258 - 275 Perfil del informador religioso.indd 258 Perfil del informador religioso especializado en el Vaticano - Miriam Diez-Bosch Perfil del informador religioso especializado en el Vaticano Miriam Diez-Bosch1 Recibido: 2013-08-18 Aprobado por pares: 2014-06-30 Enviado a pares: 2013-10-28 Aceptado: 2014-07-22 DOI: 10.5294/pacla.2015.18.1.11 Para citar este artículo / To reference this article / Para citar este artigo Diez-Bosch, M. Marzo de 2015. Perfil del informador religioso especializado en el Vatica- no. Palabra Clave 18(1), 258-275. DOI: 10.5294/pacla.2015.18.1.11 Resumen La información religiosa especializada en el Vaticano tiene unas caracterís- ticas propias que la distinguen de otras áreas y, al mismo tiempo, conlleva exigencias hacia la institución que cubre, la Santa Sede, que implican ma- yor flujo comunicativo y celeridad en la información. Este artículo anali- za a los llamados vaticanistas, que además de cumplir las condiciones de ser acreditados ante la oficina de prensa de la Santa Sede, y vivir o frecuen- tar Roma, son un tipo de profesional periodístico particular. Después de describir los distintos perfiles, se añade la respuesta institucional vaticana a algunas de las peticiones, lagunas o sugerencias de los vaticanistas para el mejor desempeño de su labor. Palabras clave Religión, instituciones religiosas, catolicismo, periodismo, Santa Sede. (Fuente: Tesauro de la Unesco). 1 Doctora en Ciencias Sociales por la Pontificia Universidad Gregoriana. Profesora de la Facultad de Ciencias de la Comunicación. Universidad Ramon Llull. España. miriamdb@blanquerna.url.edu 259Palabra Clave - ISSN: 0122-8285 - Vol.18 No. 1 - Marzo de 2015. 258-275 Profile of a Religious Reporter Specialized in the Vatican Abstract Religious information focused on the Vatican has no particular characte- ristics that distinguish it from news in other areas. Yet, covering the Holy See does entail certain demands that imply an enhanced flow of communi- cation and timely reporting. This article analyzes the so-called Vaticanolo- gists or Vatican experts, a particular breed of professional journalists who are accredited to the Press Office of the Holy See and are based in Rome or travel there often. A description of the various profiles is provided, fo- llowed by Vatican’s institutional response to some of the requests, gaps or suggestions voiced by Vaticanologists to improve their reporting. Keywords Religion, religious institutions, Catholicism, journalism, Holy See (Sour- ce: Unesco Thesaurus). 260 Perfil del informador religioso especializado en el Vaticano - Miriam Diez-Bosch Perfil do repórter religioso especializado no vaticano Resumo A informação religiosa especializada no Vaticano tem características pró- prias que a diferenciam de outras áreas e, ao mesmo tempo, acarreta exi- gências da instituição que cobre, a Santa Sede, que implicam maior fluxo comunicativo e brevidade na informação. Este artigo analisa os chamados “vaticanistas”, que, além de cumprirem as condições de serem acreditados ante a oficina de imprensa da Santa Sede e viver ou frequentar Roma, são um tipo de profissional jornalístico particular. Depois de descrever os diferen- tes perfis, adiciona-se a resposta institucional a algumas das petições, lagu- nas ou sugestões dos vaticanistas para o melhor desempenho de seu ofício. Palavras-chave Religião, instituições religiosas, catolicismo, jornalismo, Santa Sede (Fon- te: Tesauro da Unesco). 261Palabra Clave - ISSN: 0122-8285 - Vol.18 No. 1 - Marzo de 2015. 