Sobre profesiones, prácticas y oficios de la comunicación 298 Palabras clave : profesiones de la comunicación, producción de sentido, prácticas sociales, escenarios laborales, formación. Descriptores: �ociolo��a de la comunicación, �rofe��ociolo��a de la comunicación, �rofe� sionales de información, Vida cotidiana. Recibido: Abril 15, 2011 Aceptado: Mayo 25, 2011 On �rofessions, �ractices and Occupations of Communication �tudies The field of professions and occupations of commu� nication studies is a structurin� topic. It concerns the reflection on the critical field of the discipline, and its ethical perspective as a trainin� process. �tudyin� its interdisciplinary relations and explorin� its method� olo�ical possibilities to adapt its analysis to the social sciences demands, is an epistemolo�ical adventure, which opens new roads to shape itself as an object of study and knowled�e producer. The emphasis of this text is on the field’s dialo�ical and relational view as a strate�y to produce sense, ima�inaries, and analysis. It presents a brief sketch that reopens a necessary debate for the academia and its job as social practices re�ula� tor in many communities and in many ordinary life scenarios. The relation between communication stud� ies and world�culture, as one of the many conceptual clues to analyze the influx of �lobalization, is an illu� minatin� academic purpose to critically produce the development of the professionals of the communication field as well as to reveal their occupations and their practices in the labor scene. �obre profesiones, prácticas y oficios de la comunicación El campo de las profesiones y oficios de la comunicación es un tema estructurante, en lo referente a la reflexión del campo cr�tico de la disciplina y su postura ética como proceso de formación. Estudiar sus relaciones interdisci� plinares y explorar posibilidades metodoló�icas para la adecuación de su análisis dentro de las ciencias sociales es una aventura epistemoló�ica que abre nuevos sentidos para su posible confi�uración como objeto de estudio y producción de conocimiento. El enfoque permanente del texto es la mirada dialó�ica y relacional como estrate�ia de producción de sentido, ima�inarios y análisis del nuevo campo. �e trata de un breve boceto que reabre un debate necesario para la academia y su función como re�uladora de prácticas sociales en múltiples comunidades y escena� rios de vida cotidiana. La relación entre comunicación y cultura�mundo como una de las múltiples pistas concep� tuales desde dónde analizar el influjo de la �lobalización es una consi�na académica iluminadora para desatar de manera cr�tica el desarrollo de los profesionales del campo de la comunicación, as� como la revelación de sus oficios y diversas prácticas en escenarios laborales. Keywords: communication studies professions, sense production, social practices, labor scenarios, trainin�. Search Tags: �ociolo�y of communication, Informa� tion professionals, Everyday life. Submission Date: April 15th, 2011 Acceptance Date: May 25th, 2011 Origen del artículo Este art�culo es resultado del dia�nóstico preparado para la investi�ación “Relocalización del objeto de estudio de la comunicación: Relevancia de Maestr�as y Doctorados en Comunicación en Colombia”, la cual da respuesta a la convocatoria de los investi�adores del I Fórum Ibero�americano de �os Graduación en Comunicación, CONFIBERCOM 2011. 