05. Practicas indigenas Prácticas indígenas relacionadas con la enfermedad 11 RESUMEN Las prácticas de cuidado de la salud, relacionadas con la enfermedad, han estado presentes a través de la historia de la humanidad. El presente artículo relaciona dichas prácticas en algunas de las principales tribus indígenas que poblaban el territorio colombiano a la llegada de los españoles. Estas tribus, representadas por las culturas chibcha y caribe, contaban con conocimientos médicos avanzados, y en sus comunidades la figura de los chamanes, los brujos, los adivinos y hechiceros eran relevantes. PALABRAS CLAVE Salud, enfermedad, prácticas, creencias, mitos, tribus indígenas. ABSTRACT Health care practices, related with disease, have been present through human history. This article relates the practices of some of the main indigenous tribes who lived in the Colombian territory at the arrival of the Spanish. These tribes, represented by “Chibcha” and Caribbean culture, had advanced medical knowledge, and in their com- munities the figure of the “chamanes”, witches, fortuneteller, were relevant. KEY WORDS Health, disease, practices, believes, myths, indigenous tribes. María Clara Quintero Laverde AÑO 1 - Nº 1 • BOGOTA, COLOMBIA - OCTUBRE 2001 REVISTA AQUICHAN - ISSN 1657-5997 12 l gran legado del indio consiste en la manera como comprendió y mane- jó la tierra. El largo camino que recorrió el indio colombiano desde las cuevas de Abra hasta el Templo del Sol constituye una gran enseñanza ecológica para nuestra época, ya que nos muestra los fracasos y los éxi- tos, los errores y los logros de aquellos hombres que, con sus mentes y manos, supieron adaptarse a una tierra bravía... El legado consiste en la manera como apre- ciaron y explotaron los diversos medios ambientes...1. En el momento del descubrimiento de América, numerosas tribus indígenas poblaban el territorio de lo que hoy en día es la república de Colombia, de las cuales la chibcha (muisca) y la caribe se referencian en muchos documentos y reseñas recopilados por los historiadores. Los chibchas habitaban las regiones an- dinas y los caribes poblaban las costas y riberas de los grandes ríos y mares. Estas culturas alcanzaron un mayor desarrollo y lograron constituirse en confederaciones. Los españoles llegaron a América du- rante el periodo formativo. En los co- mienzos de esta etapa (aproximada- mente año 1200 d. de C.) aparecen los primeros agricultores, grupos sedenta- rios que viven en comunidades y aldeas. Cuando se inicia el proceso de la con- quista, las poblaciones indígenas no habían logrado la estabilidad política que las hubiera llevado a convertirse en un verdadero Estado. Se calcula que a la llegada de los españoles, América tenía una población de entre 40 y 50 millones de indígenas. En el primer siglo de conquista, la po- blación americana se redujo en un 90%. La conquista significó su exterminio por la acción violenta y armada de los con- quistadores, las múltiples enfermedades y pestes que llegaron de Europa, los pro- cesos de aculturación, la mezcla de razas y el cambio de costumbres, creencias e idioma. En la actualidad sobreviven al- gunas tribus del Amazonas y La Guajira, cuyo proceso de aculturación ha sido muy lento, que mantienen sus costum- bres y tradiciones, lo que permite su estudio y comprensión. En ciertas tribus del Amazonas existe aún la costumbre de que la mujer dé a luz a la orilla del río. Mientras ella está en ese trance, su pare- ja se tiende en la hamaca y se queja de los dolores del parto. Este rito tiene por objeto engañar a los malos espíritus para que actúen sobre el hombre, y de esta manera la mujer y el niño queden prote- gidos. Desde la antigüedad, el hombre ha querido dar explicación a múltiples fenó- menos y circunstancias. Entre ellos, la enfermedad ha tenido un papel rele- vante en culturas y civilizaciones. El con- cepto de castigo se da como explicación de todos los males. En este orden de ideas, la enfermedad es el principal casti- go, y solo el ayuno, las mortificaciones y diversos sacrificios son utilizados para apaciguar la cólera de los dioses. En el pensamiento mágico o primitivo hay una relación entre el mundo de lo cotidiano y el cosmos; el Sol y la Luna como conceptos religiosos desempeña- ron un papel preponderante en las comu- nidades indígenas, así como el mundo sobrenatural formado por otros dioses y demonios. La religión estaba íntima- mente relacionada con el calendario; los solsticios y equinoccios señalaban con precisión el inicio y fin de las temporadas de lluvias y sequías, determinantes de la vida y costumbres de las comunidades. En la concepción del hombre primitivo, la naturaleza, los ríos, la lluvia y las plantas estaban dotados de alma. Llama la aten- ción la interesante ubicación de templos, monumentos sagrados y lugares de observación solar, que permiten deducir el gran desarrollo alcanzado por estas cul- turas. En las comunidades indígenas, los chamanes, los brujos, los adivinos y los hechiceros eran personajes de gran im- portancia. Para