(Microsoft Word - As\355 se ense\361a periodismo) Palabra Clave 63 Número 3 · 1999 ASÍ SE ENSEÑA PERIODISMO EN NORTEAMÉRICA La formación periodística en Estados Unidos es quizá una de las más admiradas en el mundo entero y en particular, la que ofrece la Universidad de Columbia. Sin embargo, el valor de la enseñanza, como lo dice, el propio decano de la facultad, es todavía bastante subjetivo. Tom Goldstein Es doctor en Periodismo y Jurisprudencia. Decano de la Facultad de Periodismo de la Universidad de Columbia en Nueva York. Ha sido profesor de la Facultad de Periodismo de la misma universidad y fue decano de la Universidad de Berkeley. También fue profesor distinguido de la Universidad de la Florida y profesor adscrito del Graduate School of Journalism de Nueva York. Fue consultor, reportero y editor de varios medios como ABC Noticias, New York News Day, Wall Street journal entre otros. Ha escrito artículos para el New York Times Magazine, Washington Journalism Review y Washington Post. TOM GOLDSTEIN Palabra Clave 64 Número 3 · 1999 l punto de partida de esta disertación radica en el hecho de que la Universidad de Columbia, con todo y su prestigio, está llamada a desempeñar un mayor papel internacional y específicamente, en este hemisferio. Creo que la competencia abierta, fortalece la empresa, y en especial, después de un periodo de incertidumbre, pienso que sólo puede llevar a buenas cosas. Prepararme para este certamen me forzó a revisar algunos supuestos y quizás a revaluar algunos sesgos de mi parte con relación a la enseñanza del Periodismo en Estados Unidos. En la Universidad de Columbia estamos haciéndonos un autoexamen bastante detallado, toda vez que hemos concluido que no podemos ser estáticos. Tenemos ante nosotros un feroz desafío y una seria competencia; de ahí que éste es un buen momento para pensar de nuevo en estos asuntos. Así como en Colombia la enseñanza del Periodismo está bajo el microscopio y evoluciona en diferentes direcciones, también debe hacerlo en Estados Unidos. Se hizo una muy atenta presentación de mi carrera profesional y quiero enfatizar en algunos puntos que pueden resultar útiles al pensar lo que representa la enseñanza del Periodismo en Estados Unidos. Me convertí en periodista cuando estaba en bachillerato. Trabajaba en un periódico que teníamos en el colegio y luego, me vinculé con el periódico de la universidad. Durante los veranos que pasaba allí, trabajaba en Búfalo, Nueva York, y aunque disfrutaba mucho de la labor como periodista, decidí que no iba a ser mi carrera profesional. Así que entré a la facultad de Derecho y me convertí en uno de esos abogados que ejerce como periodista. Estuve en la facultad de Derecho y no me gustó en absoluto. Tomé una licencia para ausentarme de la facultad durante nueve meses. Entre tanto, pase a la parte del Periodismo y fue maravilloso. E Así se enseña Periodismo en Norteamérica Palabra Clave 65 Número 3 · 1999 Aunque me convencieron de que volviera a la facultad de Derecho, lo cual hice en los siguientes dos años, trabajé como periodista de tiempo completo en Nueva York. Creo que por coincidencia terminé cubriendo asuntos jurídicos, especialmente en el New York Times. Asé que en ese momento tenía tanta experiencia en Periodismo como en Derecho, pero pude nivelar bien las cosas. En Estados Unidos el valor de la enseñanza del Periodismo es muy subjetivo, se relaciona con la experiencia de quien ejerce y en consecuencia, del esquema anecdótico en el que haya vivido. Por eso vale la pena ponerla en un contexto más amplio. La mejor información que tenemos, a partir de algunas estadísticas, sugieren que las tres cuartas partes de los periodistas que practican el Periodismo en Estados Unidos saldrán de una facultad de Periodismo en el país, pero muchos de aquellos que ocupan los puestos más elitistas no asistieron precisamente a facultades de Periodismo en una universidad. Lo cual resulta una preocupación para una persona que, como yo, dirigimos una facultad de Comunicación. En Estados Unidos no hay ortodoxia sobre cómo enseñarle a los periodistas, no hay ningún tipo de licenciamiento, no hay ningún requerimiento en cuanto a cómo ser un periodista. No hay métodos formales de disciplina. Hoy existe un gran interés, especialmente dado por el rápido crecimiento de Internet, de saber quién es exactamente el periodista y yo tiendo a tomar una definición bien costosa del periodista: es aquel que