320 - 352 La opinion publicada sobre el 15M.indd 320 La opinión publicada sobre el movimiento 15-M - Ana María García–Arranz La opinión publicada sobre el movimiento 15-M Un análisis empírico de los periódicos digitales españoles: elmundo.es, elpais.com y abc.es Ana María García–Arranz1 Recibido: 2013-06-24 Aprobado por pares: 2013-11-19 Envío a pares: 2013-06-30 Aceptado: 2014-03-13 Para citar este artículo / To reference this article / Para citar este artigo García-Arranz, A.M. Junio de 2014. La opinión publicada sobre el movimiento 15M. Un análisis empírico de los periódicos digitales españoles: elmundo.es, elpais.com y abc.es. Palabra Clave 17 (2), 320-352. Resumen El artículo analiza la opinión publicada sobre el 15-M en los periódicos di- gitales elmundo.es, elpais.com y abc.es. A partir de una muestra representativa de 543 artículos, se presenta un análisis cuantitativo de residuos estadísticos caracterizado por las variables mes, periódico, opinión y autor. Los resul- tados proyectan que estos diarios se configuran como un actor enunciati- vo básico en el proceso de movilización. Palabras clave Periodismo digital, movimientos sociales, 15-M, opinión, medios de co- municación. (Fuente: tesauro de la UNESCO). 1 Universidad Rey Juan Carlos, España. anamaria.garcia.arranz@urjc.es. 321Palabra Clave - ISSN: 0122-8285 - Vol.17 No. 2 - Junio de 2014. 320-352 Published Opinions on the 15-M Movement. An Empirical Analysis of Spanish Digital Newspapers: elmundo. es, elpais.com and ABC.es Abstract The article analyzes the opinions on the 15-M Movement published in seve- ral digital newspapers; specifically, elmundo.es, elpais.com and ABC.es. Using a representative sample of 543 articles, a quantitative analysis is presented of statistical residues characterized by the variables month, newspaper, opinion and author. The results indicate these dailies are taking shape as a basic decla- ratory actor in the mobilization process. Keywords Journalism, social movements, 15-M, public opinion, mass media (Sour- ce: UNESCO Thesaurus). 322 La opinión publicada sobre el movimiento 15-M - Ana María García–Arranz A opinião publicada sobre o movimento 15-M. Uma análise empírica dos jornais digitais espanhóis: elmundo.es, elpais.com e abc.es Resumo O artigo analisa a opinião publicada sobre o 15-M nos jornais digitais el- mundo.es, elpais.com e abc.es. A partir de uma amostra representativa de 543 artigos, apresenta-se uma análise quantitativa de resíduos estatísticos ca- racterizada pelas variáveis mês, jornal, opinião e autor. Os resultados pro- jetam que esses jornais se configuram como um ator enunciativo básico no processo de mobilização. Palavras-chave Jornalismo, movimentos sociais, 15-M, opinião pública, meios de comuni- cação. (Fonte: Tesauro da Unesco). 323Palabra Clave - ISSN: 0122-8285 - Vol.17 No. 2 - Junio de 2014. 320-352 Introducción El funcionamiento de la sociedad actual, con su extraordinaria compleji- dad, deriva en buena medida de su dependencia cuasiestructural de los me- dios, en un contexto en el que se transforman cualitativamente las formas en las que se crea el discurso público. Esta circunstancia refleja el proceso de transición e integración en el que el ejercicio periodístico se encuentra inmerso como consecuencia de las profundas transformaciones sobreve- nidas con el advenimiento de las tecnologías de la información y la comu- nicación. La ubicuidad de la información, el consumo de noticias migrado a Internet, la fragmentación de la oferta informativa y de las audiencias, las rutinas y la organización de las redacciones, los principios periodísticos, las fuentes o las renovadas competencias del periodista muestran una nómi- na simplificada de su impacto. El ecosistema informativo reviste hoy fron- teras difusas ante un proceso de incertidumbre que impone la redefinición de las líneas estructurales del periodismo tradicional invadido por una efer- vescencia tecnológica en el que la lógica digital es el factor determinante de su definición operativa. Contemplamos semejante teorema en sincronía con los movimien- tos sociales que actualmente invaden el proscenio social en un momento en el que la acción colectiva digitalmente mediada implica un nuevo reto político y epistemológico. La acción colectiva se redefine como ‘acción co- nectiva’ (Bennett y Segerberg, 2012) o ‘poder de interconexión’ (Castells, 2012) y se caracteriza por una transformación en la formación, estrategia y organización de la protesta (Tarrow, 2005; Anduiza et al., 2012; Bennett y Segerberg, 2012; Castillo et al., 2013), en la que en el movimiento anali- zado puede considerarse un caso paradigmático. El dislocamiento social y político ha derivado en una desconfianza social creciente que se ha dejado ver en una activación revolucionaria a ni- vel internacional. El segundo aniversario del movimiento 15-M nos hace volver la vista al desasosiego colectivo que tomaba las calles en una mues- tra efectiva del ejercicio pleno de la ciudadanía. Los indignados se ponían en guardia contra la política subordinada a la economía, el diseño social es- tructuralmente asimétrico, la dominación de los mercados y la autocom- 324 La opinión publicada sobre el movimiento 15-M - Ana María García–Arranz placencia y desorientación de los partidos.2 Con una óptica interclasista y transversal y un carácter multidimensional3 se ponía en marcha un movi- miento que ha traspasado barreras, generaciones y modos de pensamien- to y actuación. La realidad social es construida y mantenida por los medios de co- municación, que determinan sobre qué debemos pensar, y la percepción de la existencia de un problema está íntimamente relacionada con la atención mediática recibida (Cohen, 1963; McCombs y Shaw, 1972), por lo que la monitorización de la protesta se convierte en una cuestión de debate pú- blico en el que participan observadores y audiencias. A pesar de las trans- formaciones que la presión impuesta por el contexto digital ha supuesto en los criterios de noticiabilidad, los periódicos digitales sufrían un agudo impacto en sus agendas y situaban al movimiento en unos marcos de refe- rencia explícitos, dotándolo de mayor relevancia y señalamiento al haber logrado la legitimación de buena parte de la opinión pública:4 “This is why the characteristics of the mass media, and of channels of communication in general, are particularly relevant for social movements: their capacity to address public opinion is indeed a crucial component of their action” (De- lla Porta y Diani, 2006, p. 168). De este modo, los principales periódicos digitales españoles –con su discurso e interpelación pública– pasaron a for- mar parte de la situación de conflicto suministrando un espacio en el que se decidían “las relaciones de poder entre los actores políticos y sociales ri- vales” (Castells, 2009, p. 262) en una lucha simbólica librada en los distin- tos medios (Castillo et al., 2013). 2 La estructura de oportunidad política (Tarrow, 1997; Della Porta y Diani, 2006) se articulaba en torno a la cercanía del cierre del ciclo político, las elecciones autonómicas y municipales y la anticipación de las generales, junto con la deslegitimación del partido en el poder. La estructura de contexto constataba la profunda desafección hacia la clase política, la crisis económica y los altos índices de desempleo que corroen la escena social. 