299 Claudia Pilar García Corredor / Luis Fernando Rodríguez Bohórquez* * Claudia Pilar García Corredor. Colombiana. Comunicadora social, de la Universidad Externado de Colombia; Magíster en Comunicación, de la Pontificia Universidad Javeriana. Profesora de Teorías de Comunicación en pregrado y maestría, y coordinadora académica de la Carrera de Comunicación Social de la Pontificia Universidad Javeriana. Ha sido directora de comunicaciones en organizaciones sociales; ha adelantado el diseño e implementación de estrategias de comunica- ción en derechos humanos, medio ambiente y salud; diagnósticos de prácticas en comunicación y cultura; análisis en comunicación y desarrollo; estudios de las teorías de la comunicación. Correo electrónico: pigarcia@javeriana.edu.co. Luis Fernando Rodríguez Bohórquez Colombiano. Comunicador social-periodista. Trabajó en el Ministerio de Cultura, en los programas de televisión Última escena y Secuencias. Integrante de la experiencia ganadora del Premio Nacional de Paz 2003, Colectivo de Comunicaciones Montes de María, donde se desempeñó como tallerista, coordinador del área audiovisual y autor de la propuesta ganadora y premiada por los principales medios de comunicación en Colombia. Adelantó estudios de Maestría en Comunicación en la Universidad Nacional de La Plata, Argentina, y actualmente hace parte de la Corporación Andares, Ida y Vuelta. Es profesor universitario. Correo electrónico: vertov15@hotmail.com. �obre profesiones, prácticas y oficios de la comunicación En tiempos de grandes cambios como los nuestros, una de las dificultades mayores consiste en imaginar alternativas. N. Lechner E l objeto primordial es ofrecer una mirada reflexiva en torno a las profesiones deri� vadas de la comunicación y su relación intr�nseca con el proceso mismo de la formación. As�, movilizar planos discursivos de orden histórico y cultural, que posibiliten repensar el campo y las acciones alrededor de dicha rela� ción peda�ó�ica y de investi�ación metodoló�ica, es una necesidad �lobal y social de permanente reinvención. �ara ello, intentaremos esbozar parte de lo acontecido en el campo de la comunicación, con el fin de establecer al�unos parámetros teóricos y estructurantes en los ámbitos de la formación, la institucionalidad, los oficios y las prácticas derivadas de la profesión. �e trata de explorar rutas epistémicas e institucionales, peda�ó�icas y de mercado, y que en tiempos de �lobalización y de cultura�mundo terminan por confi�urar y modelar el inevitable mapa de la comunicación y sus muchas variables de actuación. Una entrada para abrir el debate en este sentido tiene que ver con la pertinencia del estudio de la comunicación, los objetos de estudio y su función estraté�ica en el desarrollo de la sociedad actual; pero, desde el sentido complejo que la teórica e investi�adora brasilera Mar�a Immacolata Vasallo de Lópes anota al respecto: “Lo que hay de nuevo en esto es que el campo de la comunicación se comple� jiza enormemente, haciendo expl�cito el error epistemoló�ico de se�uir tratando a la comuni� cación como objeto de estudio en una perspectiva meramente instrumental, sea a través de la cr�tica meramente ideoló�ica, sea a través de la afirmación funcionalista” (2006, p. 14). La incidencia de las fuerzas del mercado en este contexto marca un punto decisivo en el �iro histórico que la comunicación experimenta como lu�ar si�nificante para nuevas lecturas en la relación sistema�mundo. El conjunto de variables contenidas en las fuerzas del mercado se extien� den, se determinan y se le�itiman por medio de dispositivos de poder, valores e instrumentos en Signo y Pensamiento 59 · Documentos de investigación | pp 298 - 306 · volumen XXXI · julio - diciembre 2011 300 áreas intersectoriales como la educación, la cultura y el desarrollo, mientras la emer�encia del nuevo campo y sus desaf�os por el encuentro e interacción social ponen al Estado y a sus instituciones en una posición incierta y debilitada frente a los retos que supone la resi�nificación de nuevos conceptos, que lleven a la práctica de la comunicación como producción de sentido. En este orden de ideas, cabe anotar que las maneras de asumir la investi�ación, los énfasis y objetos de estudio en comunicación han sido modificadas por una serie de movimientos que determinan las prácticas metodoló�icas. �ara el caso del presente texto, se tendrá en cuenta la l�nea de investi�ación trabajada por Mar�a Immacolata Vasallo de Lópes (2006, p. 15), precisada en tres cate�or�as de análisis, las cuales hemos interpre� tado en clave de una nueva lectura, acorde con el tema propuesto: