(Microsoft Word - La formaci\363n periodistica) Palabra Clave 91 Número 3 · 1999 LA FORMACIÓN PERIODÍSTICA: ÁVIDA DE RIGOR CIENTÍFICO La tarea de la enseñanza del Periodismo no es un problema exclusivo de la academia, también los medios de comunicación deben hacer su aporte en la responsabilidad de formar a los mejores profesionales de la información. De cualquier manera, es preciso reivindicar la especialización periodística, comenzando por rescatar los géneros tradicionales. Jaime Restrepo Rector de la Universidad de Antioquia. Es médico cirujano, especialista en Cirugía General de la Universidad de Antioquia y docente de la facultad de Medicina, desde hace 26 años, en la misma institución. Es miembro de la junta directiva de Colciencias, la Asociación Colombiana de Universidades y del Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología. Autor y coeditor de diferentes libros y artículos científicos. JAIME RESTREPO Palabra Clave 92 Número 3 · 1999 o cabe duda de que una de las consecuencias derivadas de la decisión de la Corte Constitucional, al declarar inexequible la Ley 51 de 1975, fue llamar la atención sobre el estado de la enseñanza del Periodismo en Colombia. En efecto, pocos argumentos tienen los periodistas para defender el profesionalismo de su trabajo, si por un lado los medios informativos, de manera casi unánime, se quejan de la calidad de los egresados de las facultades de Comunicación Social. Por otro lado, las facultades no están graduando periodistas sino comunicadores sociales-periodistas, lo cual, para todos los propósitos prácticos puede significar comunicadores organizacionales, corporativos, institucionales y relacionistas públicos, en vez de periodistas. El hecho es que en Colombia, y como en buena parte de América Latina, el Periodismo no es una carrera universitaria, sino parte de un programa más amplio denominado Comunicación Social. La intención de los reformadores del Periodismo, cuando apenas estaba naciendo en la década de los años sesenta, fue la de crear profesionales polivalentes capaces de desempeñarse en diferentes áreas y de entender el contexto teórico y social de su ejercicio. No obstante, con ello se sacrificó la especificidad de una profesión, cuyo papel dentro del tejido social es reconocido por buena parte de las legislaciones democráticas del mundo y consignada, incluso, por nuestra propia Constitución Política. Se sacrificó el aliento vocacional de un quehacer que para la mayoría de quienes lo han vivido no solamente es una profesión, sino una forma de vivir y de actuar con el mundo, una búsqueda de la verdad que termina siendo una apasionante aventura. Sacrificó también la profundidad en la fundamentación ética del Periodismo con todas sus importantes y numerosas ramificaciones. Pero sobre todo se sacrificó la enseñanza del Periodismo como una actividad que se aprende haciendo y se le redujo a encuentros pasivos en las aulas de clase con propuestas de simulacros de redacción sobre realidades ficticias. N La formación periodística: ávida de rigor científico Palabra Clave 93 Número 3 · 1999 La reportería nunca ha sido una materia importante y la investigación periodística ha sido considerada tarea exclusiva de expertos. Los medios entonces, son los más feroces críticos de las facultades de Comunicación Social, por la calidad de sus egresados. No cabe duda de que parte de la actual crisis de los medios en Colombia hunde sus carencias en formación ambigua y sin coyuntura que se gesta en las aulas y se perpetúa en las salas de redacción. La prensa ha sufrido de ese anacronismo con la desaparición de géneros fundamentales en su hacer como la crónica, el informe especial, los perfiles de profundidad, las reseñas y la investigación periodística que busca en el periodista a su más claro y noble interlocutor. Estamos sumergidos de hecho en la era del Periodismo superficial, de la trivialización y farandulización de la información. Así llegamos al punto que nos convoca. Primero, la necesidad de compartir responsabilidades en la formación periodística entre los medios y las universidades. Segundo, la necesidad de trazar caminos que nos lleven a formar y a emplear a los periodistas nuevos. Ninguno de estos dos puntos fue tratado por la decisión de la Corte, que busca convertir el Periodismo en un oficio. Al respecto, queremos muy respetuosamente insistir en que el Periodismo en una profesión y como tal, deben reivindicarla quienes desde las universidades y desde los medios, lo enseñan y lo ejercen. La Universidad de Antioquia renueva su compromiso en esta búsqueda de periodistas idóneos que a su vez reflejen en mejores medios informativos. Para ello ha creado el Premio Nacional de Reportaje y Crónica Periodística, como una manera de retomar dos géneros por excelencia que dan cuenta de un estilo y una profunda manera de contar la realidad. Más importante aún, en las instancias de la universidad es que cursa un proyecto para implementar la carrera de Periodismo con una duración JAIME RESTREPO Palabra Clave 94 Número 3 · 1999 de cuatro años, con el cual se renovará además el actual programa de Comunicación Social. La universidad ha graduado recientemente su primera promoción de la especialización de Periodismo Investigativo y está contemplando en convertirlo en una maestría en medios de comunicación de masas. Ratifica, con ello, la indiscutible importancia del ejercicio periodístico en el contexto histórico y cultural de cualquier sociedad. Con ello, esperamos aportar al debate, con el valioso respaldo de los expertos extranjeros, dilucidar caminos en el tema que nos ocupa. Sus contribuciones se reflejarán en el trabajo que iniciamos hoy. La importancia de esta profesión para el devenir de nuestro país. Para finalizar, unas palabras del maestro Héctor Rojas Erazo, escritor y periodista colombiano, sobre esta apasionante profesión: el Periodismo como instrumento de comunicación es la base de todo y puede llegar a ser la fuente más activa de convivencia.