3 Este carácter multidimensional se concreta en el flujo de información telescópico que ha dado lugar a la deslocali- zación de las fronteras; el quebrantamiento del esquema clásico de la comunicación de masas en un único sentido, que ha dado paso a una comunicación horizontal más directa, participativa, interactiva y multidireccional (Castells, 2009, 2012; Hardt y Negri, 2011; Candón, 2013); una ética de participación en redes de autoorganización que plan- tea lo que Offe (2011) define como la ‘meta-pregunta’ a la democracia y, finalmente, su naturaleza de ‘movimiento político contra el sistema político’ en la práctica de una democracia deliberativa en red (Castells 2012, p. 140), que contrasta con su declarada inmunidad a las influencias ideologizantes. 4 El barómetro del CIS de junio de 2011 indicaba que, de quienes habían seguido los acontecimientos referentes al 15-M, el 70,3% expresaba una valoración ‘muy positiva’ o ‘más bien positiva’ del movimiento, frente al 12,7%, que manifestaba una valoración ‘muy negativa’ o ‘más bien negativa’. Estudio CIS nº 2905, junio de 2011 (pregunta 12a). 325Palabra Clave - ISSN: 0122-8285 - Vol.17 No. 2 - Junio de 2014. 320-352 Lo antedicho contrasta con la profunda desavenencia de los indigna- dos con el papel de los medios tradicionales (Candón, 2013), que fue causa y consecuencia de la creación de un discurso alternativo. Las redes sociales (social networking sites, SNS) y otros productos de la web 3.0 se convertían en el principal medio de expresión del movimiento; un golpe de estado me- diático, en terminología de Ramonet (2006), que extendía viralmente una inmensa conversación en un espacio sistémico con un discurso común. Si- guiendo a Varela (2005), los ciudadanos se han apropiado de la información periodística a través de estos medios; el autor atribuye esta circunstancia a la actual crisis de credibilidad de la prensa tradicional, con el consiguiente cuestionamiento de su objetividad. El ágora digital en la que se vierte el pensamiento contemporáneo emula las bases políticas en espacios en los que los distintos agentes interac- cionan. El fracaso de la representación política y la insatisfacción hacia sus estructuras (Castells, 2009; Hardt y Negri, 2011) ha sido el caldo de cul- tivo de los indignados, que han utilizado la comunicación contemporánea como el modo de rendición de cuentas a las élites políticas y económicas. Se activa así la creencia tecnicista de la transparencia con la vigilancia y el proceso de monitorización a la autoridad pública (Keane, 2009; Feenstra y Casero-Ripollés, 2012), en la que los ciudadanos interventores ejercen la tarea de observar a los poderes establecidos en una suerte de panóptico, para poder advertir cualquier amenaza que requiera su intervención. En la actualidad, la articulación del tejido social sienta sus bases en la lógica de la red,5 situándonos en una esfera pública significativamente dife- rente a la que hasta hace poco hemos conocido. Se trata de un nuevo tipo de estructura social que se caracteriza “por una cultura de la virtualidad real construida mediante un sistema de medios de comunicación omnipresen- tes, interconectados y diversificados” (Castells, 1998, p. 23). A medida que el escenario comunicativo se vuelve más denso, com- plejo y participativo, los usuarios en red están ganando un mayor acceso a 5 La concepción de la tecnología como un elemento consustancialmente social no se produce hasta la segunda mitad del siglo veinte, con la llegada del paradigma sociotécnico. 326 La opinión publicada sobre el movimiento 15-M - Ana María García–Arranz la información e influencia en el discurso público (Shirky, 2011). Se pro- duce una intersección entre viejos y nuevos medios, de la que resulta un sistema híbrido (Chadwick, 2011; Bennett y Segerberg, 2012; Feenstra y Casero-Ripollés, 2012; Hermida et al., 2012). Frente al tradicional discur- so de las élites, el número de proveedores se multiplica, sin limitarse a los profesionales de la información, que se ven obligados a interaccionar con los nuevos actores informativos ( Jenkins, 2006). Como ha señalado recien- temente Gutiérrez-Coba (2013, p. 8): “Las redes sociales han empoderado al receptor de los mensajes, lo han puesto a la misma altura de los podero- sos emisores, con tanta fuerza que a veces son ellas las que marcan la agen- da de lo que es importante para la sociedad, imponen el tema del día que luego reproducen los medios y hasta sirven para convocar movilizaciones sociales de gran envergadura”. Estas tendencias han sido observadas en ocasiones como un reem- plazo del periodista en lugar de la interactuación o utilización orientati- va de estas herramientas. Los avances tecnológicos y las trasformaciones del modelo de negocio se producen en un momento en el que se impug- na la singularidad del periodismo como profesión. Al ser los usuarios los que alimentan las nuevas webs de agregación y de contenidos, el periódi- co –tal y como lo conocíamos– desaparece, a pesar de su inminente necro- lógica: “El periodismo está más vivo que nunca. El negocio decae pero la atracción del oficio se intensifica. No hay negocio, pero sí hay instrumen- tos tecnológicos para que cualquiera haga de periodista” (Bassets, 2013, p. 17). Sin embargo, es preciso delimitar cómo se conceptualizan estos cam- bios en los periódicos digitales y si se trata de intervención o producción por parte de los nuevos agentes que propicia la red, apuntando más hacia una extensión de la palabra escrita que a formato de narración principal ( Jacobson, 2012). Se vincula la crisis de periodismo con la desaparición del soporte im- preso en vez de con la necesidad de regenerar las prácticas profesionales, la ética y la calidad narrativa (Díaz Nosty, 2011). Pero existen opiniones con- trarias, como la de Shirky (2009), “Society doesn’t need newspapers. What we need is journalism”, o la del editor de Newspaper Death Watch, Paul Gi- 327Palabra Clave - ISSN: 0122-8285 - Vol.17 No. 2 - Junio de 2014. 320-352 llin, que contempla el periodismo digital como la resurrección del perio- dismo mismo.6 Otro aspecto significativo para articular más adecuadamente el tema general atañe a la integración de las herramientas de los social media. No en vano la ‘transcodificación’ (Manovich, 2001) de un producto cultural establecido a una nueva tecnología mediante nuevas interfaces con enla- ces multimedia, interactividad e integración de herramientas de los medios sociales refuerza y extiende las posibilidades de información, así como la “posibilidad de que el usuario interaccione con la información que le pre- senta el cibermedio” (Salaverría, 2005, p. 34). A pesar del decaimiento del papel, hay una demanda creciente de información periodística que ha ido de la mano del cambio de soporte y la migración a ediciones digitales más completas y versátiles. Esta integración característica actual del periodismo ( Jacobson, 2012) genera nuevos patrones (micro-to-mass media crossovers) (Bennett, 2003), que crean una estructura de oportunidades en los procesos de moviliza- ción política y en el establecimiento de la agenda setting. Los mensajes lan- zados por los indignados