sobre profesiones, prácticas y oficios de la comunicación. �rimera: reconocer las tendencias predomi� nantes en la historia del campo, es decir, cómo se expresa teóricamente la comunicación en el contexto latinoamericano. �e�unda: entender el contexto institucional en el cual se fortalece el campo, espec�ficamente la formación profesio� nal de los comunicadores. Tercera: entender las dinámicas de interacción en contexto, las formas como se visibilizan, desempeñan y expresan las profesiones, por medio de prácticas y oficios de la comunicación. El modelo interpretativo propuesto por la investi�adora brasilera busca en su proyecto de lar�o aliento, a la hora de inda�ar dentro de la comunicación: “la producción de conocimiento y le�itimación del mismo, por su relevancia social y por su ri�or, tanto teórico como metodoló�ico” (Vasallo de Lópes, 2006, p. 14). �u tema de estudio no es el mismo que se persi�ue en el presente ensayo; sin embar�o, sus cate�or�as citadas amal�aman conceptualmente nuestra propuesta por desentrañar y articular metodoló�icamente rutas de apropiación e interaprendizaje de las profesiones de la comuni� cación, en conexión ética con los saberes del campo, debatido ampliamente desde la academia. Desde este tipo de reflexión cualitativa se ubica en el centro la necesidad de construcción de estrate�ias técnicas y humanas, que movili� cen otros discursos, cuyo punto de partida sea la conver�encia de sentidos interdisciplinarios y de voluntades pol�ticas, comprometidas en la mediación peda�ó�ica que propone un diálo�o interactivo entre academia, medios de comuni� cación y vida cotidiana, donde las necesidades, problemas y voces de los sujetos implicados en la transformación del campo comunicacional dejen entrever un nuevo conocimiento. La comunicación, un campo de conmoción… El campo de estudios de la comunicación empieza a constituirse, en el contexto latinoamericano, en los años sesenta del si�lo pasado. Una década después, la reflexión se alimenta del debate propiciado por el filósofo italiano Umberto Eco (1965), al decir que el campo se polarizaba entre apocal�pticos e inte�rados; los primeros, con un enfoque pesimista y cr�tico sobre las industrias culturales y la cultura de masas, mientras los se�undos ten�an una mirada benévola e instrumental hacia los medios masivos. Desde entonces, son varios los escenarios donde se han puesto en discusión las múltiples apuestas conceptuales que han ido redefiniendo la pertinencia como campo de conocimiento, con su especificidad social y de desarrollo. Hoy, a más de cuatro décadas, “es satisfactorio constatar que el tema y el enfoque adquieren sentido” (Fuentes Navarro, 2007b, p. 217), especialmente con la recon� fi�uración de una noción de comunicación que no solo se debate entre la instrumentalidad y los medios para entender mejor los procesos y las mediaciones. Hay que resaltar que el trayecto del campo ha �irado hacia el re�istro de situaciones cada vez más focalizadas sobre al�unas pre�untas de reco� nocimiento pol�tico, social y cultural, como por el sujeto mismo. �e involucran nuevas herramientas cr�ticas, instrumentos y observaciones de carácter anal�tico y cualitativo. �e propician atmósferas intersubjetivas de apreciación interdisciplinaria, 301 Claudia Pilar García Corredor - Luis Fernando Rodríguez Bohórquez | Sobre profesiones, prácticas y oficios de la comunicación intervención y descripción de los contextos, para lle�ar a explorar perspectivas más articuladoras de producción simbólica. La comunicación, tanto en su conceptua� lización como en las profesiones que la visibi� lizan —como lo han re�istrado los estudiosos latinoamericanos de la comunicación Armand y Michele Mattelart, en su libro Pensar sobre los medios (1987) —, se ubicó en dos posiciones teó� ricas: por un lado, el paradi�ma instrumental/ hipodérmico/funcional, y por el otro, el paradi�ma cr�tico/marxista/estructural, los cuales buscaban responderse pre�untas por la tensión inevitable entre ló�icas de producción y