258-275 Introducción Preguntas inoportunas, comentarios impertinentes y falta de formación y de sensibilidad. A los periodistas especializados en información religiosa, concretamente vaticana, se les acusa a menudo de estar poco preparados, de ser poco delicados, de no tener conocimientos teológicos, de politizar el tema religioso o de aplicar solo categorías mundanas a asuntos trascen- dentes. Ante estas habituales acusaciones, es necesario preguntarse qué ne- cesita el informador religioso de la Iglesia, cuáles son las características que le deberían configurar y qué espera de una institución cuyo mensaje, a ve- ces, no logra llegar al ágora pública. Para abordar estas dificultades se apuntarán algunas ideas sobre la in- formación religiosa en un contexto secularizado, además de trazar el per- fil del llamado “vaticanista” o periodista especializado en religión católica. Esta investigación parte de la hipótesis de que ha habido una progresiva profesionalización de la información religiosa especializada en el Vatica- no aunque, paradójicamente, la calidad de la información no siempre ha ido aumentando. Este estudio se basa en la observación participante en la sala de prensa de la Santa Sede y en el seguimiento de los llamados vati- canistas, que en esta investigación se dividen en varias tipologías, según el tipo de medio para el que trabajan. Todos los ejemplos se refieren a perio- distas2 que trabajan en el Vaticano o se desplazan a menudo a la Santa Sede y, por tanto, tienen una relación fluida con las fuentes y con la misma sala stampa u oficina de prensa de la Santa Sede. Perfil del vaticanista Los hay de varios tipos. Veteranos cultísimos y recién llegados sin más co- nocimiento que el epidérmico barniz que proporcionan las noticias religio- sas en los medios generalistas. Algunos son agresivos, incisivos y directos, al estilo de la tajante periodista italiana Oriana Fallaci (Florencia, 1929-2006). Otros, discretos y repletos de contactos secretísimos. Algunos llegan a vati- canistas casi como un castigo: se ven despojados de su especialización pe- riodística en política y les asignan seguir la aparentemente gris vida vaticana. 2 Y como tales cumplen con las características personales y profesionales que indica Randall (2000). 262 Perfil del informador religioso especializado en el Vaticano - Miriam Diez-Bosch Todos ellos tienen algunos elementos en común. Pasión por el intrigante mundo vaticano. Paciencia para adentrarse en los entresijos de una de las instituciones más complejas del mundo. Tacto y olfato periodístico para detectar dónde reside la noticia. Se les puede ver en las librerías ojeando el último panfleto antivaticano de turno, o conversando con un joven mon- señor en una zona reservada de las pizzerías más concurridas. Es posible cruzarse con ellos en un distinguido restaurante de la Apia con un embaja- dor, y siguiendo a los devotos en un rosario de jóvenes. Se han convertido no solo en informadores, sino en protagonistas de la información vaticana, y no es difícil adivinarlos de estrellas invitadas en una tertulia radiofónica. Lo suyo son las fuentes: ellos mismos se convierten en fuente (Rodríguez, 2001). Son los vaticanistas, los informadores religiosos especializados en la Santa Sede. Su lugar natural es Roma.3 Su nombre, periodistas. Su ape- llido, vaticanistas. Estos seres no son ángeles, aun viviendo rodeados de un ambiente divino. Uno de los vicios que pueden salpicar a los vaticanistas es la conducta vampirista: abusar o aprovecharse de los demás, sean estos también periodistas o fuentes varias. Y lo peor que le puede ocurrir a un informador del Vaticano es perder la credibilidad. La credibilidad puede peligrar por comentarios de colegas que desautoricen una fuente no con- trastada, una tendencia obsesiva hacia el rumor y la invención. La reputa- ción del vaticanista se gana con una vida, y se puede perder con un simple y desenfocado desliz.4 El origen del término La figura de los informadores religiosos sobre el Vaticano ha adquirido, en las últimas décadas, un perfil cada vez mejor trazado, y es ya una tradi- ción considerarlos no periodistas religiosos sino vaticanistas. La cobertura de la actividad de la Santa Sede se remonta en tiempos modernos a 1929, con los Pactos de Letrán. En este momento se intensificó la atención me- diática por la Santa Sede. 3 Dice Riccardi (en Zizola, 2002): “La informacion religiosa viene acompañada por una red de contactos, de amis- tades, de que solo se pueden desenvolver en este terreno tan particular que es Roma (...). Para un vaticanista, dis- tanciamento o participación son dos polos en los que difícilmente se encuentra un punto medio. Son precisamente estos extremos del tejido de Roma, la capital italiana, la ciudad del Papa, el ágora de tantos encuentros religiosos y culturales, terreno de experiencias humanas”. 