han desafiado la dificultad de la introducción de temas poco habituales en la agenda mediática, que han trascendido igual- mente en la agenda política. La influencia de los periódicos digitales en esta última se asienta en un triple poder: su poder discursivo, a través de la creación de distintos encuadres; su poder de acceso, pudiendo controlar un gran rango de voces, ideas e influencias vertidas a la opinión pública, y, fi- nalmente, su poder de recursos, en el sentido de la capacidad de afectar la actuación de los gobiernos, partidos, políticos, empresas y otras organiza- ciones (Street, 2011). Si la red con sus mensajes y el elemento de información y comunica- ción que introducen (Della Porta y Diani, 2006) puede convertirse en fuen- te para el periodismo (Bennett y Segerberg, 2012; Hermida et al., 2012) supone un debate excepcional que podría condicionar la arquitectura de 6 “Chronicling the Decline of Newspapers and the Rebirth of Journalism”. http://newspaperdeathwatch.com/ 328 La opinión publicada sobre el movimiento 15-M - Ana María García–Arranz las noticias, la verificación y la credibilidad. Por su parte, el periodismo ciu- dadano ha activado la controvertida cuestión del periodismo como prác- tica social, lo que difuminado las líneas entre los productores de noticias y los usuarios (user-created content, UCC). La libertad indiscutible de Inter- net (Morozov, 2011; Shirky, 2011; Castells, 2012), con la eliminación de las barreras en una sociedad de código abierto, trae consigo la descentra- lización en la creación de contenidos (Wunsch-Vincent y Vickery, 2010). El ‘empoderamiento del público’ ( Jenkins, 2006) es visto como una forma de democratización del periodismo (Chouliaraki, 2012; Candón, 2013) o como el debilitamiento de la verdad, con un agriamiento del discurso cívi- co y un menosprecio de la experiencia (Keen, 2007). Conscientes de que las redes sociales han sido el principal altavoz del 15-M, en plataformas como Tumblr, Twitter, Facebook o YouTube, es preci- so evitar el determinismo tecnológico en la medida en que estas revolucio- nes sociales hubiesen encontrado la manera de organizarse en su ausencia. De acuerdo con el director ejecutivo y creador de Facebook, Mark Zucker- berg: “Social media’s role is maybe a bit overblown. If people want change, then they will find a way to get that change”.7 En este sentido, la expansión de las proclamas de los indignados a la esfera pública mediante estas redes se perfila por una arquitectura informativa caótica (McNair, 2006; Keen, 2007; Feenstra y Casero-Ripollés, 2012), en un contexto de información inestable e incompleta cuyo resultado es una muestra efectiva de la mez- cla de los tradicionales géneros periodísticos de información y opinión, y que ya parece ser una característica del nuevo periodismo (Piquer, 2013). La argumentación ha dejado lugar a la información puramente ex- presiva. Por su parte, la opinión –toda vez que se presente ponderada y crí- tica– es un género que hoy debe seguir respondiendo necesariamente a la reflexión y al análisis. Se ha de superar el simple material informativo resul- tado de la compulsiva actualización de la red, con su ausencia de elaboración aparejada y el subsiguiente debilitamiento y pérdida de valor del contenido con base en lenguajes mínimos, tan directos como efímeros. 7 Entrevista en Charlie Rose, 7 de noviembre de 2012. Disponible en: http://www.charlierose.com/view/interview/11981. 329Palabra Clave - ISSN: 0122-8285 - Vol.17 No. 2 - Junio de 2014. 320-352 La red, con sus innumerables ventajas, produce ciertos efectos que no es preciso desdeñar: la burbuja informativa trae consigo un ingente vo- lumen de datos que circulan en línea como resultado de un exceso desna- turalizador y redundante de la información; se producen los cambios en la economía de atención, el olvido de la calle por parte de los periodistas –que afecta la verificación y el filtrado de fuentes–, la información institucionali- zada, la homogenización de los contenidos, la contaminación de las agen- das externas, la ausencia de jerarquización en las noticias y la intromisión publicitaria. Todos ellos son elementos que dificultan el análisis, la profun- dización y la posibilidad de mantener la atención sobre aspectos que impac- tan a la sociedad en su conjunto, impidiendo al ciudadano poder adoptar una idea crítica de la realidad. Analizamos por estas causas la opinión pu- blicada como elemento inductor de estados de opinión e impulsores de la formación de opinión pública, puesto que ya es sabido que “una forma de influir sobre la decisión es incidir sobre las percepciones de los decisores públicos” (Milbrath, 1963, en: Castillo et al, 2013, p. 72). La opinión ha sido tachada en no pocas ocasiones de precaria, par- cial y elitista.8 No obstante, estas reprobaciones parecen no tener en cuen- ta la naturaleza estructural de este género periodístico. Siguiendo a Piquer (2013, p. 223): “Los géneros de opinión orientan en un sentido concreto la actividad discursiva y la prediscursiva. Es decir, el ethos retórico que se im- pone el autor de este tipo de escrito parte de la convicción de que su enfo- que se ha de manifestar de una forma evidente”. La opinión juega el papel esencial de los medios en la construcción del espacio público, convirtiendo a cada ciudadano en parte del cuerpo social y superando el discurso cerra- do proveniente de instituciones informativas, comerciales e informantes, para permitir el debate plural y el ejercicio de la libertad de expresión: “ser a un mismo tiempo el encargado de proteger y aguijonear a la comunidad es un gran reto, pero es un reto que el periodismo siempre ha reclamado” (Kovach y Rosenstiel, 2003, p. 197). 8 Téngase en cuenta que este trabajo recoge no sólo editoriales –tradicionalmente poco leídos, pues implican un mayor esfuerzo intelectual que la información puramente descriptiva–, sino también tribunas, columnas y cartas al director, que se destacan por un gran impacto de lectura. 330 La opinión publicada sobre el movimiento 15-M - Ana María García–Arranz Las nuevas plataformas de interacción social se han convertido en potentes herramientas (Hardt y Negri, 2011; Castillo et al., 2013; Candón, 2013; Nielsen, 2013), pero no ha sido suficiente. Por ello consideramos que es preciso analizar el movimiento quincemayista en el contexto de los me- dios de comunicación. Los últimos datos del Centro de Investigaciones So- ciológicas respaldan la necesidad de esta fundamentación. Los ciudadanos españoles prefieren los periódicos digitales como medio para informarse (11,9%) sólo por detrás de la televisión y la radio, que encabezan los primeros puestos por su facilidad de acceso. Por el con- trario, las redes sociales se encuentran a una significativa distancia, con un 3,6% de preferencia, mientras que los blogs obtienen un residual 0,6%. En relación con la credibilidad otorgada a estos medios, los periódicos (edita- dos en papel, o impresos y digitales a la vez), en una escala de 0 a 10, se si- túan en el rango de 7 a 8, es decir que registran un holgado 25,8%, lo que los ubica en un segundo lugar, tras la radio. En este mismo rango, las redes sociales obtienen un 9,1% y los blogs, 8,5%.9 Los datos anteriores vuelven a ponerse de manifiesto en el informe State of the Media Democracy (2013), que destaca la tendencia entre los lectores españoles a acceder a la infor- mación a través de los diarios digitales.10 Lo anterior demuestra que estos espacios todavía no han conseguido llenar el vacío dejado por el retiro de recursos del periodismo tradicional (Curran 2010), de forma que los me- dios de comunicación siguen ocupando el lugar de la verificación y la con- textualización de la realidad social. Los periódicos prolongan su capacidad de estructurar el liderazgo y, sin su respaldo, los movimientos sociales esta- rían condenados a la invisibilidad, lo que diezmaría su estrategia y la con- secución de sus objetivos y, a la larga, su supervivencia, cuyo garante es, en buena medida, el discurso mediático. En las siguientes páginas presentamos un análisis empírico del discur- so de opinión relativo al movimiento 15-M en el contexto del periodismo di- 9 Estudio CIS nº 2.981, marzo de 2013 (preguntas: 15 y 22). 