consumo de los procesos de comunicación. La perspectiva instrumental se�u�a los postu� lados y modelos de investi�ación positivista de los análisis de audiencias mediáticas, realizados con �ran �mpetu desde los años cincuenta en los Estados Unidos. �or su parte, la teoría crítica de Frankfurt, desde finales de los años sesenta, aportó un impor� tante devenir en los análisis latinoamericanos sobre temas y problemas de las industrias culturales, lo que �eneró nuevas propuestas, especialmente para el ámbito de la comunicación y el desarrollo, que desde la teor�a de la dependencia permitió revelar otros aspectos posibles. En las intervenciones de esta �ndole se hace una apuesta por el hacer de la comunicación en relación con otros campos, como la educación, la sociolo��a, la psicolo��a, entre otros, para promover procesos de transformación social. Desde entonces, la comunicación alternativa ha sido pionera en los pro�ramas sociales de la re�ión. �in embar�o, desde un ajuste de cuentas con la teoría crítica —como anota Jesús Mart�n� Barbero—, a mediados de los años ochenta sur�e la pre�unta por la cultura en relación con la comu- nicación, entendiendo esta última como práctica social productora de sentido. La comunicación ya no es solo un instrumento, ni los medios son la perversión encarnada de la escuela de Frankfurt. Al�o nuevo se empieza a tejer y el acento se desmarca de la polaridad producción-consumo, para adentrarnos en lo que Jesús Mart�n�Barbero denomina mediaciones. De ah� que mi investi�ación haya estado dedi� cada en �ran medida a romper las se�uridades que procura el pra�matismo tecnicista y a conectarla con las preocupaciones de la reflexión filosófica y las bús� quedas de las ciencias sociales. A esto le he llamado pensar la comunicación desde las mediaciones; esto es, las articulaciones de las prácticas de comunicación con las dinámicas culturales y los movimientos sociales. (Mart�n�Barbero, 2005, p. 166) Este escenario dimensiona la comunicación hacia un desplazamiento teórico y metodoló�ico que deriva en objetos de estudio idóneos para ser analizados, entendiendo la comunicación como constitutiva de cultura, para producir un viraje “en las ciencias sociales hacia la inte�ración de �rupos interdisciplinarios dedicados a estudiar la comu� nicación desde diversos án�ulos metodoló�icos, tendencia que se ha venido afianzando” (Anzola, 1984, p. xix), hasta proponer un importante aprendizaje en la construcción de conocimiento en el transcurso del tiempo y la inte�ración de diferentes saberes, para la concertación de un campo complejo y en permanente reinvención. Al escapar de la especialización reductora, la mirada cientificista, positiva, funcional y masiva de la comunicación ha sido un ejercicio constante de rupturas epistemoló�icas y voluntades pol�ticas. Los aportes de distintas escuelas y posturas han motorizado y enriquecido el panorama de la comunicación desde distintos escenarios: aborda� jes desde la semiolo��a y los análisis de discurso, la hermenéutica y el pensamiento complejo, los estudios culturales, la econom�a pol�tica de la comunicación y la sociedad de la información, todo ello ha posibilitado la emer�encia de nuevas formas de ver y repensar los objetos de estudio. Visto as�, y tal como lo afirma Herbert �chilller: “la investi�ación de la comunicación es actual� mente un campo de conmoción, producto de las transformaciones que están ori�inando las actuales tecnolo��as de la comunicación” (�osa, 2009, p. 2). Está en conmoción por tratarse de un campo que relee la estructuración de las sociedades en constante transformación e incertidumbre, propias Signo y Pensamiento 59 · Documentos de investigación | pp 298 - 306 · volumen XXXI · julio - diciembre 2011 302 de los procesos y prácticas de un mundo complejo. �e trata de una nueva mirada del capitalismo y de la concentración de medios masivos, promovida por ló�icas instrumentales e intereses privados, �lobales y determinantes en la consecuente transformación de escenarios laborales de