4 Basta recordar el escándalo de los Vatileaks y cómo la información en el Vaticano se ha convertido en material vul- nerable y a merced de los anónimos. 263Palabra Clave - ISSN: 0122-8285 - Vol.18 No. 1 - Marzo de 2015. 258-275 Zizola (1996) explica que a principios de febrero del año 1939, cuan- do Pío XI estaba a punto de fallecer, los periodistas fueron encerrados en llave en una angosta sala en el patio de San Dámaso, dentro del Vaticano. Era el lugar para congresos y trabajo. Tenían pocos teléfonos, poquísima li- bertad, pero la ventaja de poder controlar desde las ventanas a los carde- nales que salían al palacio apostólico para las audiencias papales. No había más noticias: quien se ocupaba del Vaticano lo hacía confiando en sus pro- pios amigos, interpretando, moviéndose en ambientes curiales, poniendo todo su empeño en descifrar. Descifrar el Vaticano ha sido, y continúa sien- do, la principal misión de los informadores vaticanos, que no solo cuentan qué ocurre sino por qué se dan algunas circunstancias que sin un contexto serían imposibles de comprender. En un mundo en el que la frontera entre rumor y noticia no es objetiva (Argemí, 2013), es preciso tener en cuen- ta que hasta los rumores más mentirosos tienen su público, y hay verdades que ciertos públicos nunca percibirán como tales porque resulta más có- modo tirar de rumores, guardaespaldas eficaces de sus verdades subjetivas. En el campo vaticano, el rumor se instala con mucha facilidad, a veces por falta de fuentes directas y, por tanto, por la dificultad misma de ir a la fuen- te; en otras ocasiones, porque es la estrategia comunicativa que se expande rápido, crea confusión e interés y despierta atención hacia temas altamen- te sensibles e interpretables. Además, la información religiosa se ve, no po- cas veces, marginada por clichés (Díez, 2006), lo que dificulta todavía más su necesaria naturalización en los medios. Relata Kairu (2003),5 en su estudio sobre los vaticanistas, que el tér- mino italiano vaticanista se ha impuesto ante el inglés vaticanologist, y lo de- fine como el experto que cubre noticias religiosas: el reportero vaticano se encuentra a sí mismo cubriendo el contexto que abraza a la Ciudad del Va- ticano y las actividades de la Santa Sede. Para calificarlo así, tiene que tener una acreditación en la oficina de prensa de la Santa Sede. Este background de conocimiento hace posible describir al vaticanista como un periodis- ta acreditado ante la Santa Sede que se ocupa de cubrir las noticias de la Ciudad del Vaticano y de la Santa Sede. El vaticanista es un experto en 5 El suyo es el primer estudio que analiza de manera académica la tipología del informador religioso vaticanista. 264 Perfil del informador religioso especializado en el Vaticano - Miriam Diez-Bosch la cobertura de información religiosa que concierne al gobierno eclesiásti- co y a distintos aspectos de la iglesia católica. Este vaticanista posee, en principio, competencias en los distintos as- pectos que envuelven la esencia, identidad y organización de la iglesia ca- tólica en general y del mundo vaticano en particular. Kairu distingue entre dos tipos de vaticanistas: los que se ocupan de cubrir exclusivamente noti- cias de la Santa Sede, que suelen ser italianos, residentes en Roma y asiduos de la oficina de prensa de la Santa Sede, y los otros, que tienen que cubrir Santa Sede pero también Italia para sus medios respectivos. Las noticias importantes para la Iglesia, en algunos casos, son cubier- tas por personas que no son especialistas en religión, y esto puede tener im- portantes consecuencias prácticas (Shaw, 1999). El vaticanista que trabaja para un medio confesional Este primer perfil es el más común. Se trata del experto en información reli- giosa vaticana cuya dedicación exclusiva o mayoritaria está concentrada en un medio confesional. Sería el caso del corresponsal en Roma del periódico católico francés La Croix, por ejemplo, o de los periodistas que trabajan en el Osservatore