10 Se destaca además la vertiginosa migración del formato papel al digital en España, en la medida en que tan sólo un 18% sigue prefiriendo los diarios impresos para la información, frente a un 45% del año anterior. Esta rapidez de adaptación destaca en comparación con otros países, como Alemania o el Reino Unido, que siguen decantándo- se por la versión en papel. State of the Media Democracy (2013). Disponible en: http://www.deloitte.com/assets/ Dcom-UnitedKingdom/Local%20Assets/Documents/Industries/TMT/uk-tmt-mediademocracy-interactive.pdf. 331Palabra Clave - ISSN: 0122-8285 - Vol.17 No. 2 - Junio de 2014. 320-352 gital. Un movimiento que con su sensibilidad, pretendidamente masiva, ha querido lanzar un mensaje a las esferas de poder, y que ha dejado de ser un sujeto difuso y minoritario y ha tomado más fuerza y presencia que nunca. Objetivos Una compresión adecuada de la acción colectiva contemporánea pasa por delimitar los contornos de la actual sociedad de la información. El propó- sito primordial del estudio es analizar el discurso periodístico de opinión sobre el movimiento 15-M. Es preciso recordar que la opinión publicada es una fuente primaria de creación de opinión pública y representación fiel de la sociedad del momento. El análisis se articula en torno a los siguientes objetivos específicos: O1: Caracterizar el contenido del discurso de opinión a partir de la varia- ble temporal y su carácter transitorio asociado a la cobertura y circu- lación de la información en cada uno de los periódicos digitales de estudio. Para ello se analiza la correspondencia entre el ciclo de pro- testas y el ciclo noticioso en los periodos de visibilidad, latencia y se- dimentación, teniendo en cuenta el tipo de opinión, el impacto en la agenda mediática y la relevancia otorgada. O2: Examinar la autoría de los artículos relativos al 15-M en la prensa di- gital con el objeto de verificar cómo, a pesar de la metamorfosis del escenario mediático y de la redefinición de los perfiles profesionales, periodistas y ciudadanos continúan recurriendo a esta sección para expresar una opinión formada y crítica. O3: Determinar las asociaciones atípicas más significativas a partir del aná- lisis estadístico de residuos de las variables seleccionadas con el fin de extraer un diagnóstico fiable para el tratamiento opinativo de los in- dignados en los periódicos digitales españoles más relevantes. Metodología La concepción de este trabajo y los objetivos específicos fijados precisan un planteamiento de carácter cuantitativo a partir del análisis de la correspon- 332 La opinión publicada sobre el movimiento 15-M - Ana María García–Arranz diente tabla de contingencia y de los residuos estadísticos resultantes de la relación entre las distintas variables clave, una vez efectuados los indispen- sables tests de significatividad.11 Todo ello a partir de la construcción de un corpus textual de 543 piezas de opinión sobre el movimiento 15-M, cuya representatividad permitirá la generalización de los resultados. Universo La crisis del periodismo impreso ha supuesto un cambio en los patrones de consumo, con la redirección de los usuarios a las versiones online. El ba- rómetro del CIS de abril de 201112 apuntaba que 31,2% de los pregunta- dos afirmaba leer el periódico, en papel o por Internet “todos los días”.13 Este transvase se ha visto fomentado por la facilidad de acceso a la infor- mación y la gratuidad. De estas tendencias ya daban cuenta recientemen- te Wunsch-Vincent y Vickery (2010, p. 6) en su informe elaborado para la OECD: “newspaper websites have seen strong growth in their own pages, with large newspapers reporting several million unique visitors to their pa- ges per month, increasingly including readers from abroad, a radical shift from national patterns of established newspapers”. Para el estudio se han seleccionado los periódicos digitales elpais. com, elmundo.es y abc.es, por su referencia y liderazgo, teniendo en cuenta su impacto y grado de lectura. En el mismo indicador del CIS, en lo relati- vo al ‘periódico preferido para la información política’ (impreso o digital), las tres primeras posiciones en una muestra de casi un centenar de medios españoles fueron ocupadas por los periódicos de estudio: El País, con un 15,6%; El Mundo, con un 9,5%, y ABC, con un 3,5%, .14 Estos diarios se des- tacan además por el número de usuarios únicos en el periodo que abarca la 11 Un test de significatividad consiste en contrastar un valor observado con el valor que se esperaría encontrar si sólo interviniera el azar. Analiza la significatividad de una muestra en la que los datos se estructuran en más de dos cate- gorías o con más de dos dimensiones de categorización. Para la interpretación de las relaciones entre dichas catego- rías son especialmente relevantes los residuos estadísticos, que se configuran como la diferencia entre la frecuencia observada y la esperada. El test de significatividad utiliza la prueba χ 2 para reconocer las relaciones de atracción o rechazo entre variables cualitativas a partir del chi cuadrado, creado mediante las frecuencias de cuadrados de los residuos de la tabla de contingencia, a un nivel de significación inferior a 1 por 100. Su cálculo permite confirmar un determinado nivel de confianza estadística. 12 Último barómetro antes del surgimiento del movimiento 15-M. 13 Estudio CIS nº 2.885, abril de 2011 (pregunta: 23). 14 Estudio CIS nº 2.885, abril de 2011 (pregunta: 23a). 333Palabra Clave - ISSN: 0122-8285 - Vol.17 No. 2 - Junio de 2014. 