Hace no se cuantos aos, pero probablemente en el siglo XVIII y Artículo: Estrategias para combatir el terrorismo desde la comunicación política y la comunicación informativa. Autor: Carlos Soria Universidad de La Sabana Facultad de Comunicación Social y Periodismo Campus Universitario, Puente del Común- Chía Teléfono 8615555 Ext:1907-1908 A.A:140013 Chía http://www.periodismo.edu.co Chía, Cundinamarca http://www.periodismo.edu.co/ Estrategias para combatir el terrorismo desde la comunicación política y la comunicación informativa. Carlos Soria. Palabra Clave No. 5. Universidad de La Sabana – Facultad de Comunicación Social y Periodismo Campus Universitario, Puente del Común, Chía, Cundinamarca. Colombia – Suramérica http://www.periodismo.edu.co http://www.comunicacion.edu.co Estrategias para combatir el terrorismo desde la Comunicación Política y la Comunicación Informativa Resumen: El terrorismo no puede ser comprendido ni combatido únicamente en términos de fuerza, sino también en términos de comunicación política e informativa. Los terroristas necesitan a los medios de comunicación y por ello estos últimos deben pensar cuál es la estrategia y la posición que deben asumir frente al cubrimiento de conflictos. En una propuesta de cinco puntos se condensan los principales aspectos para intentar palear los efectos perseguidos por los terroristas o hacerlos imposibles. * Carlos Soria Doctor en Derecho, Licenciado en Comunicación. Profesor extraordinario de Deontología de la Comunicación en la Universidad de Navarra, de la que ha sido Profesor Ordinario, Director de Información y Decano de su Facultad de Comunicación. Autor de varios libros sobre deontología periodística y sobre la relación de los medios de comunicación con la violencia y el terrorismo. Fundador de la Consultora Innovation International Media Consulting Group, con sedes en Estados Unidos, Reino Unido, Latinoamérica y España. * Este artículo corresponde a la participación del autor en el Encuentro Internacional Terrorismo, conflicto y medios de comunicación, realizado en la Universidad de La Sabana el 18 de octubre de 2001. Estrategias para combatir el terrorismo desde la comunicación política y la comunicación informativa. Carlos Soria. Palabra Clave No. 5. Universidad de La Sabana – Facultad de Comunicación Social y Periodismo Campus Universitario, Puente del Común, Chía, Cundinamarca. Colombia – Suramérica http://www.periodismo.edu.co http://www.comunicacion.edu.co Estrategias para combatir el terrorismo desde la Comunicación Política y la Comunicación Informativa Carlos Soria La primera cuestión que se me ocurre es que la violencia terrorista no es un fenómeno reciente, sino un fenómeno de cierta antigüedad. No porque esté instalada en el corazón humano desde Caín y Abel, sino porque lo que entendemos aproximadamente por terrorismo, tiene cierta antigüedad cronológica. Por ejemplo, en el diccionario de la Academia Francesa de 1778, ya aparece la palabra “terrorismo” y a finales del siglo XIX, un periódico de San Francisco, Estados Unidos, que se llamaba The Truth, (la verdad) y era de tendencia anarquista, se anunciaba dentro de su potencial clientela con este slogan, verdaderamente conmovedor: “The Truth cuesta dos centavos el ejemplar, la dinamita un centavo la libra, compre los dos, lea el periódico y use la dinamita”. De modo que la tentación simbiótica medios-dinamita era clara en San Francisco gracias a “The Truth”. En 1972 se produjo el atentando terrorista en la Villa Olímpica de Munich, Alemania, lo cual fue una verdadera inflexión en la escalada terrorista, y desde entonces se está calculando que el terrorismo crece a escala global entre un 12 o 15 por ciento anual. En la década de los años 80 se inventariaron 700 grupos que habían reivindicado al menos un atentado terrorista. Hoy, en esa escalada de incremento terrorista y en esta maduración de viejos y nuevos modos, se está produciendo en el terrorismo un cambio cualitativo que se podría denominar “la globalización del terror” o la aparición de un terror que se identifica como global. Un sistema que tiene las características más o menos perfectas o imperfectas de una red