Romano, o el periódico de la Conferencia Episcopal Italiana Avvenire. A estos se unen periodistas que trabajan para medios como agen- cias especializadas en religión, como la Agencia Internacional Zenit, el Sir, Aciprensa o la Agencia Catholic News Service, de los Estados Unidos. Es- tos periodistas están consagrados a un tipo de información sectorial muy acotada. Sus colegas en el mismo medio, que se ocupan de secciones no es- trictamente consideradas religiosas (espectáculos, internacional), pueden no ser llamados “vaticanistas”, y en varias ocasiones rechazan esta etiqueta. Es decir, un periodista que trabaje en un periódico confesional no es auto- máticamente un vaticanista. Y un vaticanista puede trabajar en un medio confesional o en un medio laico. Su área de expertise en materia religiosa es lo que lo define, no su medio, ni su fe o su falta de ella (podríamos hablar de vaticanistas no creyentes, ya que el vaticanista, como hemos visto, es el profesional especializado en información religiosa vaticana, independiente- mente de su creencia religiosa personal). Los acreditados permanentemen- 265Palabra Clave - ISSN: 0122-8285 - Vol.18 No. 1 - Marzo de 2015. 258-275 te en Roma forman parte, si lo desean, de la Associazione Internazionale Giornalisti Accreditati in Vaticano o Aigav. El vaticanista que trabaja en un medio laico Es el experto en religión (mundo vaticano especialmente) en un medio no confesional. Los hay veteranos, como Marco Politi en Il Fatto Quotidia- no o Luigi Accattoli en Il Corriere della Sera. Sus medios les han contrata- do para dedicarse exclusivamente al seguimiento en profundidad del tema vaticano. Son los puntos de referencia para los nuevos vaticanistas que se incorporan a la profesión. Algunos son periodistas consagrados y recono- cidos en su ámbito, como Phil Pullella, de la Agencia Reuters. Otros tra- bajan desde la periferia no romana, pues no son corresponsales en sentido estricto sino especialistas que siguen viviendo en sus lugares de trabajo, como durante años hizo Henri Tinq para Le Monde en París o Juan Manuel Vidal, desde Madrid, para El Mundo. Cabe mencionar también a periodis- tas como Andrés Beltramo, de Notimex y Vatican Insider, Andrea Tornielli, de La Stampa, Franca Giansoldati, de Il Messaggero o Giovanna Chirri, de Ansa, todos ellos basados en Roma. Uno de los más conocidos a nivel in- ternacional es John L. Allen, periodista vaticanista del Boston Globe y aho- ra editor del portal Crux. El 11 de Septiembre de 2001 (9/11) fue un catalizador para la infor- mación religiosa. Como señala Hoover (2012), los ataques fueron un pun- to de inflexión en la historia, y fueron vividos de modo profundo porque fueron mediados en tiempo real. Si bien su relación con la religión quizá es menos obvia, la religión ha ido cobrando cada vez más importancia y se ha evidenciado como una dimensión importante en la historia. Es en este mo- mento en el que muchos editores se dieron cuenta de que no contaban, en sus plantillas, con especialistas en religión. Proliferaron entonces los cur- sos a nivel universitario, publicaciones, recursos, para una información re- ligiosa de calidad. En la elección del papa Francisco, en marzo de 2013, no faltaron especialistas de Al-Jazeera, CNN y otras grandes cadenas globales para cubrir de manera eficaz el evento.6 6 Ya después de la celebración del Concilio Vaticano II empezaron a resonar reflexiones sobre la necesidad de una mayor transparencia informativa en la Iglesia (Remy, 1971). 266 Perfil del informador religioso especializado en el Vaticano - Miriam Diez-Bosch Es cada vez más evidente que la fe religiosa tiene una proyección so- cial y existen razones para una apertura de los medios al mensaje religioso, vista la función de las confesiones religiosas como integrantes de la socie- dad civil (Martí, 2003). El laico que trabaja en un medio confesional Podríamos establecer otra tipología, que sería la del periodista que trabaja para un medio confesional y realiza en él tanto informaciones específica- mente religiosas, como otras más culturales y menos explícitas referidas al campo espiritual o religioso. Nos