puede encontrarse una audiencia. Definitivamente, una definición costosa. Hay otras definiciones que son mucho más restringidas. De hecho, el año pasado un tribunal en Washington D.C., en una opinión que no fue muy resaltada, pero que al mismo tiempo fue bastante seria, dio un concepto de periodista, al definir quién no es un periodista y con esto mencionó a un hombre que durante mucho tiempo no quería decir nada para nadie. Era un personaje que tenía un sitio en Internet en donde TOM GOLDSTEIN Palabra Clave 66 Número 3 · 1999 glorificaba el chisme, al punto de que terminó convirtiéndose en una celebridad de Washington. Actualmente, cuenta con su propio programa de televisión, pero en esta sentencia, en donde estamos hablando de una denuncia que se hizo contra quien actuaba como periodista, el juez dijo que como no era periodista no merecía ciertas protecciones. Lo que me causá más sorpresa fue ver que la comunidad de periodistas no se pronunció en su contra para quejarse, aunque una decisión de este tipo puede tener un impacto bastante amplio y consecuencias poco placenteras para los periodistas. LA ENSEÑANZA NORTEAMERICANA A pesar del denominado "Verano de la vergüenza" en Estados Unidos, el último fue un buen año. Claro, muchas cosas malas han sucedido: la CNN hizo un informe sobre el cual luego tuvo que corregirse; aunque tuvo el valor de rectificar, lo cierto es que sacó un reporte al aire que nunca debió hacer. Así mismo, un periódico de la compañía del New York Times tuvo que exigir la renuncia a dos columnistas que presentaron una mala interpretación de un material, de tal suerte que el medio debió pagar al dueño de Chiquita Banana por una serie de artículos que atacaba a la empresa. La esencia de los artículos nunca se cuestionó, fue la técnica que dió como resultado la obtención de la información, toda vez que al parecer, interfirieron el sistema telefónico de voz de Chiquita Banana. A esto hay que sumar todo el papel que ha jugado el Periodismo en el caso Clinton-Lewinski. Hay puntos de vista en que la prensa desempeñó un buen trabajo, hay otros en que no lo hizo. En Estados Unidos se ha adoptado la regla de dos fuentes, que no es exactamente a prueba de falla, tal como se ha demostrado en estos últimos meses con todo lo sucedido. Así que la prensa, de cierta forma, se encuentra a la defensiva, en este momento. Además también estamos en un proceso de introspección sin paralelo. Hay muchos grupos que se han organizado para estudiar y analizar asuntos de credibilidad y justicia, y resulta interesante que en Así se enseña Periodismo en Norteamérica Palabra Clave 67 Número 3 · 1999 este período de introspección por el cual hemos pasado, la enseñanza del Periodismo, la educación de los periodistas no ocupe un lugar fundamental en la agenda, pero me imagino que llegará a serlo. La facultad de Periodismo de la Universidad de Columbia es en teoría pequeña, tiene un total de 300 estudiantes; pero para mí es grande, quizá demasiado grande. El programa dura nueve meses y se constituye en la maestría más corta que existe en el país. Muchos estudiantes aseguran que el programa es muy riguroso, que los exprimimos hasta la muerte. Tenemos muchos estudiantes internacionales en un número creciente. También hemos desarrollado un programa de medio tiempo y hemos introducido un programa de doctorado, muy pequeño, de tres personas, lo cual es un cambio en la Universidad de Columbia, que se le considera como ejemplo de la enseñanza práctica profesional. Enseñamos de todos los tipos de medios de comunicación. Desde transmisión de televisión, radio y medios nuevos. Pero los medios impresos siguen siendo la médula, el núcleo central de estos temas. Lo que todo el mundo debe tomar se basa en el medio escrito y todavía seguimos el principio guía de que todo reportero, todo periodista, debe saber escribir bien. Tenemos otros programas y supervisamos los procesos. Por ello también hicimos la Columbia Journalist Review, que es en últimas una revisión del Periodismo. En términos generales está escrito por personas ajenas a la facultad, pero bajo nuestro control. También supervisamos muchos premios, incluyendo los premios Pulitzer que quizás son los más sobresalientes. Pero por ello, en muchas oportunidades se exagera y los medios hacen lo que sea por buscar el Premio Pulitzer. Es más, aquellos que se metieron en problemas por haber interceptado un sistema de voz, al parecer, estaban