internacional. Así, hoy es posible señalar el mapa del terror y de los grupos terroristas. La escalada y la contra escalada, que en el fondo es una batalla crucial de nuestros días y de muchos días que seguirán, es una mezcla de terror y guerra, de métodos terroristas Estrategias para combatir el terrorismo desde la comunicación política y la comunicación informativa. Carlos Soria. Palabra Clave No. 5. Universidad de La Sabana – Facultad de Comunicación Social y Periodismo Campus Universitario, Puente del Común, Chía, Cundinamarca. Colombia – Suramérica http://www.periodismo.edu.co http://www.comunicacion.edu.co clásicos y de una guerra que pareciera no ser como las convencionales, pero lo es aunque con variables. En ese escenario se sitúan nuestras preocupaciones. La segunda cuestión que me gustaría dejar planteada, es una pregunta o un intento de respuesta muy complicada. La pregunta ¿Qué es el terrorismo? ha hecho perder el tiempo, la inteligencia y el espacio a muchos durante miles y miles de horas sin encontrar una respuesta adecuada, hasta el punto de que se haya podido decir que el intento de definir qué es el terrorismo, constituye el lugar geométrico de todas las incertidumbres. Tenemos terrorismos de vocación nacional o independentistas; terrorismos de vocación revolucionaria, alimentados o fundamentados en viejas utopías ideológicas que ya han caído y desaparecido; terrorismos de organización secreta; terrorismos transnacionales o globalizados; terrorismos vinculados a guerrillas o a las guerras civiles. Intentar, por lo tanto, una definición de situaciones tan distintas, complejas y diversas ha parecido entonces como una gran incertidumbre, hasta el punto de que un hombre como Kofi Annan, Secretario General de la ONU dijo recientemente: “Señores, no intentemos perder tanto tiempo en la definición, que no vamos a ponernos de acuerdo y nos vamos a desangrar. Este asunto del terrorismo sobretodo tiene una gran necesidad de claridad moral”. Igualmente, el Embajador Británico en las Naciones Unidas - con todo ese pragmatismo británico divertido que hace fáciles las cosas más complicadas - Jeremmy Greenstock, en septiembre de 2001, ante la pregunta qué es el terrorismo y la convicción también de que es inútil seguir perdiendo más tiempo en esa definición, dijo: “Lo que parece terrorismo, lo que huele a terrorismo, lo que mata como terrorismo, es terrorismo”. De esta manera, ante la incertidumbre de una definición es constructivo extraer sus características. Quiero entonces someter a su consideración cinco características que, a mi juicio, constituyen la esencia del terrorismo: 1.No es un solo acto, por cruel que sea, no es un hecho aislado. El terrorismo, primero es una actitud, tanto como conjunto de actos o como un hábito de reaccionar de una forma determinada. Estrategias para combatir el terrorismo desde la comunicación política y la comunicación informativa. Carlos Soria. Palabra Clave No. 5. Universidad de La Sabana – Facultad de Comunicación Social y Periodismo Campus Universitario, Puente del Común, Chía, Cundinamarca. Colombia – Suramérica http://www.periodismo.edu.co http://www.comunicacion.edu.co 2.El terrorismo es básicamente una metodología más que una ideología. Al final, todas las ideologías cultivan una metodología igual. Por lo tanto, la metodología es definitoria: difundir socialmente el terror mediante el uso extremo de la violencia física y moral, para lo que sea. Puede ser para repartir pan blanco a los pobres, para curar las lepras a los leprosos, para organizar una nueva tierra y un nuevo cielo, para que la gente vaya todos los días a misa, me da igual. Lo que resulta definitorio, a mi juicio, es que emplean todos ellos la misma metodología. 3.Es necesario reconocer en el terrorismo una crispación de la ética, es decir, una intolerancia absoluta contra el mal, un moralismo extremísimo, de forma que se persigue con ese método conseguir una sociedad nueva, luminosa. A golpes de violencia brutal se trata de conseguir la solución de un problema de inmediato, ya, aquí y ahora. Es una crispación de la ética porque en el terrorismo falta siempre toda referencia a la esperanza. Es la pura desesperación. Lo cual explica que muchos terroristas hayan nacido a veces al calor extremo de algunas universidades, sacristías o movimientos teológicos. 