referimos al profesional que trabaja, por ejemplo, en la revista Famiglia Cristiana, en Italia, pero se ocupa de moda o de deportes. Su interés personal y profesional no es el religioso, pero su me- dio lo es o el medio pertenece a un grupo religioso, con lo cual, la cosmovi- sión del medio está, aunque no explícitamente, enmarcada en la fe. Revistas generalistas como la mencionada no se encuentran en otros contextos. Fa- miglia Cristiana ha llegado a tiradas de un millón de ejemplares en sus mo- mentos más álgidos. El periodista laico que se ocupa de temas varios –no religiosos– en un medio confesional es también aquel por ejemplo que cu- bre moda o política en una radio como la española COPE. Su interés por la información religiosa, en este sentido, puede ser mínimo, pues no se tra- ta de un campo que le toque cubrir en su quehacer cotidiano. El católico que trabaja en un medio laico Es el caso de los periodistas que ejercen de portavoces de lo eclesial en me- dios laicos, especialmente en el ámbito de la opinión y no tanto en infor- maciones, aunque no se descartan. En este sentido, podríamos referirnos a las firmas que algunos periódicos laicos suelen atraer, cuando invitan a in- telectuales católicos a escribir en grandes periódicos como El País, Interna- tional Herald Tribune o La Repubblica. Cada vez más, los medios incluyen voces religiosas plurales en sus parrillas. A veces, simplemente para gene- rar debate y polémica con enfrentamientos. En otras ocasiones, se trata de colaboraciones de católicos que tienen un espacio para un artículo o una intervención en los medios audiovisuales. En este sentido, cabe citar la ini- ciativa de Catholic Voices a nivel mundial, que intenta situar en el ágora 267Palabra Clave - ISSN: 0122-8285 - Vol.18 No. 1 - Marzo de 2015. 258-275 generalista mediática –especialmente televisiva– voces de católicos, nor- malmente no eclesiásticos. El “otro” vaticanista: identidad transversal Existe un periodista todoterreno que ni trabaja para un medio confesional solamente, ni se ocupa quizá solo de temas vaticanos, y cuya identidad reli- giosa es desconocida o ambigua. Son los “otros vaticanistas”, los de identi- dad transversal. Son periodistas versátiles, que quizá se encargan de temas vaticanos a corto plazo, vaticanistas a tiempo determinado. También po- drían encajar los no creyentes, que al escribir sobre temas religiosos, se acaban convirtiendo en los –paradójicamente– defensores de la ortodoxia católica. Articulistas que en sus escritos defienden o se alinean con posicio- nes próximas a la Iglesia, pero que no provienen del periodismo (escrito- res, abogados, profesores). Aquí también cabe lo que Pou Amérigo (2008)7 define como la diferencia entre el profesional y el activista: la visión “profe- sional” considera que la información religiosa es un contenido periodístico más, que requiere un tratamiento específico derivado de su especialización y que exige el mismo rigor y las mismas pautas de conducta profesional que las demás secciones. En cambio la visión “activista” es la que asimila infor- mación religiosa y difusión de la fe, porque considera que el periodismo religioso, por ejemplo en el contexto católico, ha de compartir los fines de la Iglesia y estar al servicio de la información. Estos perfiles de vaticanista tienen en común una característica: se lamentan de lo críptica que a menudo resulta la información vaticana y lo complicado que resulta contar con informaciones en tiempos breves y en un lenguaje claro. La irrupción de los bloggers Antes de la expansión de las redes sociales, los bloggers especializados en re- ligión han ocupado parte del espacio que antes solo ostentaban los perio- distas reconocidos como vaticanistas. No en vano, el mismo Vaticano se ha 7 En su reflexión sobre la información religiosa, Pou Amérigo aclara que este tipo de periodismo especializado tiene peculiaridades que lo distinguen de otras áreas de especialización. 