais durante ese lapso IUB el siguiente: 109 Cuadro 8. Area sembrada en 9 cultivos - total de los 17 principales y consumo de plaguicidas durante 01 per1odo 1983 • 1992 Mo NrDz. Algod6n ~ c..... aen.no SOrgo Papa Soya Ual& Total J.tea Total lnaect. Hortli:l. Fungld. ClUIlIw Ha. 10181 P1agicldII It) 17 dTM (2) (3) cuIliYo& Princ:Ips. 1983 297 77 18 94 23 272 161 60 582 1584 2906 15800 3800 6200 S800 1984 364 141 17 100 23 237 160 51 593 1686 2881 16400 4000 6300 6100 1985 388 196 31 110 23 192 140 54 541 1673 2976 17300 4000 6100 7200 1986 333 190 37 104 24 272 156 78 592 1741 3052 16300 3900 6100 6300 1987 38S 174 47 108 25 259 151 65 623 1837 3170 25000 5000 6800 13200 1988 389 229 53 109 25 266 170 61 664 1966 3295 22300 4900 6200 11200 1989 516 187 50 110 26 239 173 93 759 2153 3521 31100 3900 7900 9300 1990 521 201 54 113 30 273 161 116 837 2306 3740 19100 4100 7100 7900 1991 435 248 50 117 35 257 151 101 822 2216 3846 17900 4100 6800 7000 1992 424 210 33 142 41 245 147 49 696 1987 3211 15803(4)2888 6566.26348 Total 450 1853 390 1107 275 2467 1570 728 6709 19249 32598 187003 40588 66066 80348 Ha. Notas: (1) Insecticides mas usados en.el periodo: Meta- mldofos, Malallon, Monocrotofos, Carbofuran, Endosulfari. Clorplrlfus. Corbaril, Metil Para- lion, Olmetosto. Metomll y Triclorfon = constitu- ye el 70% del total. (2) Los mas usados son los de base 2-4-0, Propa- nil, Gmosato. Diuron, Atrazina, Paraquat, Pi- cloran, Ametrina, Butalla, Pendimetalina. (3) Los fungicldas mas usados son; Mancozeb, Azufre, Oxlcloruro de cobra, Captan y edifen- f09 que representan eI91%. (4) EI volumen de plaguicldas entre 1989 y 1992 se redujo en un 26% entre 1989 y 1992 Fuente: Morales Carlos (5) Ministerio de Agricultura 1990 (6) Periodo 1983 • 1992 Durante 1987 la demanda y consumo general de agroqulmlcos cae conslderablemente como con- secuencla del proceso de apertura econ6mica y de la modemizaci6n del Estado sin un ajuste previo del sector agropecuario. La crisis del sector se agudiza durante los primeros anos dela docada actual, sector agobiado por la 110 presi6n de los grupos armados, Ie inseguridad, el desmonte de los estimulos estatales, la crisis de los precios agr'icolas intemacionales, 01 caracter oligop6lic;o del mercado de los insumos, la falta de creditos oportunos y suficientes. 18 crociente com- patencia internacional, la agudizaci6n'de la migra- ci6n campo-ciudad, elc. EI gobiemo anterior se vio precisado a tomar una serie de medldas para te- anlmar la actividad rural; para 1993 ya se observa- ba una reactivaci6n del sector, can excepci6n del cate que 5610 en 1994. con las heladas del Brasil. logra ramontar los precios intemacionales por en- cima de los dos d61ares la libra. perc que durante 1995 cae drami1ticamente alrededor de un d6lar. Desde 1994 la revaluaci6n del peso ha sldo un fac- tor que Iimita las posibilidades de compalir en el exterior, incluso para rubros de tradici6n como las flores colombianes y el banano. Tal como era pre- visible, la apertura ha servido mas a los paises de- sarrollados. deseosos de colocar sus excedentes agricolas y los insumos de una tecnologia cada vez mtls costosa y sofisticada e incluso, quien 10 creyera, a paises can peor calidad de vida, en don- de los salarios agricolas eslan mas envilecidos, es- tan exportando hacia Colombia con menores cos· tos de producci6n. Algunos rubros de gran dinamismo en el pasado como et arroz y el matzo por causa del alza perma- nente en los precios de los insumos, el estanca- mlanto en los rendimientos y falta de competitivl- dad, han sufrido una caida importante en sus areas. Las expectativas de nuevos palses produc- tores y de nuevas mercados, no parecen una sali- da en el corto plaza para nuestra agricultura. En los (dtimos once anos el crecimiento de las areas de cultivo, lIeg6 solo a 662.000 Ha. y el es- tancamiento tecno16gico col0c6 a la agricultura co- lombiana en franca desventa]a. En ese mlsmo per1odo. los cultivos pennanentes crecleron en 138.000 Ha., especlalmente con pal- ma africana (que habia alcanzado 117.628 Ha. en- tre 1988-1992) y cacao, mientras el plc1tano perdi6 al 22% de su lirea por el cambio del sistema de cultivos del cafe. El area ocupada por los cinco eultivos miis repre- sentativos de la agricultura mecanizada (aI9OO6n, arroz, sorgo, cane de azucary palma africana) rep- resantaba el 30% del area agricola nacional, 10 cual explica el incremento nato del area total de cultivo. En este 'lapse as notorio al desmonte de todo al aparato institucional