4.El terrorismo no puede ser entendido como una cuestión de fuerza física, militar o policial. Vemos las grandes diferencias: todos los grupos terroristas juntos contra toda la armada norteamericana y sus aliados. Las aldeas de adobe y unos cañones de la guerra contra Rusia, frente a las más sofisticadas técnicas balísticas de conducción de misiles. Marines experimentados en la lucha cuerpo a cuerpo en los duros desiertos de California, frente a unos señores que apenas han comido la noche anterior. No es por lo tanto equiparable el terrorismo a la guerra y muchos de los disimulos que hay en ese campo proceden de esa equiparación. El terrorismo no es como la guerra, en donde se pone en juego una acción física con efectos materiales primarios y con acciones parciales y medibles. Las acciones terroristas son siempre simbólicas, con efectos informativos primarios y con acciones no medibles en relación con la fuerza desarrollada. 5.El terrorismo tampoco es asimilable completamente con la delincuencia común ni con el crimen organizado. El terrorista, a diferencia del delincuente común, insiste en la legitimidad revolucionaria, en la necesidad de justificación histórica de su violencia. Reivindica normalmente su autoría, que es una confesión arrogante que nada tiene que ver con el arrepentimiento. Nadie se figura a un delincuente común que entra a una casa, la despoja de todos los cuadros y se va diciendo “he sido yo” y agrega su teléfono y dirección. El terrorista agrede a sus víctimas, casi Estrategias para combatir el terrorismo desde la comunicación política y la comunicación informativa. Carlos Soria. Palabra Clave No. 5. Universidad de La Sabana – Facultad de Comunicación Social y Periodismo Campus Universitario, Puente del Común, Chía, Cundinamarca. Colombia – Suramérica http://www.periodismo.edu.co http://www.comunicacion.edu.co siempre indiscrimidamente, porque esas víctimas forman parte de un colectivo determinado. La conclusión es ésta: el terrorismo no puede ser comprendido ni combatido únicamente en términos de fuerza, sino que debe ser entendido y combatido en términos de comunicación política y comunicación informativa. ¿Qué pretenden los terroristas con su metodología? Veamos, en tercer lugar, una cuestión que es de mucho interés analizar porque en una forma muy natural y desgranada conduce a conclusiones operativas que yo no voy a hacer, pero que pueden hacer ustedes en parte o en todo. Los efectos perseguidos por los terroristas se deducen de las características antes mencionadas, es pues natural que combatirlos desde la comunicación política y la informativa, sea intentar palear los efectos perseguidos o hacerlos imposibles. Decíamos antes, y hay que reformular esta idea, que el impacto del terrorismo es completamente desproporcionado con su entidad física. En la Comunidad Europea mueren al año en accidentes de tráfico aproximadamente 30 mil personas, en España mueren en accidente de tráfico todos los años cerca de 6 mil personas. La ETA, en sus 40 años de violencia sangrienta, ha asesinado mil personas. Por duro que parezca el argumento, producen más víctimas sociales los accidentes de tráfico que el terrorismo. Lo que pasa es que en términos de comunicación política e informativa, la violencia del método terrorista amplifica sicológica y socialmente el terror. La impresión de fuerza, a veces falsa, de perfección, de tenacidad, de peligro, de omnipresencia generada por los lentes del miedo que todos tenemos, forman parte de la estrategia de terror. Se agrandan las cosas por las gafas de aumento del miedo. Afortunadamente, los periodistas actuales nos hemos salvado de unas acciones que eran clásicas en Europa cuando aparecían los movimientos terroristas. Los periodistas primero hablaban de que aquí había un problema social y que había aparecido un hombre al estilo Estrategias para combatir el terrorismo desde la comunicación política y la comunicación informativa. Carlos Soria. Palabra Clave No. 5. Universidad de La Sabana – Facultad de Comunicación Social