la comunicación y sus oficios. �arafraseando al teórico brasilero, especialista en econom�a pol�tica de la comunicación, César Bolaño, podemos decir que la inflexión de este nuevo paradi�ma consiste en ejercer tensión en las estructuras pol�ticas y económicas puestas en jue�o en el proceso comunicacional. �e trata de una vuelta al análisis cr�tico en medio de lo que, desde el “final del si�lo XX ha si�nificado una transformación fundamental en la historia de la especie humana […] se trata de una reestructu� ración profunda del capitalismo, inducida por la revolución microelectrónica que provoca un aumento inusitado de las asimetr�as y de la exclu� sión social” (Bolaño, Mastrini y �ierra, 2005, p. 39). Entre tanto, la oportunidad de desarrollar prácticas que fortalezcan procesos de reconoci� miento y oportunidades entre sujetos y actores sociales proporciona un espacio ideal para la academia en el ajuste de nuevos enunciados y si�� nificantes, fundamentales en la representación de este campo y sus percepciones en torno al mundo, la vida cotidiana, la ciencia, el arte y la vida misma. La formación de la comunicación: entre las ciencias sociales y humanas Comprender el quehacer de las universidades, como lu�ar de aprendizaje, es una necesidad fundamental en el proceso cr�tico y de conver�encia metodoló�ica para la planificación del mundo académico. La universidad es aún el espacio —socialmente establecido— que se atribuye la responsabilidad de la escenificación del saber y aporte de herramientas, tanto anal�ticas como conceptuales, en torno a los objetos de estudio posibles de ser estudiados y cuestionados, hasta la puesta en común de sus alcances peda�ó�icos. As�, introduce al educando en el conocimiento detallado de saberes y prácticas, en la dialéctica de la comunicación para la vida. Al�unos académicos, como Raúl Fuentes Navarro, al pensar curricularmente bases con� ceptuales capaces de sostener una apuesta cr�tica y utópica como soportes de cohesión para la formación y articulación de la universidad con las profesiones, resalta el diálo�o interrelacional de cuatro operaciones formativas o niveles suce� sivos, que los e�resados entretejen como relato académico: un primer nivel que abarca el lenguaje, como la capacidad de representar el acontecer. Un se�undo nivel relativo al control de la información, al�o as� como la mediación entre el acontecer y su conocimiento social. Un tercer nivel que corresponde a los usos sociales de la comunicación y sus recursos. Y un cuarto nivel que remite a las competencias necesarias para operar la comunicación educativamente (Fuentes Navarro, 2007a, p. 6). En otras palabras, que la comunicación emer�e no sólo como un dato para ser reconocido, sino como una necesidad interpretativa de lo que ocurre y una manera de visualizar las relaciones sociales de manera or�ánica. �or un lado, se trata del reco� nocimiento de la comunicación como opción de a�enciamiento dinámico e interactivo, presente de diversas maneras en la construcción de escenarios y prácticas sociales. Y, por el otro, de la concreción real y no impostada de conceptos validados por la reflexión interdisciplinaria, los cuales, al�unas veces, carecen de asidero en las experiencias de campo en las que la comunicación tiene lu�ar como referente estructural del mundo cotidiano. �e�ún Alejandro Grimson, poner en común, hacer público, comunión, definen la comunicación. La pre�unta que sur�e en el mundo contemporá� neo es si realmente podemos estar se�uros de que cuando al�o se hace público, se está poniendo en común. ¿Acaso publicar implica comunión? ¿Es lo mismo poner en común y hacer público? (Grim� son, 2008, p. 52). De ah� que sea imprescindible articular saberes y voluntades institucionales que permitan tramar lo comunicacional como campo/ problema/eje en el espacio de encuentro, entre maneras de apropiación, acción y comprensión de contextos, constitutivos de visiones de realidad y desarrollo. 