320-352 muestra. De hecho, en el último Estudio General de Medios, de marzo de 2013, estos periódicos acumularon el 26,5% del total de lectores de pren- sa escrita diaria en España. Estos diarios, si bien no son nativos digitales, predominan en su ver- sión online y han recibido premios en esta categoría, entre ellos el EPPY de periodismo digital 2008 (elpais.com), el Malofiej 2013 (elmundo.es) y el Premio PR al mejor rediseño en prensa digital 2011 (abc.es). Asimismo, la muestra incluye medios de distinta raigambre ideológica. Ambos extre- mos, junto con la amplia cobertura analizada, garantizan la idoneidad de la muestra y su adecuación para el diagnóstico en el espacio comunicativo en el que se inserta el movimiento 15-M. En el actual contexto digital, la prensa sigue respondiendo al punto de vista culturalmente extendido de configurarse como medio el más reflexi- vo, de mayor capacidad de análisis y con mayor impacto en la formación de la opinión razonada y crítica, lo que denota un claro rasgo sociológico. A pesar de la continua actualización, el soporte digital garantiza la autono- mía en relación con el tiempo y el espacio en la lectura,15 lo que posibili- ta el incremento de la información, ahora fomentado por el hipervínculo a otros sitios web, enlaces multimedia o noticias previas como complemen- to a la información aportada. Si la información produce un excedente en la red, más aún sucede con la opinión. A diferencia de la información, que necesita de recursos tempo- rales y económicos para su elaboración, la opinión implica un menor coste en este sentido, de modo que el espacio digital se inunda de comentarios puramente expresivos amparados por el anonimato que auspicia Internet. Contrariamente, los sitios web de los periódicos se hacen cargo de su opi- nión bajo la rúbrica de la credibilidad que suscita su posición en la cabece- ra y que difiere en calidad a todos los efectos. Desde el punto de vista metodológico, su carácter textual contribu- ye a una mayor rapidez en el acceso y en la recolección de artículos y una 15 Los nuevos dispositivos, como tabletas y smartphones, entre otros, permiten la movilidad que antes sólo garantizaba la impresión. 334 La opinión publicada sobre el movimiento 15-M - Ana María García–Arranz mejorada supervisión del contenido, además de la facilidad en la fijación de las unidades de análisis y su codificación. En lo que a la dimensión temporal se refiere, el periodo de estudio abarca siete meses ininterrumpidos: desde el 1 de mayo hasta el 30 de no- viembre de 2011, un periodo que permite el análisis íntegro del espacio comprendido entre el surgimiento del movimiento 15-M (sin perjuicio de la quincena que lo precede, teniendo en cuenta los artículos que lo refie- ran previamente a su puesta en escena), hasta el último día del mes de no- viembre, en el que tuvieron lugar las elecciones generales. La representatividad y significación (Perelló-Oliver, 2009, p. 104) de la muestra está totalmente garantizada, ya que se ha tenido en cuenta la totalidad de los artículos de opinión referidos al 15-M en el periodo de referencia, con un corpus textual comprendido por 543 artículos. Sus fre- cuencias acumuladas permiten utilizar potentes herramientas estadísticas para implementar los objetivos de la investigación. Asimismo, se confirma la fiabilidad y validez de la muestra en tanto que es reproducible. Del mis- mo modo, ha existido un acuerdo entre varios codificadores en la categori- zación del contenido, para evitar de este modo cualquier sesgo codificador. En lo que se refiere a la validez, los resultados se corresponden con los con- ceptos teóricos que se pretenden medir. Variables La muestra se ha determinado a partir de las cuatro variables nominales que figuran a continuación: 1. Mes. Esta variable, que cuenta como atributos a los meses acotados en la mues- tra (mayo-noviembre de 2011), nos permitirá examinar las fluctuaciones sufridas en el ciclo de protestas así como las variaciones reflejadas en la ma- yor o menor afluencia de artículos referidos al 15-M en tales cortes. 2. Periódico. Sus atributos se corresponden con los medios seleccionados para el análi- sis, para posibilitar el examen del tratamiento diferenciado de cada diario, 335Palabra Clave - ISSN: 0122-8285 - Vol.17 No. 2 - Junio de 2014. 320-352 el grado de relevancia otorgado al asunto o la participación, entre otros ele- mentos clave del análisis. 3. Opinión. Incluye como atributos editoriales, tribunas, columnas y cartas ubicadas dentro de la sección de opinión y analiza de todos ellos el texto completo. No se han tenido en cuenta otros artículos fuera de la sección señalada (sin incluir, por lo tanto, el ámbito regional). 4. Autor. Con la siguiente tipología: periodistas, académicos, analistas expertos y pro- fesionales, políticos y otros. El objetivo es conocer quiénes son los que es- criben la opinión referida al 15-M y qué sectores profesionales representan. Esta variable propicia el análisis de la opinión que genera el propio perió- dico (línea editorial), la de sus columnistas, la opinión experta, así como la de los ciudadanos, mediante las cartas remitidas al diario. Como se advier- te, se ha intentado homogeneizar los criterios al máximo para evitar la dis- persión referida a esta variable. Residuos estadísticos Una vez determinada la muestra mediante las variables anteriormente expuestas se obtuvo una tabla de contingencia, de la que se han calcula- do y extraído los residuos estadísticos relevantes. La prueba χ² posibilita testear la existencia de una correspondencia significativa entre las distin- tas variables, pero no su dirección y fuerza. El análisis avanzado de los residuos que relaciona estas variables nos proporcionará un acceso para verificar si de esa relación contrastada con la prueba χ² se puede dedu- cir una relación de atracción o rechazo relevante. El análisis de residuos16 es un estadístico que permite la detección de la existencia de casos anó- malos que cuentan con una “pauta de relaciones significativamente di- ferente a la que presenta la mayoría de los casos observados” (Sánchez 16 La obtención de un resultado superior a ± 1’95 en el estadístico de residuos supondrá una asociación de atracción (+) o rechazo (-) entre las variables de análisis vinculadas, de lo que se pueden desprender datos altamente significativos. 336 La opinión publicada sobre el movimiento 15-M - Ana María García–Arranz Carrión, 1999, p. 341). De este modo, se identifican los rasgos especí- ficos de los atributos en las variables de análisis resultantes de la relación de asociación que se establece. Estas irregularidades o anomalías pueden derivar en una relación de atracción más intensa de lo supuesto o, contra- riamente, podemos encontrar casos con una relación de rechazo en- tre variables más fuerte de la prevista (Perelló-Oliver y Muela-Molina, 2012, 2013). El análisis de residuos sólo puede afrontarse con rigor si se contrasta previamente, mediante la prueba χ², la relevancia estadísti- ca existente entre dos variables. En el presente análisis, la relación entre las variables ‘mes’, ‘periódico’, ‘opinión’ y ‘autor’ muestra un test de sig- nificatividad <0,05 en todos los cruces, de lo que se deriva que el aná- lisis de residuos que resulta de la relación de asociación entre ellas es absolutamente operativo. Resultados Del análisis efectuado se constata que la mayor afluencia de artículos re- feridos al 15-M tuvo lugar en los meses de junio (23,2%), agosto (16,9%) y mayo (15,3%). Tal y como muestra la tabla 1 , el momento de mayor efervescencia tuvo lugar en el segundo mes de vida pública del movi- miento, una vez superada la titubeante y casi telegráfica cobertura inicial, en la que los medios predijeron con dificultad el éxito del movimiento. En los desarrollos ulteriores se aprecia un impacto mediático desigual en función de las coyunturas y de su puesta en escena. De este modo, se intercala esta afluencia con una notable disminución en el proceso de debate en julio (10,7%), que se configura como un mes de receso noti- cioso tras la amplia cobertura de los meses precedentes. Sin embargo, en agosto se deja ver un nuevo repunte del 15-M en su ganancia de espacio informativo en la sección de opinión, como consecuencia del desalojo de los indignados de la Puerta del Sol y de las primeras cargas policiales que contrastaban con el carácter pacífico de sus reivindicaciones. La ten- dencia vuelve a oscilar en septiembre (8,5%), con la cifra que supuso el mayor silenciamiento mediático de la protesta, para incrementar nueva- mente en los meses previos a las elecciones generales, octubre (13,1%) y noviembre (12,3%). 