algunos grupos, la cau- sa de la enfermedad era la penetración en el cuerpo de una materia maligna o de un espíritu maligno. La terapéutica indígena buscaba, entonces, eliminar- 1 Reichel-Dolmatoff, G. Nueva Historia de Colombia, tomo I: Conquista y Colonia, Editorial Planeta. p. 61, 1989. ¿Cuál es entonces el legado indígena? ¿Qué significado tienen para nosotros los vestigios de estas culturas de antaño? Prácticas indígenas relacionadas con la enfermedad 13 los, y uno de los recursos utilizados era el masaje, que transfería la enfermedad a otra persona o animal. Igualmente, a los dementes y “locos” se los conside- raba poseídos por espíritus y demonios; su curación mágica consistía en la resti- tución del alma al cuerpo a través de ritos, cantos y bailes, lo mismo que la utilización de plantas como la coca, la belladona y otras sustancias alucinóge- nas. Los muiscas contaban con conoci- mientos médicos avanzados, que aplica- ban, según los cronistas, en el trata- miento de afecciones respiratorias y cutáneas, úlceras y estados febriles, para lo que también se valían de prácticas religiosas y hierbas medicinales. La ali- mentación indígena estaba íntimamente relacionada con diversas enfermedades, entre ellas la desnutrición, causada por un bajo consumo de proteínas y hierro, ya que la dieta se basaba en un alto con- sumo de maíz, yuca y papa. Eran pue- blos herbívoros; solamente las personas importantes del grupo social, como los jefes, chamanes y sacerdotes, tenían acceso al consumo de proteínas ani- males, como la carne de venado, aves y pescado. Con anestesia rudimentaria, a base de plantas como el borrachero (Brugma- sia candida), que contiene atropina y escopolamina, y la utilización de instru- mentos rudimentarios de piedra y ma- dera, practicaban intervenciones como la trepanación del cráneo, gracias a los conocimientos de anatomía obtenidos del embalsamamiento de cadáveres. La trepanación era una medida terapéutica, derivada de la concepción mágica reli- giosa de las enfermedades. La enferme- dad suponía la existencia de demonios incorporados a la persona. Desde este punto de vista, las cefaleas, los vértigos y las demencias eran interpretados por la existencia de un demonio en la cabeza del enfermo, y la trepanación permitía entonces su expulsión. Igualmente, la coca era utilizada por los jefes, sacerdotes y médicos. Sus hojas eran mezcladas con polvo de caracoles o cal y almacenadas en calabazos. La coca permitía al indígena ayunos prolongados durante largos viajes y soportar las frías temperaturas; actuaba igualmente como anestésico local. El chamán era el guía de las almas en el otro mundo y el intermediario entre los hombres y los poderes sobrenatu- rales. Su función esencial era la curación mágica de las enfermedades, realizando acciones buenas o maléficas. El trance chamánico hacía parte esencial del pro- ceso curativo y a través de él se en- contraba la causa de la enfermedad. Es- tos chamanes desempeñaban un papel igualmente importante en relación con el clima, la agricultura, la pesca y la caza. Durante su etapa de formación perma- necían recluidos en templos y dedicaban su tiempo al ayuno y al estudio de los ri- tuales religiosos. Entre las principales costumbres fu- nerarias se encuentran el enterramiento BIBLIOGRAFÍA De Zubiría, R. La medicina en la cultura muisca, Editorial Universidad Nacional de Colombia, 1986. Historia de América, temas didácticos, Editorial Universitas. Reichel-Dolmatoff, G. Nueva Historia de Colombia, tomo I: Conquista y Colonia, Editorial Planeta, 1989. Seggiaro, L. Medicina indígena de América, Editorial Universitaria de Buenos Aires, 1969. en urnas, previo embalsamamiento o di- sección del cadáver, la incineración y los entierros en cavernas o en cámaras, que dependían de la categoría social del muerto. Cuando los españoles ingresaron al territorio de los muiscas, estos imagi- naron que aquellos eran hijos del Sol y los llamaron “Sue”, una denominación mágica de su figura y especialmente de la figura del caballo. Posteriormente, observaron que los españoles morían igual que ellos; que el caballo y el jinete eran dos sujetos diferentes y por lo tanto estos perdieron el status de dioses. Las enfermedades importadas desde España al Nuevo Reino, como la lepra, la viruela y la sífilis, entre otras, se incre- mentaron con la venta de esclavos o trata de negros procedentes del África. Los reyes católicos Fernando e Isabel impusieron leyes con el propósito de evi- tar y controlar el contagio de terribles enfermedades. El Hospital San Lázaro, de Granada, fue rodeado de muros y habili- tado para la atención de sacerdotes enfermos. La historia refiere que entre los primeros casos de lepra de un español notable estaba el del conquistador Gon- zalo Jiménez de Quesada. Con la colonización española comen- zaron a viajar al nuevo mundo botánicos, boticarios y médicos, cuyos trabajos fue- ron influenciados por las prácticas de curanderismo y hechicería propias de los indígenas, algunas de las cuales prevale- cen hoy.