268 Perfil del informador religioso especializado en el Vaticano - Miriam Diez-Bosch interesado por el fenómeno, y organizó, en Roma, el primer encuentro de bloggers católicos del mundo (Vatican Meeting for Bloggers), en el 2011. En la blogosfera crece el número de articulistas que opinan sobre te- mas religiosos e informan sobre el Vaticano, y algunos de ellos se convier- ten en auténticos líderes de opinión. Fuera del cerco estrictamente vaticano y en el campo del catolicismo más general, solo en lengua española podemos citar blogs como Blog B16-links, Blogueros con el Papa y los bloggers alberga- dos en portales como Religión en Libertad, Religión Confidencial, Infocató- lica, Religión Digital o el ya citado Vatican Insider. Uno de los aspectos que modifican hoy la información religiosa es precisamente esta proliferación de voces ciudadanas que se añaden a los especialistas. En algunos casos, im- pulsan a la información vaticana a ser todavía más rápida y precisa. Ciertos bloggers ejercen de cómplices de los vaticanistas, ofreciéndoles información o pistas para profundizar en algunos asuntos. Otros juegan a despistar y des- prestigiar. Tanto unos como otros son termómetros en la fluidez de la in- formación relativa al universo religioso, concretamente acerca del Vaticano. Quejas por parte de los periodistas Una queja recurrente son las respuestas tardías, incompletas, previsibles que ofrece la fuente eclesial. Que las respuestas vaticanas no sean perio- dísticas no sería en sí un defecto a achacar a la institución: para esto están los periodistas. Es su cometido convertir declaraciones en información. Si bien no se puede pedir que todo lo que emane del Vaticano sea, en sí mis- mo, información en forma de píldora informativa, sí que parece sensato pedir que las reacciones, declaraciones, comunicados y respuestas lleguen a tiempo, contengan la información necesaria y aporten alguna novedad, datos que no sean previsibles ni repetitivos. Esto no siempre es así: en va- rias ocasiones, los periodistas que cubren el Vaticano podrían haber escrito una noticia antes de una rueda de prensa, y los datos con los que contaban eran ya precisos, pues la rueda les ha simplemente aportado la lectura, en voz alta, de ellos. Otra demanda que realizan los informadores vaticanos es la de la dis- ponibilidad y la respuesta. Disponibilidad de espacios y de tiempos, que 269Palabra Clave - ISSN: 0122-8285 - Vol.18 No. 1 - Marzo de 2015. 258-275 se tengan en cuenta las necesidades logísticas y temporales de los perio- distas. El espacio en la sala de prensa, fundada el 16 de octubre de 1966 por iniciativa de Pablo VI, en la Via della Conciliazione en Roma, es real- mente exiguo para la cantidad de reporteros, especialmente en momentos clave. La institución realiza esfuerzos notables en momentos de máxima atención mediática, como la elección del Papa o canonizaciones. El ho- rario de mañana tampoco ayuda a los periodistas de otras latitudes a es- tar conectados con la Santa Sede. También señalan una falta de respuesta ágil y fácil, no vaga ni excesivamente dilatada en el tiempo por parte de la oficina que comunica a los periodistas las múltiples actividades de la San- ta Sede, especialmente en lo que concierne a la agenda papal. Y un aspec- to no menos importante, piden que se puedan atender las demandas para viajar en el avión papal y que no recaigan siempre sobre los mismos vete- ranos, aspecto este difícil de armonizar con un aluvión general de peticio- nes (la media de acreditados permanentes es de 350). El avión cuenta con espacios reducidos. Y desde la institución se promueve la política de prio- rizar a las agencias antes que a los periódicos o radios para intentar llegar a cuanta más gente sea posible. La articulada respuesta institucional vaticana Para paliar estas quejas, la Santa Sede ha activado una respuesta articulada. 1. Sinergia vaticana: la Santa Sede ha aunado esfuerzos para que todos los dispositivos informativos, organismos de comunicación y me- dios propios confluyan y estén más coordinados. El acercamiento entre varios servicios, desde digitales a la radio, pasando por la ofi- cina de información (sala stampa) y por la televisión, han llevado a una convergencia que desemboca en la creación de un portal re- novado multimedia, el portal news.va. La Santa Sede quiere opti- mizar esfuerzos y evitar pérdidas en el terreno comunicativo. Aun con déficit económico, es un ámbito del que no va a prescindir por ser connatural a la nueva evangelización. Esta unidad permite que el informador vaticano tenga más clara la estructura institucional, los canales y soportes. 