337Palabra Clave - ISSN: 0122-8285 - Vol.17 No. 2 - Junio de 2014. 320-352 Tabla 1 Mes Frecuencia Porcentaje Mayo 83 15,3 Junio 126 23,2 Julio 58 10,7 Agosto 92 16,9 Septiembre 46 8,5 Octubre 71 13,1 Noviembre 67 12,3 Total 543 100,0 Fuente: Elaboración propia. A la vista de estos resultados, las fluctuaciones de incremento y des- censo consecutivo y constante a lo largo de los meses de estudio ponen de manifiesto el movimiento mediático pendular del 15-M. Las frecuencias ob- tenidas en el ciclo de noticias en cada franja temporal son coherentes con el ciclo de protestas17 de los indignados. Una vez conseguido el impacto, és- tos volverían a movilizarse para captar de nuevo la atención mediática en un proceso circular que deriva en la forma en que los individuos procesan esos discursos y, con ello, la influencia en la opinión pública. Desde mayo de 2011, advertimos una cierta continuidad en el movi- miento 15-M, pese a sus periodos de latencia.18 Esto es así porque esa gran presencia mediática y social no puede mantenerse inalterable en el tiempo y es imposible que la protesta mantenga el mismo nivel de participación ininterrumpidamente. Sin embargo, aunque la intensidad del discurso va- ría, el debate persiste en una interacción mantenida. Los periódicos juegan así un papel indefectible en este contexto. Hay que tener en cuenta que un movimiento social no constituye un todo integrado, como tampoco sería adecuado afirmar que es estrictamente el producto de un determinado con- texto social, sino más bien de un proceso. 17 Cfr. Laraña, 1999, y Della Porta y Diani, 2006. Los ciclos de protestas pueden definirse como: “una fase de intensi- ficación de los conflictos y la confrontación en el sistema social” (Tarrow, 1997, p. 263). 18 El periodo de latencia se refiere a la acción que se desarrolla fuera de los ciclos de protesta. Este trabajo tiene en cuen- ta estos periodos, si bien de acuerdo con Laraña (1999, p. 200) existe “la tendencia entre los analistas a centrarse en los aspectos visibles y los momentos de auge de los movimientos y a dejar de lado la relación existente entre las fases de visibilidad y latencia”. 338 La opinión publicada sobre el movimiento 15-M - Ana María García–Arranz La Tabla 2 muestra las frecuencias relativas al número de artículos de opinión sobre el 15-M en cada periódico digital. Predomina abc.es (37,6 %), seguido de cerca por elpais.com (36,8 %), siendo elmundo.es (25,6 %) el que ocupa el tercer lugar. Al margen del tratamiento otorgado –normalmente con diferencias dualistas en su enfoque e interpretación–, estos datos de- muestran que es precisamente un periódico de distinta tendencia ideológica a la asignada al movimiento en un primer momento el que mayor visibili- dad le otorga en sus páginas. De acuerdo con Pinilla (2011), en su estudio sobre El Mundo y El País en el tratamiento informativo del 15-M, lejos de lo que pudiera esperarse, estos periódicos no se ajustaron en todo momen- to al discurso socialista y al popular. Tabla 2 Periódico Frecuencia Porcentaje elpais.com 200 36,8 elmundo.es 139 25,6 abc.es 204 37,6 Total 543 100,0 Fuente: Elaboración propia. En relación con los tipos de artículos de opinión (Tabla 3), prevale- cen las ‘columnas’ (38,3%), mientras que son las ‘cartas’ (15,5%) las que registran una menor frecuencia absoluta, lo que no excluye su importancia (éstas se concentran en ciertos periodos, como veremos posteriormente). Asimismo, no hay diferencias relevantes entre los porcentajes resultantes del cómputo de ‘tribunas’ y ‘editoriales’ (24,1% y 22,1%, respectivamente). Tabla 3 Opinión Frecuencia Porcentaje Editorial 120 22,1 Tribuna 131 24,1 Columna 208 38,3 Carta 84 15,5 Total 543 100,0 Fuente: Elaboración propia. 339Palabra Clave - ISSN: 0122-8285 - Vol.17 No. 2 - Junio de 2014. 320-352 A continuación se recogen los resultados referidos a los autores (Tabla 4 ), entre los que destacan ‘periodistas’ (48,4%) y ‘otros’ (28,5%), al tiempo que se encuentran artículos escritos por un nutrido número de académicos (16,4%) que han analizado el 15-M desde muy variadas perspectivas, dado que es un ejemplo de la nueva praxis movimientista. En ‘otros’ se recogen los supuestos en los que la autoría del artículo de opinión va por cuenta de un ciudadano o bien de aquellos autores cuya profesión no se especifica o es confusa. Dos han sido los criterios que se han aplicado en el proceso de construcción de esta variable: en primer término, se persigue mejorar la he- terogeneidad entre los distintos atributos que la conforman, para evitar su dispersión, y, en segundo término, se busca garantizar su homogeneidad in- terna. De esta forma, se ha creado una variable con cinco atributos, que ha permitido identificar de un modo más operativo el contenido de la muestra. Tabla 4 Autor Frecuencia Porcentaje Periodistas 263 48,4 Académicos 89 16,4 Analistas expertos y otros profesionales 24 4,4 Políticos 12 2,2 Otros 155 28,5 Total 543 100,0 Fuente: Elaboración propia La Tabla 5 muestra que del cruce entre las variables tipo de artículo ‘opinión’ y ‘periódico’ predominan ciertas claves muy significativas. En tér- minos agregados, son las ‘tribunas’ en elpais.com y las ‘cartas’ en abc.es las que destacan por una significativa asociación una vez efectuado el vínculo de ambas categorías (9,5 y 8,9 respectivamente). En el lado contrario, sobresale la relación de fuerte rechazo entre los editoriales y elpais.com (–6,3), que opta por reservar sus tribunas a una opi- nión individualizada. Este dato contrasta con un rasgo específico de rechazo a este tipo de artículos en abc.es (–-5,2). Por su parte, es elmundo.es el que re- 340 La opinión publicada sobre el movimiento 15-M - Ana María García–Arranz gistra una atracción atípica hacia los editoriales (5,8), prefiriendo que sea la voz del propio periódico la que explique, valore y juzgue el hecho noticioso. Pese a que la variable ‘opinión’ presenta un razonable nivel de hete- rogeneidad entre los atributos, es preciso tener en cuenta que cada uno de ellos es el resultado de integrar categorías asociadas a los diferentes perió- dicos que utilizan distintas nomenclaturas con un alto grado de dispersión y cuyas contradicciones intrínsecas a tales desemejanzas la hacen poco ope- rativa y limitan los estudios cuantitativos avanzados. De esta manera, se han identificado de un modo más transparente las pautas anómalas que relacio- nan las distintas categorías de artículos de opinión en su vinculación con los periódicos digitales. Si atendemos a la distribución que presentan los datos relativos a los que han escrito sobre el movimiento de los indignados en los diarios digi- tales (tabla 