(Microsoft Word - Introducci\363n2.doc) INTRODUCCIÓN n 1998 el fallo de la Corte Constitucional de Colombia -que decidió que el manejo de la información no era exclusividad ni de los poseedores de una tarjeta profesional, ni de los egresados de las facultades de Comunicación Social y Periodismo- sirvió de punto de partida para promover un antiguo debate entre quienes creen que la actividad informativa no es cuestión de universidad sino de pura práctica y quienes piensan que el rigor de la academia forma unos mejores profesionales. Pero independientemente de los criterios que, de lado y lado, se presenten, la decisión lo que llevó fue a generar una nueva conciencia en quienes tienen a su cargo la tarea de formar periodistas que enfrenten a una sociedad ávida de información clara, veraz y oportuna. Y lo más importante, a legitimar, que sólo los buenos profesionales alcanzan el reconocimiento y una ubicación de privilegio dentro de los medios masivos de comunicación. No ajena a esta situación, la Facultad de Comunicación Social y Periodismo de la Universidad de La Sabana también promovió intensamente el debate y durante el segundo semestre del año realizó un foro internacional denominado El Futuro de la Enseñanza del Periodismo y su Relación con los Medios. De él tomaron parte destacados representantes de la academia española, chilena, estadounidense y, por su puesto, colombiana, junto con importantes directores de medios de comunicación del país. Dada la importancia de los planteamientos allí presentados, Palabra-Clave recoge en esta edición las memorias del evento que tuvo como gran conclusión que la academia esta dispuesta a entregar lo mejor que tiene para competir con quienes, teniendo una formación distinta a la periodística, compiten por un lugar en la prensa, la radio o la televisión. Expertos de la academia, dentro de quienes se cuentan, Silvia Pellegrini, decana de la facultad de Comunicaciones de la Universidad Católica de Chile; Javier Fernández del Moral, quien a la fecha del foro se desempeñaba como decano de la Facultad de Ciencias de la Información de la Universidad Complutense de Madrid; Tom Goldstein, decano de la Facultad de Periodismo de la Universidad de Columbia y Diana Sofía Giraldo, decana de la Facultad de Periodismo de la Universidad de La Sabana, expusieron sus principales puntos de vista acerca del quehacer periodístico y la necesidad de estrechar el trabajo con los medios de comunicación. Por su parte, representantes del ejercicio periodístico, como José Salgar, columnista del El Espectador y Darío Arizmendi, director de Noticias de Caracol Radio, coincidieron en la urgencia de acercar a la academia al ejercicio, de manera que la educación que se coordina en las facultades responda a lo que en realidad requieren los medios. De otro lado, Palabra-Clave complementó su edición con cuatro artículos de gran importancia: El Periodismo y el periodista virtuales, que da cuenta de la necesidad de que los profesionales de los medios estén a tono con el. mundo de la cibersociedad; la educación en las facultades, una propuesta de Comunicación Pública, que desarrolla un esquema de trabajo para abordar un tema que las más importantes escuelas de Comunicación y Periodismo del mundo ya incluyen en sus planes de estudio; ¡Qué Centuria!, un artículo para entender mejor el Periodismo norteamericano; y un texto acerca de un tema que jamás pasará de moda: la educación, en la pluma de Fernando Savater, uno de los teóricos de la educación más reconocidos en el mundo y cuyo texto fue posible conseguir gracias al diario El Pais de Madrid y su serie La Educación que Queremos. EL CONTEXTO DEL EJERCICIO El tema es particularmente importante para Colombia, dado el nuevo ordenamiento de los medios de comunicación. Apenas para citar algunos ejemplos, diarios tradicionalmente familiares, como El Espectador, pasaron a manos de grupos económicos y las revistas especializadas en Economía, luego de atravesar por el boom propio del Palabra Clave vi Número 3 · 1999 proceso de internacionalización, también se reorganizaron. Unas se consolidaron y otras, simplemente, desaparecieron. En el campo de los medios audiovisuales, la entrada en escena del sector privado puso en marcha la más agresiva y peligrosa competencia. Los últimos hechos registrados en el país, tales como el proceso de paz entre los grupos subversivos y el Gobierno colombiano, y la propia tragedia del llamado Eje Cafetero han sido la prueba más clara de que si bien la competencia informativa esta al "rojo vivo", la competencia profesional debe estar por encima de cualquier ganancia. El trabajo es intenso. Por un lado, la objetividad sigue siendo, definitivamente, la palabra más desprestigiada de la labor periodística. El acomodamiento de la información a los intereses políticos y económicos no deja actuar a quienes buscan un Periodismo socialmente responsable. Por otro, el afán de protagonismo, en aras de una mejor circulación y hasta mejores ventas esta llevando, asimismo, a la trivialización de la información, a la consiguiente subvaloración del género periodístico por excelencia, la noticia; a la pérdida de identidad de lo que antaño fueron los géneros periodísticos y a la pérdida de lo que un día se constituyó en fuente inagotable del rigor científico, traducido en reportajes periodísticos de alta envergadura. El detrimento del quehacer periodístico es tal que, inconcebiblemente, hasta se ha logrado acunar el término de Periodismo "comercial", entendido como el único que realmente vende. Por todo esto, con tarjeta profesional o sin ella, lo que ha quedado en evidencia es la necesidad de periodistas que de verdad entreguen al público la información seria y oportuna. Si este panorama existe, aún con personas que han pasado por las aulas, imaginemos lo que pasará cuando la información caiga en manos de quienes no tienen ni la menor idea de lo que tienen que hacer con ella. Ello, a pesar de que en Colombia el periodista cuenta ahora apenas con las responsabilidades individuales de un ciudadano corriente, pero sin la posibilidad de que se reglamenten sus responsabilidades sociales, propias del ejercicio de la actividad periodística como profesión. Palabra Clave vii Número 3 · 1999 Unos y otros coinciden en que a mayor competencia, mejor será el Periodismo y mejores tendrán que ser las facultades de comunicación. Un mejor Periodismo que clama a gritos el país, porque con todo y los esfuerzos, se registran a diario desafortunados episodios que llevan a considerar al Periodismo como una profesión ligera, a desinformar a la opinión pública, e incluso, a generar situaciones que en muchas oportunidades agravan conflictos. Para la Universidad de La Sabana, lo que queda claro es que, en este escenario, la academia desempeña un papel decisivo en la formación humanística y ética, para educar periodistas con criterio, capaces de poner los avances científicos al servicio de la sociedad. ADRIANA PATRICIA GUZMÁN Q. Universidad de La Sabana Campus del Puente del Común Palabra Clave vii Número 3 · 1999