303 Claudia Pilar García Corredor - Luis Fernando Rodríguez Bohórquez | Sobre profesiones, prácticas y oficios de la comunicación La profundización de estas perspectivas anal�ticas presupone la necesidad de amal�amar niveles conceptuales y experiencias ordinarias, de manera no reduccionista ni de reproducción mecánica de prácticas. �e trata de una herramienta metódica y consensuada de las ciencias sociales y humanas, que nos ayuda a introducir or�anización y racionalidad a las acciones de interaprendizaje para el campo, en otras palabras: planificar curricularmente un proceso de conocimiento. Cómo aprendemos y apropiamos competencias profesionales, y cómo operamos en el mundo de las prácticas. Cómo nos convertimos en mediadores de expresión, sentido y representación de todo aquello que compete a valores democráticos, identidad, participación, formación, lo popular y lo público. Guillermo Orozco Gómez ar�umenta: “la conveniencia de abandonar, como objetivo principal, la adecuación de la formación universitaria de pro� fesionales de la comunicación a los requerimientos del mercado de trabajo, para centrar el esfuerzo en captar y traducir adecuadamente en los curr�cula las necesidades de comunicación de la sociedad civil” (citado en Fuentes Navarro, 2007a, p. 3). �ituación que termina por complejizar aún más las ur�encias estraté�icas de compromiso y actuación entre instituciones, Estado y ciudadan�a. Epistemoló�icamente, se trata de propiciar un diálo�o con textos y narrativas que fortalezcan la comprensión de los ras�os fundamentales que caracterizan el conocimiento cient�fico, en relación con otras formas de conocimiento, y debatir sobre sus articulaciones posibles y deseables en cada dimensión de la esfera mundo�vida. Mirada necesariamente interdisciplinaria que piensa los componentes múltiples de la construc� ción pública del conocimiento, las habilidades y los saberes prácticos. “�asar de ese debate a la ‘acción’, a la reestructuración de las prácticas y pro�ramas de investi�ación, tendr�a que ser, desde este punto de vista, objeto de una concertación de ‘fines’ comple� jamente condicionada en los ámbitos académicos” (Fuentes Navarro, 2010). Desaf�o que obli�a al replanteo de la inercia y pasividad de actores en �eneral, tanto de la institución como de investi� �adores y a�encias de información; de acciones donde se discutan, socialicen y articulen propuestas que manifiesten dinámicas de reor�anización del campo temático y creativo de la comunicación. En el contexto actual, donde las crisis econó� micas son �lobales; de los encuentros culturales, de las interconexiones, de los movimientos sociales en red, no es posible se�uir pensando con anteojeras ni mantener ámbitos académicos cerrados que pro� pendan por formaciones i�ualmente obtusas. Hoy, las propuestas peda�ó�icas, especialmente en cam� pos de conocimiento como el nuestro, intentan dar cuenta de este mundo cambiante y en permanente construcción. La formación universitaria no puede desli�ar otras esferas que complementan procesos educativos, como el acceso y expresión desde tecno� lo��as de punta. As�, también, los saberes prácticos que reinventan formatos, �éneros y estéticas, tanto formales como no formales, y que representan nuevas imá�enes sobre la diferencia y la memoria, son le�itimados alternativamente en el ejercicio de los roles profesionales de la comunicación. �or este mismo motivo, el desaf�o y la respon� sabilidad para quienes intentan definir su especifi� cidad en el campo de la formación, de intervención y de participación activa, está centrado en repensar nuevas formas de articulación de las demandas comunicativas de diversos actores y sujetos de reco� nocimiento. Nuevos tiempos y ritmos que vehiculen y conten�an voluntades pol�ticas, democráticas y públicas, con poder de incidencia en la producción de nuevos intérpretes de lo social, en función de la condición humana y de su interacción con los otros. De aqu� que el acento desde las ciencias sociales sea construir propuestas complejas y metodoló�icas para realidades que trascienden paradi�mas