de generaci6n de ciencia y tecnologia para al sector agropecuario, con el su- puesto de que la competencia y el traspaso de esta actividad a los particulares, rapidamente reasigna- ria recursos para investigar y desarrollar la tecno- legia que tuviera miis damanda para las necesida- des del mercado interne y externo de bienes de origen agropecuario. Todo el mundo. especialmen- te el actual gobiemo, reconocen que hubo errores en el proceso y que la desprotecci6n a que se 50- meti6 a la agricultura pone en grave riesgo el sis· tema agroatimentario, por Ie vulnerabitidad a la competencla de agriculturas mas desarrolladas y eficientes, asi como a la dependencia tecnologica que nos obligar'ia a comprsr paquetes mas sofistj~ cados y complelos, sin posibilidad de desagrega- ci6n y aportaci6n de componentes nacionales. EI consumo global de plaguicidas entre 1988 y 1992 cay6 en un 7.8% anus!. Morales (5). Sin em~ bargo, en esta lapso tambien. se diversificaron un poco Jos Ingredientes activos de los insecticidas que Ilegaron a siete: metamidofos, malathion, mo· nocrotofos, carborur~n, endosuUan, clorpirifos y carbaryl. La caida del usa del melilparathion resul· ta notable, debida quiza. por una mayor presi6n en la racionalizacion de insecticidas de amplio espec- tro y capac:dad de dane en los ecosistemas. Para 1992 los herbicidas mas vendidos en Cok>m- bis, son los derivados del 2-40, propanil, glifosato, diur6n, atrazina, paraquat, picloram, ametrina. bu· taclor y pendimetalina. con volumenes que lIega- ron a 6.456 T.M. Los fungicidas tuvieron guarismos de ventas slml- lares, destacandose el mancozeb que elev6 corr siderablemente su demanda por el retire del rna- neb en el mercado y la eaida considerable en el uso de oxicloruro de cobre por la sustitucl6n de las variedades suscaptibles de cafe a la roya, par la variedad Colombia, que es tolerante. Sin embargo, en las ventas se destacan azufre, proplneb, oxlcJo- ruro de cobre, caplan yedifenfos. Es oportuno haeer lasiguiente reflexl6n: las pro- puestas tecnol6gicas de la Federaci6n Nacional de Cafeteros incluian la aplicaci6n de un kilogramo de oxicloruro de cobre por Ha. cada Ires meses, para un total de cuatro kilos/Halano, para el control de la roya del caleta (Hemi/sia vaslalnxB. s/. Br.). Por fortuna , la cultura popular hizo irnposible su apli- caci6n precisa y se evito que lIegaran a los nos y fuentes de agua Yolumenes descomunales de co- bre, si se tiene en cuenta que el pais cultiva alre- dedor de un mill6n de hectareas en caf~. La proporci6n de los plaguicidas.en Ia. estructura de costos de los cullivos sigue creciendo, pues para 1990, para el caso del arroz. .estos representaban eI 19,5% Ypara 1992A, habia subiclo el24,2%, situaci6n que sa explica por el caraeter oIigop6licO de asta industria (pa- ra 1991 sf 50% del mercado estaba en manos de circa empresas). En Colombia la capacidad aetuaI de las instalaciones para Ia fabricaci6n de plaguicidas as de 35.000 TM de prcx.1uctos s6lidos y de 55.000 litros de fiquidos par ano, pero se uliHza, como as fipioo en las industrias oligop6licas, en un 60%. EI consumo real de los plaguicidas es dificil de pre- cisar, porque algunos gremios importan materias primas y plaguicidas terminados para sus afiliados. Para 1993 estaban registrados los siguientes pla- guicidas: 141 fungicidas utilizados, principalmente en flores, arroz, papa y banana. 220 insecticidas, cuyo mayor usa es en algod6n y papa. 210herbicidas. cuya demanda principal es en arroz, pastos y algod6n. 1030tros varios: acaricidas, nematicidas. malus· quicidas. etc. Total: 674 plaguicidas registrados. 111 En este periodo se comienza a hablar de una nueva revoluci6n verde basada en los avances en ingenie· na geootica y en la biotecnologia. Los avances en los cultivos in vitro son notables. los cuales permiten limpiar materiales de plAtano y papa de virosis. Estos avances sa extenderan mAs tarde a flores, banana y fresas y alms cultivos susceptibles a las virosis yen· fennedades bacteriales. Los esfuerzos de algunas industrias de agroqulmicos por desarrollar y probar nuevas sustancias de impacto mas espec1fico, baja residualidad y de mayor compactabilidad con Ia na- turaleza son tambien notables. Aunque para la fecha de publicaci6n de esle arti~ culo (1996) el panorama ha cambiado un poco por el dinamismo del mercado chino. la aparici6n de nuevas productores y las nevadas y el invierno del norte, la situaci6n en el mediano plazo no pareee variar nllos problemas astructurales tampoco, con 