y Periodismo Campus Universitario, Puente del Común, Chía, Cundinamarca. Colombia – Suramérica http://www.periodismo.edu.co http://www.comunicacion.edu.co del Zorro o de Robin Hood, un señor que robaba a los ricos para darle a los pobres, se referían a ellos como bandoleros románticos y generosos del siglo XIX en las Sierras Morenas. Luego, cuando la precisión, la dureza y el sadismo de los ataques quitaban la visión romántica, los mismos que habían hablado antes, ahora decían que se trataba de un terrorismo implacable, de conexiones internacionales, súper entrenado, preciso, exacto, eficaz, y, luego… decían que no había solución alguna para evitarlo o combatirlo. Pero, ¿qué buscan los terroristas con ese terror que es el centro de su metodología?. En el fondo, el terror es el que da el sentido al grupo, si éste no comete acciones terroristas pierde su razón de ser. De esta manera, si los hacemos sedentarios, si hacemos que bajen el ritmo de sus propios atentados, a lo mejor el grupo tiende a disolverse como grupo, porque no ve su justificación. Internamente, el terror también sirve para atar al terrorista con su organización. Nada hace más esclavo a un hombre que el hecho de que otro hombre le autorice a matar o le justifique la muerte que le produce al otro. Esto genera un lazo indestructible entre el asesino y el que lo ampara o lo ordena. El lugar de Dios frente al terrorista lo ocupa ese otro que le manda a matar y a disponer de la vida ajena. Externamente, por extraño que parezca, el terror tiende a obtener la adhesión profunda precisamente de los que sufren el terror y su violencia. La adhesión profunda de los aterrorizados. ¿Será posible esto?. Naturalmente esa adhesión nunca va a ser material, no va a ser conclusiva de incorporarse con un compromiso personal al grupo terrorista. Nunca va a ser eso. Ni va a ser una posición pro terrorista confesada. Pero esa adhesión se produce mediante tres caminos: 1.La indiferencia ante el terrorismo. Al principio horroriza la sangre, luego horroriza la rutina con que se asesina y se soporta la muerte. Después horroriza la propia incapacidad personal para horrorizarse y al final, no horroriza nada. Se produce, por lo tanto, una indiferencia social al terror. 2.Se produce entre los aterrorizados la justificación moral del terrorismo cuando se entiende como normal y se piensa que está justificado por ciertas razones. Cuando alguien entiende que el terrorismo en estas circunstancias sociales y Estrategias para combatir el terrorismo desde la comunicación política y la comunicación informativa. Carlos Soria. Palabra Clave No. 5. Universidad de La Sabana – Facultad de Comunicación Social y Periodismo Campus Universitario, Puente del Común, Chía, Cundinamarca. Colombia – Suramérica http://www.periodismo.edu.co http://www.comunicacion.edu.co políticas es un fenómeno irreversible y necesario, esa persona es ya terrorista, puesto que esta justificando finalmente la acción terrorista o la está legitimando. 3.Se llega a esa adhesión profunda al terrorismo, siendo uno el objeto del terror, por la desesperación. Se pierde a veces la moral de victoria, se considera que no es superable ni vencible. O que es vencible a tan largo plazo que merece la pena del momento. En los 30 o 40 años que me quedan no tengo otra opción sino la de convivir con el terrorismo, me arrojo en la dirección del terrorismo, ¿para qué luchar contra la corriente?. Lo que en el fondo está poniendo en juego el terrorismo, sembrando la violencia, es un problema de legitimidad. El terrorismo plantea este dilema: es legitimo el Estado o los somos nosotros, es legitima la racionalidad del Estado o la racionalidad de los terroristas, es legitima la capacidad de liderazgo del Estado o la nuestra. En términos sociales profundos de comunicación política, el terrorismo lucha por el liderazgo y la legitimación social. ¿Quién tiene más legitimidad aquí y ahora, el Estado o nosotros?. Mary Caldorg, en su libro Las nuevas guerras. Violencia organizada en la era global, dice en un momento de su obra: “El objetivo de estas nuevas guerras ya no es la victoria militar, sino obtener poder político sembrando el miedo y el