y prenociones sobre lo que debe ser el desarrollo, la econom�a y la actuación pertinente de profesionales en la esfera comunicativa, social y cultural. Lo anterior tiene que ver con la idea expuesta por Guillermo Orozco Gómez: “la comunicación no es sólo un asunto de medios y de �randes masas, sino de procesos y de redes y de �rupos o individuos” (1994, p. 22), que con su accionar van confi�urando prácticas sociales. Signo y Pensamiento 59 · Documentos de investigación | pp 298 - 306 · volumen XXXI · julio - diciembre 2011 304 En un repaso a los cincuenta y tres pro�ra� mas académicos de Colombia que hacen parte de la Asociación Colombiana de Facultades y �ro�ramas Universitarios en Comunicación e Información (AFACOM), vemos que hay lu�ares comunes y lu�ares de desencuentro. �or ejemplo, al�unos pro�ramas aparecen inscritos en faculta� des de ciencias humanas; otros, en ciencias sociales, diseño, artes, derecho y ciencias jur�dicas, y el resto, en facultades propiamente de comunicación, con lo que se puede deducir la relación directa que el campo presenta con varias de las disciplinas, donde comparte modelos investi�ativos, marcos teóricos, objetos estéticos y conceptuales. Casi todas las universidades colombianas promueven la “movilidad” de estudiantes, brin� dan apertura a experiencias mediante convenios interinstitucionales; para el caso que nos convoca en este trabajo, lo trascendental de esta movilidad consiste en mantener la posibilidad de interac� ción con otros curr�culos y, as�, beneficiarse con los acercamientos a los saberes de los diferentes pro�ramas. En �eneral, los pro�ramas académicos de comunicación se caracterizan por mantener un perfil profesionalizante, que dele�an la formación en investi�ación a los pos�rados. Al�unos pre�ra� dos ofrecen mallas curriculares que propenden por la formación inte�ral de comunicadores, con ejes temáticos y conceptuales en sociales y humanidades (comunicación para la paz, estudios culturales, comunicación y len�uaje, comunicación y desarrollo, comunicación y entornos virtuales, comunicación y educación, periodismo y socie� dad de la información, etc.). En su mayor�a, los pro�ramas articulan énfasis con los oficios de la comunicación, presentados como subcampos profesionales que fortalecen la formación desde cada institución, con las respectivas tendencias académicas planificadas. As�, en al�unas univer� sidades existen subcampos y especialidades, como la comunicación or�anizacional, el periodismo, la producción audiovisual, la producción radial, la producción editorial, la publicidad, entre los más representativos. Estos son acentos que intentan dar un pano� rama coherente con las pol�ticas de formación de la enseñanza inte�ral de la comunicación. Que pase o no pase es una asi�natura que continúa pendiente en el reencantamiento de nuestro oficio. De las profesiones de la comunicación social: entre los oficios y las prácticas La producción social de conocimiento y replanteo de ima�inarios entre comunicación y el mundo de las prácticas derivan si�nificativamente del enfo� que cr�tico y la perspectiva ética impartida por los curr�culos universitarios, que finalmente modelan profesionales para el campo. La cuestión de si los comunicadores deben asistir funcionalmente al mercado de las demandas o asumir el rol de transformadores sociales es un debate abierto e inminente, que supone procesos de construcción colectiva para todos los actores participantes, tanto de los proyectos académicos, como de los centros de producción de contenidos. Estas dos vertientes del área intercambian sentidos, ló�icas de producción y representación simbólica, lo cual �enera estéticas experimentales, formatos h�bridos, �éneros y len�uajes interdisciplinares, que hacen de la comunicación un escenario conver�ente para la mediación de prácticas y discursos. La diversidad de profesiones de la comuni� cación es amplia, no se puede ne�ar. Los roles, oficios y escenarios también lo son. �or lo tanto, la pre�unta por los lu�ares desde los cuales se produce el sentido de los medios de comunicación continúa siendo un ejercicio de investi�ación social capaz de validar el rol del comunicador, no solo como emisor de información, sino, también, como creador de conocimiento; as�, supera el mediacen� trismo como tradición positivista, y la ló�ica de la reproducción de hábitos como recortes de realidad y aprendizajes únicos de lo sociocultural. Como dije desde un comienzo, la idea que orienta la concepción que Bourdieu tiene de lo que es una práctica es la que resulta de colocar la reproducción como proceso social fundamental. 