6 ), la atención se concentra especialmente en la intensa atrac- ción que proyecta elmundo.es hacia ‘periodistas’ (9,0). Este rasgo específico evidencia que el periódico digital se inclina por recurrir a sus propios recur- sos redaccionales y a la perspectiva profesional del periodista como analis- ta de la realidad referida al movimiento. Le sigue ‘otros’ en elpais.com (5,3), que ha reservado un espacio a la opinión popular. La tendencia se invier- te al atender a la relación de intenso rechazo entre ‘periodistas’ y elpais.com (–9,9) y elmundo.es y ‘otros’ (–7,8). El marcado distanciamiento de elpais. com se explica, en buena parte, por su preferencia por ‘políticos’ (4,0), ‘aca- démicos’ (3,9) y ‘analistas expertos y profesionales’ (2,7) para llenar sus tribunas de opinión, lo que difiere enormemente del sistemático desajuste que presentan los restantes periódicos hacia tales atributos. Tabla 5 Opinión vs. periódico. Residuos Variables ‘opinión’ y ‘periódico’: X² (6, N=543) = 182,776, p<.001. Fuente: Elaboración propia. elpais.com elmundo.es abc.es Editorial -6,3 5,8 1,1 Tribuna 9,5 –4,7 –5,2 Columna 0,4 2,8 –2,9 Carta –4,7 –4,8 8,9 341Palabra Clave - ISSN: 0122-8285 - Vol.17 No. 2 - Junio de 2014. 320-352 Tabla 6 Autor vs. Periódico. Residuos elpais.com elmundo.es abc.es Periodistas –9,9 9,0 1,8 Académicos 3,9 –,5 –3,5 Analistas expertos y otros profesionales 2,7 –2,5 –,4 Políticos 4,0 –2,1 –2,1 Otros 5,3 –7,8 1,7 Variable ‘autor/es’ y ‘periódico’: x² (8, N=543) = 149,057, p<.001. Fuente: Elaboración propia. Al comparar esta distribución en relación con el tipo de artículo de opinión (tabla 7 ), de un modo coherente con los resultados anteriores, los datos más relevantes en términos de atracción específica son ‘otros’ y ‘car- tas’ (15,5) y ‘académicos’ y ‘tribuna’ (13,4), así como ‘periodistas’ y ‘edito- rial’ (12,8), de modo que parece no haber grandes contradicciones entre la tipología de opinión y el perfil de su autoría, por lo que se manifiesta la coherencia de los rasgos específicos hallados. Tabla 7 Autores vs. Opinión. Residuos Editorial Tribuna Columna Carta Periodistas 12,8 –6,7 2,2 –9,7 Académicos –5,5 13,4 –3,8 –4,4 Analistas expertos y otros profesionales –2,7 6,4 –1,8 –2,1 Políticos –1,9 5,5 –2,8 –,7 Otros –7,8 –8,3 2,5 15,5 Variable ‘autor/es’ y ‘opinión’: x² (12, N=543) = 571,988, p<.001. Fuente: Elaboración propia Tal y como se aprecia en la tabla 8 , y teniendo en cuenta lo señalado hasta el momento, las ‘tribunas’ presentan una relación de atracción atípica- mente fuerte hacia las macrocategorías ‘junio’ y ‘elpais.com’ (4,6), así como el mismo tipo de artículo hace lo propio en el mes de agosto en el mismo dia- rio digital (4,1). Por el contrario, se acentúa el rasgo específico de rechazo de este periódico en dichos periodos (junio y agosto) hacia los ‘editoriales’ 342 La opinión publicada sobre el movimiento 15-M - Ana María García–Arranz (–3,9 y –3,7, respectivamente). Los valores restantes son relativamente ho- mogéneos en su distribución, sin que presenten rasgos atípicos relevantes. Tabla 8 Opinión por periódico y mes. Residuos elpais.com elmundo.es abc.es Mayo Editorial –1,8 1,6 –0,3 Tribuna 3,9 –1,8 –2,3 Columna –,7 3,4 –2,7 Carta –,9 –3,5 4,5 Junio Editorial –3,9 1,9 2,3 Tribuna 4,6 –2,7 –2,1 Columna 2,4 2,3 –5,2 Carta –3,3 –2,2 6,2 Julio Editorial –2,6 1,6 1,5 Tribuna 2,6 –2,1 –0,9 Columna 1,2 1,4 –2,7 Carta –2,4 –1,2 3,8 Agosto Editorial –3,7 3,0 0,9 Tribuna 4,1 –1,8 –2,3 Columna 2,8 1,9 –4,4 Carta –3,3 –3,3 6,2 Septiembre Editorial –3,1 1,9 1,5 Tribuna 3,5 –1,4 –2,4 Columna 0,4 0,4 –0,8 Carta –1,8 –1,2 3,2 Octubre Editorial –1,1 3,0 –1,1 Tribuna 2,8 –1,2 –1,7 Columna –2,0 –0,4 2,1 Carta 0,5 –1,2 0,4 Noviembre Editorial –0,6 1,7 –0,6 Tribuna 3,6 –0,2 –3,1 Columna –2,8 –0,7 3,0 Carta –0,6 –0,4 0,8 Variables ‘opinión’, ‘periódico’ y ‘mes’. Mayo: x² (6, N=543) = 42,451, p<.001. Junio: x² (6, N=543) = 77,434, p<.001. Julio: x² (6, N=543) = 28,213, p<.001. Agosto: x² (6, N=543) = 68,665, p<.001. Septiembre: x² (6, N=543) = 28,650, p<.001. Octubre: x² (6, N=543) = 17,561, p=.007.Noviembre: x² (6, N=543) = 16,693, p=.010. Fuente: Elaboración propia. 343Palabra Clave - ISSN: 0122-8285 - Vol.17 No. 2 - Junio de 2014. 320-352 En la tabla 9 se evidencia la potente asociación específica que vincu- la los meses de junio y agosto (meses de mayor afluencia informativa) con los periodistas como sujetos que opinan sobre el 15-M. Aquí predomina el elmundo.es (5,9 y 5,7 respectivamente), lo que se explica por un alejamien- to de este periódico de la utilización de fuentes externas durante el mes de mayor impacto (–5,0). Le sucede elpais.com, en el que son precisamente los periodistas (–4,8) los que menos cargo se hicieron de la protesta en ese pe- riodo de gran peso informativo, lo que indica nuevamente que este perió- dico delegó la opinión entre los atributos restantes. Tabla 9 Autor por periódico y mes. Residuos elpais.com elmundo.es abc.es Mayo Periodistas –2,2 3,4 –1,1 Académicos 0,2 1,5 –1,8 Analistas expertos y otros profesionales 2,6 –1,4 –1,3 Políticos 1,3 –0,7 –0,7 Otros 0,7 –4,0 3,4 Junio Periodistas –4,8 5,9 –1,1 Académicos 2,2 –1,0 –1,3 Analistas expertos y otros profesionales 1,0 –0,1 –1,0 Políticos 1,8 –1,1 –0,8 Otros 2,7 –5,0 2,6 Julio Periodistas –2,9 3,3 0,2 Académicos 0,6 0,0 –0,6 Analistas expertos y otros profesionales 0,8 –1,3 0,3 Políticos 1,0 –0,5 –0,6 Otros 1,9 –2,5 0,2 Agosto Periodistas –4,3 5,7 –1,1 Académicos 2,4 –0,7 –1,7 Analistas expertos y otros profesionales 2,0 –0,9 –1,1 Políticos 2,0 –0,9 –1,1 Otros 1,3 –4,7 3,0 Septiembre Periodistas –4,6 3,2 1,9 Académicos 2,2 –0,7 –1,8 Analistas expertos y otros profesionales 1,6 –,9 –1,0 Políticos 1,6 –,9 –1,0 Otros 1,5 –2,3 0,5 344 La opinión publicada sobre el movimiento 15-M - Ana María García–Arranz Variable ‘autor/es’, ‘periódico’ y ‘mes’. Mayo: x² (8, N=543) = 30,705, p<.001. Junio: x² (8, N=543) = 44,871, p<.001. Julio: x² (8, N=543) = 15,043, p=.058. Agosto: x² (8, N=543) = 48,298, p<.001. Septiembre: x² (8, N=543) = 25,888, p=.001. Octubre: x² (8, N=543) = 20,693, p=.008.Noviembre: ² (8, N=543) = 24,826, p=.002. Fuente: Elaboración propia. Si desagregamos el análisis de los autores en función el periódico y el mes (tabla 10 ), se manifiestan particularidades muy significativas. Como ya se ha apuntado, el mes de mayo no destaca por la intensidad en la afluencia noticiosa en su comparativa con meses posteriores (ocupa el tercer lugar de los siete meses que abarca el estudio) y, sin embargo, se presenta como el periodo predominante en el que ciudadanos de toda índole toman la pa- labra para dejar por escrito su opinión en los periódicos. Así, se evidencia una relación específicamente asociada con ‘otros’ y ‘cartas’ (7,8), que se re- plica en junio (7,1). De este modo, se confirma que los ciudadanos comu- nes pueden afectar el flujo de información, puesto que el peso de la opinión en estos sectores fue uno de los factores más determinantes en la asigna- ción de relevancia mediática al movimiento 15-M, de manera que el debate que en un primer momento se desplegaba en la red encontraba un espacio continuado en los periódicos digitales, tomando protagonismo en la esfe- ra pública central y no sólo en su lucha virtual. Conclusiones El análisis de la muestra y los anteriores resultados representan el reconoci- miento explícito de que el paradigma de los medios de comunicación –en concreto los periódicos digitales– y su control sobre el proceso de produc- elpais.com elmundo.es abc.es Octubre Periodistas –3,4 1,7 1,9 Académicos 1,9 0 –1,7 Analistas expertos y otros profesionales –1,3 –0,8 1,8 Políticos 0,6 –0,6 –0,2 Otros 3,1 –1,5 –1,8 Noviembre Periodistas –4,0 0,6 3,2 Académicos 0,8 0,7 –1,2 Analistas expertos y otros profesionales 0,3 –0,7 0,2 Políticos 2,4 –0,5 –1,8 Otros 3,7 –1,0 –2,7 345Palabra Clave - ISSN: 0122-8285 - Vol.17 No. 2 - Junio de 2014. 