SELIM06.pdf ____________________________________________________________________ 185 BLAKE, NORMAN FRANCIS 1996: A history of the English language. Houndmills: MacMillan. (xv + 382 pp.) Como es tradición y muestra de honrado comedimiento por parte de los eruditos en la materia, asistimos a la publicación de ‘otra’ historia de la lengua inglesa, esta vez a cargo del prolífico y ameno Norman Blake. El manual pretende cubrir las necesidades del lector no especializado, sea o no universitario. Es éste un objetivo difícil de satisfacer y que requiere enorme esfuerzo por parte del autor, dado que el espectro de necesidades que genera un público de tales características no es sólo amplio, sino, sobre todo, di- verso. Así en virtud de la divulgación, Blake adopta un tono narrativo en el que se encuentra cómodo y en el que el lector más relajado se embarca con facilidad. Sin embargo, el carácter continuado del texto resulta en ocasiones formalmente enojoso para el universitario que persigue un dato concreto. Por otra parte, las limitaciones que toda obra general naturalmente establece impide en este caso prescindir de ciertos pormenores ineludibles para el es - tudiante y de menor interés quizá para otro tipo de lectores. En este sentid o, el mencionado tono narrativo oscurece la claridad expositiva a que normal- mente obliga la descripción de sistemas fonológicos en evolución, por poner un fácil ejemplo. Con todo, estos aspectos formales no deben empañar una obra sólida y personal, como tampoco deben hacerlo dos erratas tipográficas (pp. 318 y 319), sorprendentes en las siempre cuidadas ediciones inglesas, de las que dejamos constancia sin más. La obra que nos ocupa rezuma ecos de las cualidades personales de su autor, deja ver su sólida formación literaria y estilística, su conocimiento de la tradición, y su talante nunca dócil a lo establecido. Y en la intersección de tales rasgos radica, desde luego, su mayor virtud. Quizá debamos ver en ello también la base de la polémica que pueden suscitar algunas cuestiones menores (relativas a la fechación de ciertos cambios, o a afirmaciones como la que se recoge en la p. 35 acerca de la idea de jerarquización lingüística que podía estar presente en la mente de la mayoría de los anglosajones). Pero volviendo a sus logros, el libro se abre con una reflexión, ya anunci- ada en el Congreso de Valencia de 1992 y en el correspondiente artículo ____________________________________________________________________ 186 publicado con posterioridad,1 sobre la naturaleza y la cronología del inglés y de la historia de la lengua inglesa. Al decidirse por acometer la historia detal- lada del estándar y revisar la periodización de la historia del inglés estable - ciendo como criterio el grado de estandarización logrado en distintas fases, Blake consigue por una parte proponer explícitamente lo que otros apuntaban desde distintas periferias —al constituir obligado tema de estudio pero sin incardinar aún en el seno de la disciplina—, y por otro disolver un debate tradicional sobre la arbitrariedad y el carácter no lingüístico de los criterios seleccionados para dividir una unidad supuestamente difícil de fragmentar de manera coherente. Esta historia de la lengua inglesa es la historia del estándar inglés británico, cuyos sucesivos episodios vienen marcados por la modificación de las actitudes observables social y lingüísticamente con respecto a la normalización del idioma. Además de este cambio de perspectiva global, absolutamente acertado y acorde con la investigación que desde hace más de quince años se está llevando a cabo sobre la historia del inglés, queremos destacar variaciones más sutiles, análogas en importancia y similar muestra del talento del autor, con respecto al peso que conceden a ciertas cuestiones otros manuales tradicionales. Así, en el libro cobra especial relevancia el pe- riodo comprendido entre los siglos XI y mediados del XIII; la relación anglo - escandinava se equipara abiertamente a la anglo -normanda, o se recuperan las relaciones comerciales vigentes entre Inglaterra y Holanda en diversos momentos de la historia. Sutilmente novedosa e igualmente atractiva resulta en segundo lugar la complicada trama que Blake va urdiendo a través de las líneas en torno a las relaciones observables entre lengua hablada y lengua escrita, particularmente la brecha que se abre poco a poco entre teoría poética y norma lingüística. El artículo que Blake cita en la nota 10 de la página 334 confirma que éste es un tema que le ha mantenido atento en los últimos tiempos y cuyos detalles con- sigue transmitir en este libro más general. Junto a esto y como tercer gran punto de interés del libro, creo que merece la pena destacar el detenimiento que Blake concede a diversos textos metalingüísticos que se han producido a lo largo del tiempo sobre el inglés. La consideración más pormenorizada de lo 1 Blake, N., 1994, ‘Premises and periods in a history of English’, en Fernández, et al., eds., 1994, English historical linguistics 1992, Amsterdam: Benjamins ____________________________________________________________________ 187 habitual de obras como las de Lowth, Trench, Cobbet y otras anteriores y posteriores, es quizá exigencia ineludible de la nueva perspectiva, pero no por ello resulta menos destacable el trabajo realizado. En esto también, Blake es receptivo a un nuevo corpus de investigación histórica y divulga un nuevo canon de cuestiones que deben atenderse en manuales sobre la materia. Aunque de principios actualizados, la obra de Blake es una historia de la lengua que se mueve dentro de la tradición, en la que lo extralingüístico, la literatura y ahora lo sociolingüístico, el léxico y la fonología aportan el aliento que va animando el relato y la línea de estudio previo. Blake, pro fundo conocedor de la bibliografía tradicional que indirecta y rigurosamente reivindica, ha seleccionado una serie de estudios necesarios y certeros de los últimos veinte años para articular sus reflexiones renovadoras, pero no se hace eco, ni pretende, de las complejas perspectivas que hoy en día afectan a la explicación del cambio lingüístico, una tarea acometida desde tradiciones distintas a la suya y de la que el libro de Smith, J., 1996, An historical study of English. Function, Form and Change, puede ser buen ejemplo. El libro, con todo, abunda en detalles individuales que por romper con lo habitual, como ya se ha dicho, mueven a la reflexión o en algún caso a la controversia. Ocupándonos ya de aspectos más formales, controvertida resulta, sin duda para quien no lo conozca, la manera en que Blake recoge sus deudas in - telectuales, a veces sigilosame nte en el cuerpo del texto, otras de manera ex- cesivamente general, otras en la correspondiente nota final. La obra carece de una sección bibliográfica convencional, aunque sí incluye una relación de lecturas recomendadas por temas. Como conclusión a cada uno de los capítu- los, Blake comenta un texto breve que a su juicio resulta significativo y rep- resentativo de lo expuesto. El comentario es algo más rutinario que el tono general del libro y creo que tanto por razones pedagógicas como por las di- vulgativas se echa en falta la traducción de los tres primeros. El destinatario del texto, por último, puede remitirse a un glosario básico de términos técni- cos y a una tabla de símbolos fonéticos que se incluyen al final. Todo libro de Blake siempre resulta oportuno, intelectualmente valiente, académicamente satisfactorio y en cierta medida provocador; es evidente que en todos encuentra el autor ocasión para sus guiños intelectuales y el lector materia para disfrutarlos. ____________________________________________________________________ 188 Paloma Tejada Caller Universidad Complutens e * † *