270 Perfil del informador religioso especializado en el Vaticano - Miriam Diez-Bosch 2. Amplitud de servicios8 digitales: Youtube ha significado un salto en la respuesta vaticana a la comunicación. El hecho de disponer dia- riamente de videos del Papa en esta plataforma, así como de los vi- deos del Centro Televisivo Vaticano, en nueve idiomas, es uno de los mayores esfuerzos audiovisuales multimedia nunca realizados por la iglesia católica. Además, la página web vaticana oficial (www.vatican. va) está constantemente incrementando sus servicios y entrando en una mentalidad más participativa, que la ha llevado no solo a crear news.va, sino también perfiles en las redes sociales. Solo mencionan- do Twitter, tenemos el perfil oficial del Papa, @pontifex, el de la Se- cretaría de Estado, @terzaloggia, o el de la oficina de celebraciones litúrgicas del Sumo Pontefice, @ucepo. Los actos en streaming y el es- fuerzo multimedia son notables en los últimos tiempos y se han vis- to acelerados con la elección del papa Francisco. 3. Atención más personalizada: una de las prioridades en las nuevas ten- dencias informativas es la de contrarrestar el anonimato que la globaliza- ción ha acarreado. En la tarea de la relación con los medios, las oficinas de prensa difunden mensajes que tienen que ser, en palabras de Carrog- gio (2009: 247), “verdaderos, cargados de empatía, claros y socialmente responsables”. Desde el Vaticano se intenta conocer a los vaticanis- tas, atender sus peticiones personalmente y no solo en bloque. En un entorno en que prevalecen más las relaciones y el intercambio que los contenidos mismos (Spadaro, 2012), esto es más apremian- te que nunca. 4. Prioridad a las agencias: sin desdeñar a ningún medio de comunicación, la Santa Sede como institución privilegia el contacto con las agencias de noticias (Reuters, AP, Efe, Ansa...) para que sean ellas las difusoras primeras de los comunicados oficiales. El cuidado a los periodistas de agencia se entiende desde esta óptica de llegar a cuanta más pobla- ción sea posible. Y sobre todo más rápido: en el mundo del periodis- mo es importante llegar antes que la competencia, aunque el público premia más la calidad que la celeridad (Contreras, 2001). 8 En este sentido sería orientador seguir las indicaciones de Daniel Arasa en su modelo de análisis sobre la comunica- ción de la Iglesia a través de las webs diocesanas, y ver de qué manera los vaticanistas establecen una relación con la web vaticana totalmente distinta de la que se teje con sus diócesis de origen (cfr. Arasa, 2008). 271Palabra Clave - ISSN: 0122-8285 - Vol.18 No. 1 - Marzo de 2015. 258-275 5. Descentralización de los mensajes y apertura a lo local: la Santa Sede se apoya en las iniciativas y buenas prácticas locales. Incentiva por ejemplo y anima ideas como la publicación How to Cover the Catho- lic Church, de la oficina de medios de la Conferencia Episcopal de los Estados Unidos, o los glosarios religiosos de conferencias como las de Chile o España. Esta respuesta vaticana parte de una premisa, y es que la lógica del Evangelio no coincide con la lógica del mundo. Los valores que la Iglesia intenta transmitir (amor, perdón, servicio, aceptación de la cruz) no son los mitos de poder, superación individual, imperio, orgullo y venganza que imperan en la sociedad, tal y como subraya Robert A. White (1997). Pero la Iglesia siente el deber de atender a los medios, y de informar correcta- mente, porque en ello se juega su misión. Para conseguirlo, el esfuerzo de adaptación a un nuevo mensaje sin perder el simbolismo de la tradición es un desafío. Juan Díaz-Bernardo (2002) lo especifica así: La recuperación del universo simbólico, en la capacidad creadora de la palabra y el poder evocador de la imagen, brindan nuevas posi- bilidades en la