haciéndolo con tal de ganar un Pulitzer. También tenemos premios especiales para transmisiones y también me siento orgulloso de decir que el Premio María Cabot para periodistas TOM GOLDSTEIN Palabra Clave 68 Número 3 · 1999 latinoamericanos es uno de los más buscados. Ese es un importante vínculo con esta parte del hemisferio que me gustaría que fuera todavía más estrecho. Les puedo contar muchas cosas de mi universidad y en realidad es diferente a todas las escuelas de Periodismo del país. La de Berkeley, en donde estuve por ocho años, tiene un programa de dos años en lugar de uno y se coordina desde una facultad más pequeña. Allí se tomó la decisión, entre otras cosas, de no dar premios. El profesorado en Berkeley tiende a enfatizar en que la gente tome idiomas, que tome otros cursos adicionales y aunque parece menos riguroso, no lo es; lo que pasa es que la gente tiene más tiempo porque dura dos años. Estos son los dos únicos posgrados existentes en el país, que se enfocan en Periodismo. Hace tres anos U.S. News y The North American Review, que han desarrollado una audiencia de ranking como de escalafones, como al mejor hospital o la mejor universidad y que cuenta con divisiones aparte y muy buenas utilidades, trataron de clasificar las escuelas de Periodismo y no lo lograron. Lo hicieron una sola vez, pero nunca lo van a repetir. No pudieron establecer cuántas escuelas de Periodismo había realmente porque, en principio, no lograron definir que quería decir realmente el Periodismo. Se cometieron muchos errores. Por ejemplo, Stanford, una de las primeras universidades, apareció como la número cinco en el país en cuanto a la enseñanza de transmisiones, a pesar de que allí no se enseñan transmisiones de programas. CRÍTICAS SOBRE FORMACIÓN Hay una seria batalla profesional entre las escuelas que enseñan teoría de la comunicación y las que enseñan Periodismo práctico. Es un debate válido desde los dos puntos de vista y lo importantes es que hay mucho espacio para crecer. Debería ser más crítico y estar del lado profesional, pero de todas maneras por lo general hay un debate marcado por una falta de información de parte y parte. Así se enseña Periodismo en Norteamérica Palabra Clave 69 Número 3 · 1999 Existe la opinión entre aquellos que defienden la educación profesional y aseguran que permitir que los teóricos asuman el control del curriculum, por lo general, genera malos periodistas. Por otro lado, algunos teóricos piensan que los profesionales generan un curriculum vacío que no es merecedor de una educación tipo universidad. Creo que estos dos razonamientos están errados. En realidad parte de este debate se reduce al sistema que impera en los Estados Unidos, en donde es difícil aceptar que se le dé un cargo a alguien que ha sido periodista profesional o que ha hecho investigación. Por ejemplo, en lugares como la Florida, una vez que una facultad está creciendo su reputación y empieza a florecer, solamente busca gente de muy alto nivel, de gran renombre, para formar la nomina de su facultad. Por eso prácticamente sólo aceptan investigadores. Entonces, tener personas con antecedentes básicamente de investigación pura lo que ensenarán son cursos puros de Periodismo, lo cual puede ser un problema. En sitios como Berkeley o Columbia, el fenómeno es indiferente. Es decir, en términos de prestigio no importa si el docente tiene o no el grado de doctor. Yo, por ejemplo, no soy doctor, todo depende de lo que uno escriba. Si uno escribe cosas que tienen impacto, uno va a tener un cargo allí. En realidad creo que la forma de resolverlo no redunda en el beneficio de la enseñanza del Periodismo. Es preciso revisar un poco la historia del Periodismo en Estados Unidos y la forma como se ha ilustrado. En 1904 Joseph Pulitzer escribió sobre lo que debería ser la enseñanza del Periodismo en Estados Unidos en The North American Review, en donde hay elevados retos, elevados ideales y en donde, de paso, le jura fidelidad a la práctica del Periodismo en el interés público o en su beneficio. Esta es una prensa que todavía se preserva en Columbia University. Y él escribió: "mi idea es reconocer que el Periodismo es o debe ser una gran profesión intelectual para ser elevada y enseñada en la práctica y así forjar mejores profesionales en la misma forma como se hace en el TOM GOLDSTEIN Palabra Clave 70 Número 3 · 1999 Derecho o la Medicina". Esto último, claro, sugiriendo que siempre hay una