10 cual se ratifiean los argumentos hasta aqui plan- taaOOs. Si sa superponen los mapas con la localizaci6n ~e las ~reas sembradas de cada uno de los principales cultivos que sa han mencionado, con el mapa de las ~reas mtls afectadas por contaminaci6n de plaguici- das sa observa que existe plena coincidencia. Para estos ultimos anos, resulla evidente el cam- bio de las companias multinacionales de agroqui- micos preocupadas por la presi6n de los consumi, dores de los paises industrializa"dos hacia el desarrollo de plaguicidas biol6gieos y aquellos de compleja densidad molecular, can el fin de reducir altos yolumenes de plaguicidas de slntesis. De he- cho, ya se han co'merclalizado varios plaguicidas de los cuales sa requieren bajos volumenes par Ha. pera, sa desconoce par completo, sus efeetos a mediano y largo plazo sobre unos ecosistemas ya bastantes deteriorados. REFLEXIONES SOBRE LA INTENSIDAD EN LA APLICACI6N DE AGRoauIMICOS EN LAS PRINCIPALES AREAS MECANIZADAS EN COLOMBIA Como sa habla mencionado ya, la agricultura co· mercial irrumpi6 en Colombia en las mejores tie· rras susceptibtes de ser mecanizadas, donde teo nian altos potenciates da productividad fisica y de trabajo. Sin embargo, e1 modelo tecnol6gico adop- tado, no tuvo en cuenta las especificidades de al- gunos entomos y ecosistemas que serian grave, mente afectados por tal oferta tecnol6gica, la cual sa habia desarrollado para atras condiciones y ne- cesidades. 112 Asi, par ejemplo, resulla interesanle que las areas de cultivo de mas reciente incorporaci6n. como son los distritos de riego y drenaje desarrollados par el INCORA en los anos sesentas, estan ubicados en espacios c1aves para la supervivencia de racursos ecol6gicos de gran valor en biodiversidad. Son los casas de los distritos de riego y drenaje de Monte· ria y Cerete. el de la doclrina en la costa cordobe· sa, Repel6n en Atlantica, Campoalegre en el Huila, el Prado en Tolima. etc. Par el alto uso de plaguicidas que, durante largo tiempo, ha sido inherenle a este tipo de agricultura. es apenas 16gieo que una parte importante de los residuos de estos plaguicidas hayan ida a parar a los cuerpos de agua aledanos. como las cienagas y rlos. EI rio Magdalena y el rio Cauca, que reeo- gen la mayor parte de las aguas de estas planicies, lIevan ademas. una importante carga de residuos. algunos de largo eteeto. que se depositan en los lechos en las desembocaduras y sin duda, conlri· buye a incrementar los problemas ambientales que sufren las poblaciones costeras colombianas. Algunos cultivos permanentes como la palma afri- cana de aceile y el banana, ubicados en climas etl- lidos y humedos (en algunos casas: compiten per las mismas areas. en c1imas ealidos, como el pie· demonte \Ianero, donde se ubica la mayor superfj· cie sembrada de la mencionada palma. las Ilanuras sur y suroccidental at pie de la Sierra Nevada de Santa Marta. las del Magdalena Media en las zo- nas de Sabana de Torres y San Alberto, etc.), en terminos generales, tienen un sislema de preduc- ei6n que sa acomoda major a los ecosistemas, pa- decen niveles interiores de labores mecanico y re- quieren menor numero de aplicaciones de plaguieidas. No obstante. en el caso de requerirse algunos de larga residualidad. par el mismo carae- ter permanente, S8 acumutan tacilmente. Ejemplo de 10 expuesto es la aplicaci6n de fungicidas metA- licos en banana a herbicidas como paraquat y gli- fosato, en el mismo eullivo y en palma africana. Otros. como la cana de azucar en el Valle del Cau- ea, hoy se manejan con un criteria inlegrado. Si bien en el pasado se usaron plaguicidas de amptio espectro y eteetos fulminantes contra las plagas, no se puade decir 10 mismo de los herbicidas que, en algunos easos. es probable que esttln acumu- lados en los suelos y sa desconoce su impacto en los suelos an al mediano y largo plaza. Par fortuna. la industria de pesticidas tambien ha avolucionado hacia el desarrollo de productos que implican cantidades menores aplicadas sobre los cultivas, con mayor especificidad sobre los orga- nismos en los que se quiere actuar y can un mayor conocimiento y conciencia de que la sostenibilidad de la agricultura es de conveniencia global. BIBLIOGRAF(A 1. ALVAREZ. M. Desarrollo cientifico tecnol6gico en la agricultura del pais. ICA. Conferencias del foro tecnol6gico algodonero. Compendia 27, Bogota. 1978. 2. DE LA CRUZ, R. La investigaci6n deilCA en al control de las malezas en el algodonero. 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