regeneración de un lenguaje capaz de proyectar en las culturas unos resortes adecuados para la transformación de sus modos de percepción, personal y comunitaria, de la existencia y de la presencia de lo sagrado. Conclusión La fe religiosa se expresa en el contexto público y los medios no pueden obviarla como hecho noticioso. Este es uno de los motivos que explican la proliferación de periodistas especializados en religión. Sin embargo, no siempre esta mayor cantidad de profesionales es, automáticamente, sinóni- mo de excelencia en la información. Hay varios factores que dificultan esta calidad: por una parte, la crisis en el sector no siempre consiente que exis- ta un profesional dedicado exclusivamente al tema. Otro es la rotación: si antaño podíamos perfilar a vaticanistas con incluso tres décadas de dedica- ción, hoy es más habitual que no sobrepasen una década de especialización 272 Perfil del informador religioso especializado en el Vaticano - Miriam Diez-Bosch y se dediquen a otros temas por exigencias de sus medios. El periodismo ciudadano también se ha infiltrado en el horizonte de la especialización re- ligiosa, y si bien sus aportaciones son, en muchos casos, inéditas y valiosas, puede contaminar la jerarquía de la información y crear confusión entre ru- mores y buen periodismo. Lo que los vaticanistas piden a la Iglesia es que esta, como institución, sea ella misma y comunique su identidad. Los vaticanistas, por su parte, antes que vaticanistas son periodistas, y este factor comporta que quizá respetan la fe, aunque tal vez no la compartan, en la vida de las personas. Este respe- to se le exige al periodista que informa sobre religión, puesto que la burla o una actitud de recelo constante sería peligrosa y poco contrastada. El va- ticanista tiene una curiosidad inmensa sobre religión y espiritualidad y, en general, los informadores sobre religión poseen un alto sentido de la justi- cia. No se conforman con una fuente porque no quieren ser instrumentali- zados, ni tampoco presionan a favor del catolicismo, pretendiendo que este salga con una “buena luz”, sino que ofrecen sus informaciones lo más vera- ces y equilibradas posible, también en aquello negativo. No ridiculizan a las otras religiones y si es preciso se asesoran con veteranos. Otra de sus carac- terísticas es que atribuyen explicaciones sin implicarse ni defender causas. Los vaticanistas están cambiando. Ya no son solo veteranos, el perfil es joven y rota a menudo. No es tan habitual ya encontrar gente con décadas de experiencia, ya que la movilidad actual no lo propicia. Los vaticanistas piden a la Iglesia profesionalidad, respeto a sus tiempos y claridad. Solicitan que la Iglesia se adecúe a sus tiempos, y no es una exigencia desproporcionada, sino realista. Si el periodismo es inmediatez, la Iglesia es eternidad. Pero en- tre ambas puede mediar un terreno de entendimiento, en beneficio mutuo. La Iglesia pide a los vaticanistas delicadeza, profesionalidad, sensibi- lidad, finezza y competencia. Los vaticanistas empujan a la Iglesia con sus demandas a una mayor claridad y fluidez en la información. Para ello es pre- ciso un mejor flujo de información –basado en la confianza interna–, una mayor competencia mezclada con savoir faire en el tacto y la relación con 273Palabra Clave - ISSN: 0122-8285 - Vol.18 No. 1 - Marzo de 2015. 258-275 los periodistas y una credibilidad y claridad estratégica que vincule más evangelización con medios de comunicación, pues no son dos mundos an- tagónicos y los recientes esfuerzos en las sinergias vaticanas en materia de comunicación lo corroboran. A veces, el conocimiento general que tiene el periodista es un mezcla de información, desinformación y prejuicios. Sin embargo, es preciso notar que los vaticanistas acreditados ante la Santa Sede no son una raza de perio- distas desinformados. Su peculiaridad hace de ellos un sector que conserva el prestigio del buen periodismo, aquel que va a la búsqueda de la verdad, que es constante, que cultiva las fuentes y tiene respeto por su público. Referencias Arasa, D. (2008). 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