odio, creando un clima de terror, y construir un entorno desfavorable para todos aquellos a los que no puede controlar”. De rutinas de paz a rutinas de guerra Los terroristas necesitan a los medios de comunicación, y como nos necesitan procuran jugar con nosotros como se juega al tenis, rompiéndonos el saque. Los terroristas en buena parte saben de comunicación política y de información más que nosotros, y saben cuáles son las reacciones profesionales que se producen en las redacciones de los medios de comunicación cuando se tiene una noticia espectacular, cuando faltan cinco minutos para cerrar el telediario, cuando no hay manera de confirmar, cuando todo son rumores. Son gente que sabe de comunicación y juegan con lo que nosotros sabemos de comunicación. Y nosotros reaccionamos con las rutinas profesionales para la paz, que no son las rutinas contra el terrorismo ni contra la guerra. Entonces, ¿cuáles son, en este momento, los puntos en los que los medios deberían estudiar su posición?. Adelanto que yo no creo en fórmulas universales para trasladar las Estrategias para combatir el terrorismo desde la comunicación política y la comunicación informativa. Carlos Soria. Palabra Clave No. 5. Universidad de La Sabana – Facultad de Comunicación Social y Periodismo Campus Universitario, Puente del Común, Chía, Cundinamarca. Colombia – Suramérica http://www.periodismo.edu.co http://www.comunicacion.edu.co rutinas profesionales de paz a rutinas de guerra. No creo que sea posible unificar los criterios de todo el mundo o globalizarlos, no creo en que todos los medios se pongan de acuerdo, no creo en que haya un autocontrol generalizado, no creo en todo eso. Creo que hay que insistir en la necesidad de pensar en serio cuál es la estrategia y la posición hoy en día, ahora, y cuáles son las guías profesionales para tratar estos temas, y ponerlas por escrito. Esto deben hacerlo los periodistas y deben estar convencidos de que esas guías van a orientar su acción. Por lo tanto, y a medida de ejemplo, ¿se pueden publicar los comunicados terroristas? 1.Algunos comunicados terroristas hay que echarlos directamente a la papelera. 2.Otros hay que traducirlos a un lenguaje profesional, que no sea el lenguaje revolucionario e incendiario, que no es más que apología del incendio de la revolución. 3.Otras veces habrá que publicar íntegramente eso. Si me preguntan, ¿usted publicaría el video de Bin Laden que fue divulgado por la televisión después del atentado a las Torres Gemelas y al Pentágono?. Pues después de escucharlo, digo sí, íntegro. ¿Por qué? Es la primera vez que este hombre aparece en sociedad y habla, es la primera vez que vemos un hombre dotado de una alucinación de tal calibre. Que si el Departamento de Estado norteamericano dice que se trata de un hombre alucinado diríamos ¡Oh, de nuevo el Departamento de Estado lavándonos el cerebro…, ¡es un hombre equilibrado, magnífico, un saudí millonario que lucha por su gente! Los españoles vimos asombrados la filmación y quedamos convencidos de que Ben Laden no es coherente. ¿Cómo he sabido que está loco? Porque lo he visto, porque que he oído, con sus propias palabras, su discurso. Puede ser que otro discurso de Bin Laden lo vea y diga: “ésto a la filmoteca hasta próxima orden”. En general, en la lucha y en la guerra, normalmente los partes del enemigo no se suelen publicar. He aquí la propuesta que les hago para que discutamos: 1.En la información sobre el terrorismo no cabe neutralidad. La neutralidad o el abstencionismo son iguales que la colaboración, más o menos intensa, con el terrorismo. Estrategias para combatir el terrorismo desde la comunicación política y la comunicación informativa. Carlos Soria. Palabra Clave No. 5. Universidad de La Sabana – Facultad de Comunicación Social y Periodismo Campus Universitario, Puente del Común, Chía, Cundinamarca. Colombia – Suramérica http://www.periodismo.edu.co http://www.comunicacion.edu.co 2.Debemos tener cierto cuidado o reserva en el manejo de las fuentes terroristas. Llega un momento en que hay que manejarlas. El terrorismo tiene muy escasas fuentes de información. Las estrategias militares, propiamente dichas, son secretas y no