especie de inferioridad en la academia, cuando se habla de los periodistas al tratar de decir que hay que elevarlo a ese nivel. La de Columbia, que sigue siendo la única universidad en la Liga Ivy, ha jugado un papel importante en el desarrollo del área, en gran parte por su importancia en los medios de Estados Unidos, empezando con un programa de pregrado para ahora constituirse en uno de Posgrado. Sólo hace un año, después de beneficiar a muchos estudiantes, nos convertimos en comidilla de los críticos, como Ev Dennis, al proclamar la escasa generación de nuevo conocimiento en Periodismo y Comunicación de nuestra parte. Sin embargo, el escrito de Dennis asegura que el centro intelectual del Periodismo se trasladó al occidente medio de Estados Unidos y que la Universidad de Columbia juega un papel importante en establecer altos estándares periodísticos con su programa de los premios Pulitzer y el Columbia Journalism Review. De ahí que una de las cosas que quiero hacer como decano es rescatar la posición de la Universidad de Columbia como el centro de este campo en el país. Otro informe que se escribió, con relación al tema, fue comisionado por la Fundación Ford en 1963 y se llama el Informe Boroff, un reporte especial con variadas ramificaciones. "Existe una sensación de que el Periodismo estadounidense no es tan bueno como debería serlo. Tiene demasiado de baja calidad, de frivolidad y de incoherencia". El documento cataloga de "floja la información en Periodismo y de instituciones marginales". Nunca supe quién fue el personaje que escribió esto; sé que murió poco después de escribir este informe. En mi clase del 98 tenía un muchacho, David Boroff, y le dije: ¿será que este informe lo escribió un pariente tuyo? Él no tenía ni idea de lo que le estaba hablando, pero semanas después averiguamos que había sido su padre. Así se enseña Periodismo en Norteamérica Palabra Clave 71 Número 3 · 1999 De todas maneras, este informe desempeñó un papel fundamental en el Periodismo del país y básicamente en la televisión pública. Estaba muy interesado en todos los tipos de comunicación y también anotó que en realidad no hay muchos personajes de primera línea que quieran entrar a ser periodistas; una crítica bastante dura. La solución que él propone y que fue adoptada por la Fundación Ford es algo muy común en todo el territorio norteamericano y consiste en no apoyar a las escuelas de Periodismo como tal, sino más bien estimular un entrenamiento de carrera intermedia. En la Universidad de Columbia lo que tenemos es una especie de subproducto de este reporte. En realidad es un programa dirigido, de acuerdo con este informe, a personas que ya han tenido una carrera profesional y que ingresan para tener un entrenamiento intensivo. Aquí vale la pena hacer referencia a los recursos destinados para el entrenamiento, que en realidad se han enfocado a un nivel de carrera intermedia para la formación de Periodismo. Una alternativa más fue la que ofreció el denominado Reporte Oregon que estableció lo siguiente: "el panorama del Periodismo y la comunicación masiva es desconsolador. Es un área de trabajo sin un sólido fundamento, que al someterla a una comparación con otras universidades muestra unas facultades con un gran cupo de alumnos, poca incidencia en las universidades a la que pertenecen (raramente la proveen de directivos líderes), pequeña infraestructura y bajo estándar en general". Las unidades de Comunicación y de Periodismo tienen una gran cantidad de alumnos que se matriculan pero tienen un profesorado reducido que tiene que trabajar muy duro y por lo general, nunca está dentro de los máximos niveles. Frente a esto, por ejemplo, Denis, agregaba que él tendría que promulgar verdades duras, aunque demasiado controvertidas y decía que la mayoría de los decanos de Periodismo lideran empresas de bajo estatus y de influencia limitada. La mayoría de los medios de comunicación más importantes de la nación busca instituciones educativas élite para las personas que contratan prefiriendo graduados brillantes de las escuelas de la Liga Ivy. TOM GOLDSTEIN Palabra Clave 72 Número 3 · 1999 Él se refería a escuelas o facultades de tipo comercial o de administración, como modelo, como un mapa para lograr un éxito en el campus. Resulta interesante que al comienzo del decenio de los sesenta, en respuesta al informe de la Fundación Ford, varias escuelas de Administración de Empresas del país se