320-352 Tabla 10 Autor por opinión y mes. Residuos Editorial Tribuna Columna Carta Mayo Periodistas 6,6 –1,6 –0,7 –5,1 Académicos –2,7 2,9 2,4 –2,1 Analistas expertos y otros profesionales –1,5 4,2 –1,1 –1,2 Políticos –0,7 2,1 –0,5 –0,6 Otros –4,3 –2,9 –0,4 7,8 Junio Periodistas 6,6 –1,8 –0,2 –5,0 Académicos –2,3 6,8 –1,8 –2,1 Analistas expertos y otros profesionales –1,0 2,1 –0,2 –0,9 Políticos –0,8 2,9 –1,1 –0,7 Otros –4,7 –4,2 1,8 7,1 Julio Periodistas 5,1 –1,8 –1,6 –2,0 Académicos –2,0 3,3 –0,9 –1,1 Analistas expertos y otros profesionales –1,5 3,6 –1,8 –0,8 Políticos –0,6 1,4 –,7 –0,3 Otros –2,8 –3,6 4,0 3,6 Agosto Periodistas 6,4 –3,0 0,9 –4,4 Académicos –2,3 6,9 –1,7 –2,4 Analistas expertos y otros profesionales –0,8 2,8 –1,0 –0,8 Políticos –0,8 2,8 –1,0 –0,8 Otros –4,2 –3,9 1,0 6,7 Septiembre Periodistas 4,1 –2,9 0,4 –1,8 Académicos –2,0 4,0 –1,5 –1,2 Analistas expertos y otros profesionales –0,8 2,1 –1,1 –0,4 Políticos –0,8 2,1 –1,1 –0,4 Otros –2,0 –2,6 2,1 3,7 Octubre Periodistas 3,4 –3,8 2,8 –3,3 Académicos –1,9 5,8 –2,7 –1,5 Analistas expertos y otros profesionales –0,9 1,2 0,1 –0,7 Políticos –0,6 0,8 –1,3 1,8 Otros –1,7 –2,2 –0,4 5,7 346 La opinión publicada sobre el movimiento 15-M - Ana María García–Arranz ción informativa y de opinión conserva actualmente su validez analítica. Los diarios analizados no han sido un mero soporte en el que se han pro- yectado los discursos de los indignados, sino un espacio de referencia. Su labor informativa pasó a formar parte de la situación del conflicto a través de su retórica y su autorreferencia, creando un espacio en el que mostrar la tensión entre las relaciones de poder entre los actores políticos y sociales, sobre todo a través de las páginas de opinión. Se constata la preferencia de elpais.com por la opinión experta, de el- mundo.es por plasmar su perspectiva institucional y de abc.es por reservar un amplio espacio a las cartas de ciudadanos anónimos que inundan su sección de opinión. Asimismo, se manifiesta la amplia y heterogénea cobertura del movimiento 15-M en los meses de estudio, a pesar de su inevitable natura- leza voluble y de su movimiento mediático pendular, que favorece un cli- ma de seguimiento o rechazo que lo ha mantenido vivo hasta nuestros días. Las redes sociales, las plataformas de microblogging, el periodismo ciu- dadano y otros desarrollos de la web semántica y del periodismo 3.0 ganan cada vez más presencia en la esfera pública y difuminan las fronteras entre periodistas, ciudadanos y expertos. La confluencia entre los medios socia- les y el periodismo tradicional se produce en mitad del proceso de reajuste en la producción de las noticias con el consiguiente incremento de agen- tes sociales suministradores de información que analizan y escriben sobre la realidad social y política. Sin embargo, tal y como hemos podido con- Variable ‘autor/es’, ‘opinión’ y ‘mes’. Mayo: x² (12, N=543) = 109,309, p<.001. Junio: x² (12, N=543) = 131,433, p<.001. Julio: x² (12, N=543) = 65,031, p<.001. Agosto: x² (12, N=543) = 124,644, p<.001. Septiembre: x² (12, N=543) = 50,885, p=.001. Octubre: x² (12, N=543) = 77,946, p<.001. Noviembre: x² (12, N=543) = 43,641, p<.001. Fuente: Elaboración propia. Editorial Tribuna Columna Carta Noviembre Periodistas 1,9 –3,7 2,7 –1,4 Académicos –1,1 5,0 –3,9 –0,4 Analistas expertos y otros profesionales –0,6 0,2 0,2 –0,2 Políticos –0,5 2,3 –1,8 –0,2 Otros –0,9 –1,8 1,4 2,9 347Palabra Clave - ISSN: 0122-8285 - Vol.17 No. 2 - Junio de 2014. 320-352 firmar, los lugares que estos agentes ocupan en el periodismo digital per- manecen inalterables. Los ciudadanos interactúan en estos periódicos con sus comentarios y cartas, sin intervenir en la toma de decisiones de la pro- ducción de noticias, y son los periodistas y editores los que continúan des- empeñando su función de gatekeepers. Lo anterior no se contradice con el hecho de que el escenario reconstruido en estas páginas a través del ejem- plo del movimiento 15-M presente un ambiente informativo en el que pe- riodismo digital se apoya en prácticas de información y discusión ajustadas al nuevo entorno mediático en consonancia con los nuevos actores que pro- picia la red, que actúan como fuente y transmisores en los ciclos de noti- cias, proponiendo nuevas cuestiones que poner sobre el tapete público. Sin embargo, su consolidación como referentes enunciativos en el proceso so- cial es todavía incierta y no deberá ir en detrimento de la profesionalidad del periodista, de su responsabilidad social y de la calidad narrativa. No es menester olvidar que para que exista un proceso de comunicación eficaz es necesaria una correspondencia entre emisor y receptor y un canal solí- cito y eficiente, instancia que satisfacen los periódicos digitales y no otras web de agregación. Sólo así estos procesos podrán dar lugar a transforma- ciones fundamentales en la opinión pública para la sedimentación de las ideas, los avances y el logro social. El análisis efectuado nos sitúa en unas coordenadas de profundo cam- bio. El periodismo responde a ellas y su objetivo debe mantenerse inalte- rable: presentar este escenario con objetividad y rigor, sabiendo gestionar esa ingente conversación que hoy fluye en la órbita comunicativa, porque una cosa es la conversación y otra la información, y el acceso a esta última es cualitativamente mucho más importante, al menos a efectos políticos y democráticos. Las limitaciones de este estudio plantean nuevos interrogantes para futuras investigaciones en el ámbito del periodismo digital y de los movi- mientos sociales, centradas en el grado de influencia en la participación po- lítica de las transformaciones sobrevenidas en la comunicación pública. El objetivo es el análisis continuado y cada vez más sistemático y preciso de los procesos de circulación de la información. 348 La opinión publicada sobre el movimiento 15-M - Ana María García–Arranz Referencias Anduiza, E., Cristancho, C. y Sabucedo, J. M. (2012). “Mobilization through Online Social Networks: the political protest of the indignados in Spain”. Disponible en: http://webh01.ua.ac.be/prosurvey/pu- blications/1344588239.pdf [fecha de consulta: 16 de septiem- bre de 2012]. Bassets, Ll. (2013). El último que apague la luz. Sobre la extinción del perio- dismo. Madrid: Taurus. Bennett, W. L. (2003). “Communicating global activism”. En: Information, Communication & Society, 6 (2), pp. 143-168. Bennett, W. L. y Segerberg, A. (2012). “The logic of connective action. Di- gital media and the personalization of contentious politics”. En: In- formation, Communication & Society, 15 (5), pp. 739-768. Candón, J. 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