se comunican. Las ruedas de prensa del Pentágono no sirven para nada, simplemente son un ejercicio maravilloso de corrección y educación. Pero de información nada. La información de ésta o aquella televisión que están dominadas por Bin Laden, no dicen más que sus historietas. Entonces, ¿Cuáles son nuestras fuentes?. Tenemos un problema de ignorancia informativa, un problema de necesidad informativa y una pobreza radical de las fuentes y de nuestra capacidad para contrastarlas. Esto es un caso límite desde el punto de vista técnico y ético, de cómo manejar las fuentes, no creo que haya un caso más difícil. La metodología me parece que debería ser: informar desde las víctimas y no desde los terroristas. Lo cual quiere decir que, en términos profesionales, sería recomendable dar a conocer precisamente aquello que no quieren los terroristas que sepamos. Nos vale aquí también aquella cínica pero maravillosa definición de noticia que la escuela norteamericana ha creado: ¿Qué es noticia política? Aquello que el gobierno no quiere que se sepa. ¿Qué es noticia terrorista? Aquello que los terroristas no quieren que se sepa. Si esto se emplea, estamos informando desde las víctimas y no desde el terrorismo. 3.Transmitir esperanza. Hemos visto cómo el terrorismo en su análisis caracterológico, es en el fondo la desesperación. El terror genera desesperación. De ahí también la adhesión profunda, desesperada, de las sociedades. Transmitir esperanza no es transmitir moralina, lágrimas, lloros etc. Los medios tienen una parte fundamental en la pacificación de las sociedades y en el mantenimiento de la esperanza entre sus ciudadanos. La esperanza de que ésto pasará algún día, de que esto acabará en algún tiempo. 4.Controlar de buena fe la política antiterrorista del Estado. Decía que no creo que haya que ser neutral, hay que ser beligerante en este campo. Eso no es un cheque en blanco para todas las acciones antiterroristas del Estado o de los Estados. La prensa debe mantener un cierto control y una cierta revisión de los medios que se están poniendo para una finalidad que es plenamente compartida. Hacer otra cosa, despreocupándose del control del Estado, de las fuerzas Estrategias para combatir el terrorismo desde la comunicación política y la comunicación informativa. Carlos Soria. Palabra Clave No. 5. Universidad de La Sabana – Facultad de Comunicación Social y Periodismo Campus Universitario, Puente del Común, Chía, Cundinamarca. Colombia – Suramérica http://www.periodismo.edu.co http://www.comunicacion.edu.co antiterroristas o de los estados mayores, es introducir el riesgo de que en este campo - ya tenemos experiencia histórica- se desarrolle a oscuras, en la sombra, en la confusión, el terrorismo de Estado, el cual no es admisible. La existencia del terrorismo no asigna legitimidad al Estado para copiar simétricamente sus métodos. Hay que controlar que las medidas antiterroristas sean éticas, congruentes y proporcionadas. 5.Finalmente hay que urgir, desde la información o desde la comunicación política, la solución o el alivio de los problemas reales que alegan los terroristas. Siempre en las alegaciones, hay un fondo, más o menos confuso, de verdad en las reivindicaciones que son formuladas desesperadamente. Frente a esos problemas reales hay que comprometerse en la solución desde la información. Uno de los aspectos positivos, es que unos y otros hemos tomado contacto y conciencia de que existen zonas inmensas no conocidas por nosotros, en situaciones dramáticas desde el punto de vista de la educación, la sanidad, la religión, las costumbres, la comida, la vivienda. Enormes estepas que en un momento determinado desconocemos o que no conocemos con detalle. Los movimientos para arreglar o aliviar los problemas de fondo, son absolutamente necesarios en una política antiterrorista correcta. Quiero terminar con estas palabras que siempre me emocionaron, de uno de vuestros hombres, que murió víctima del terrorismo. Era Guillermo Cano, Director de El Espectador. Me parece que desde su sencillez, es el resumen vital de lo que he dicho: “Necesitamos una paz para vivir civilizadamente y dejar de morir a destiempo y como salvajes”.