convirtieron en instituciones de posgrado y empezaron a contratar a investigadores de primera línea. Vemos la enseñanza del Periodismo como un campo en problemas. Es bastante variado, algunas son fuertes y otras no lo son tanto. Ciertamente no hay coherencia que lleve un principio guía, que exista a lo largo de todas las escuelas. En 1996, Maxwell, que se acababa de retirar del programa de la Escuela del estado de San Francisco realizó un estudio que se llamó Los Vientos del Cambio, en el que concluía que los estudiantes tienen que buscar con mucho esfuerzo una buena educación. Puede estar oculta bajo nombres como la comunicación de masas o ciencias de la información o puede que desaparezca totalmente dentro de un genérico de comunicadores. Creo que no tenemos suficiente información para apoyar esta posición. Pero creo que se llevará a cabo esta educación. En cuanto a la educación del Periodismo hay que rescatar la parte práctica y ha crecido probablemente para reflejar el crecimiento de su fuerza de trabajo y me parece que eso no es malo, no tiene ningún problema. Que el componente del Periodismo profesional sea un porcentaje menor no debe ser algo que asuste ni ponga en peligro a nadie, pero creo que ese el componente que falta del análisis. Me preocupa la calidad de los candidatos, de aquellos que quieren entrar a la carrera de Periodismo, el extremo de arriba y abajo son espectaculares. La parte del medio podría ser un poco más fuerte. Las prioridades del sector durante los últimos veinte años han sido no desarrollar un mayor volumen de talento, sino diversificar esa plataforma que me parece que es un objetivo muy noble, pero hay que Así se enseña Periodismo en Norteamérica Palabra Clave 73 Número 3 · 1999 pagar su precio, hay que pagar su costo y el mercado de trabajo fluctúa. Hay años de "boom". Los comienzos de los noventa fueron malos, pero hay altibajos. Cuando yo era estudiante, había menos de cien alumnos en Columbia. El resultado ahora es que la facultad ha crecido cerca de tres veces en tres décadas. Hoy dependemos mucho del profesorado de medio tiempo, que tenemos que escoger entre los periodistas de Nueva York que les encanta venir y que no lo hacen por dinero, porque, de hecho, no les pagamos muy bien. Además, quizá, eso les da la oportunidad de conocerse. Dentro de la línea tecnológica, si bien hace doce años teníamos máquinas manuales, hoy creo que ninguna facultad puede tener cosas tan obsoletas y si bien me preocupa que caigamos en las manos de la tecnología, es indispensable. Como yo era nuevo, sentía que me habían traído para hacer autoanálisis de lo que estaba haciendo la universidad de Columbia, pues yo soy la única persona en la historia de la entidad educativa que ha sido decano y había sido profesor antes de serlo. Ellos siempre habían tenido una persona reconocida como decano. ¿Por qué cambiaron en este caso la política? No lo sé. Yo sí tenía buena experiencia como profesor antes de asumir este cargo. Presumí que querían que yo hiciera las cosas rápido, pero en las universidades nada puede hacerse de la noche a la mañana. El primer año lo dediqué básicamente a un autoexamen que fue bastante doloroso: se hizo un examen muy riguroso, muy detallado, autocrítico con el profesorado que es un excelente profesorado, pero nunca antes se había atrevido a hacer esto y fue diferente a la acreditación. La Universidad de Columbia había sido acreditada muy bien hacía unos tres años. Existe un sistema de acreditación en Estados Unidos que no está realmente diseñado para facultades de posgrado. Pero la cuestión TOM GOLDSTEIN Palabra Clave 74 Número 3 · 1999 no era si Columbia pasaba o no la acreditación, el objetivo real era desarrollar un autoanálisis, de tal forma que se produjo un informe para la facultad en el que se encontraron problemas. Observaciones que yo podía tener en cuenta o ignorar, recomendaciones que podía o no seguir. Entre algunas cosas, quienes realizaron el análisis, dijeron que Columbia no era innovador y que su enfoque en la educación del Periodismo, no había sido adoptado como modelo por otros. En segundo lugar el informe comentó que la facultad se concentra más en hacer Periodismo que en evaluar y analizar los muchos problemas que enfrenta el Periodismo y yo me declaro culpable aquí. Es más, creo que tenemos que abrir un poco más el currículum, pero es una cosa que no se podía hacer en nueve meses. Por allí comenzará el verdadero cambio.