305 Claudia Pilar García Corredor - Luis Fernando Rodríguez Bohórquez | Sobre profesiones, prácticas y oficios de la comunicación Desde ah� Bourdieu ha elaborado el modelo más abierto, complejo y menos mecánico posible para comprender la relación de las prácticas con la estruc� tura, pero ha dejado fuera, no pensada, la relación de las prácticas con las situaciones y lo que desde ellas se produce de innovación y transformación. (Mart�n�Barbero, 1998, p. 110) La concepción de este enfoque alude a dispo� sitivos de reelaboración de cate�or�as profesionales, marcadas tanto por mediaciones sociales como por relaciones de poder, que inciden en el entramado de discursos mediáticos y que circulan adentro de las estructuras sociales. Un espacio en el que se debaten tanto los saberes prácticos, como aprendi� zajes objetivados a partir de ciertas metodolo��as y modos de enseñanza. Encuadre sociocomunicativo y transicional de ejes conver�entes si�nificativos y que implican por lo menos tres l�neas de acción dialó�ica entre método y perspectiva: interpretar cate�or�as que conecten redes, medios, contextos y marcos referenciales comunes al quehacer de los sujetos, a los �mpetus profesionales del comu� nicador, y desmarcar la mirada investi�ativa hacia perspectivas más complejas y menos simplificado� ras de la realidad. Asistir, de la mano de la etno�raf�a, al encantamiento y conver�encia emocional de otras �eo�raf�as comunicativas posibles. Desear y compartir habilidades prácticas, técnicas y usos metodoló�icos, que soporten la comprensión y enunciación del campo compartido, as� como la apropiación y recreación formal e intelectual por parte de los comunicadores. Guillermo Orozco Gómez, si�uiendo a �ie� rre Bourdieu, entiende por campo educativo un conjunto de prácticas interrelacionadas entre s�, de acuerdo con la función que cumplen en la división del trabajo de producción, reproducción y difusión del conocimiento, ampliamente entendido como un conjunto de saberes y habilidades. La premisa impl�cita de esta comprensión es que esos saberes y habilidades son “objetivables” y traducibles a pla� nes de estudio concretos, por medio de los cuales se pueden enseñar y, as�, reproducir. De acuerdo con esto, es posible diferenciar entre los “saberes prácticos”, esto es, saberes que se han aprendido pero no se han enseñado, y aquellos que, debido a su objetivación, pueden enseñarse (Fuentes Nava� rro, 2007a, p. 3). Metodoló�icamente hablando, se viene defendiendo la idea de establecer una mediación peda�ó�ica que supon�a el diálo�o entre instituciones, mercados y curr�culos, que corresponda al mundo de las prácticas y las nece� sidades de transformación social. De acuerdo con �ablo Latapi: Una profesión cualquiera no es la prestación de un servicio de un individuo a otro individuo. Es un conjunto de relaciones estables entre hombres con necesidades y hombres con la capacidad de satisfa� cerlas. �or esto las profesiones adquieren modos de funcionamiento acordes con la formación social en que están insertas. �or eso son relaciones sociales. (Fuentes Navarro, 2007a, p. 3) Tales procesos y sentidos constituyen el refe� rente de una perspectiva comunicativa en camino de potenciar y animar su posible opción de objeto múltiple y complejo, que puede ser conversado desde distintas dimensiones y por medio de las prácticas profesionales, oficios y estéticas donde ten�an lu�ar los relatos de la vida cotidiana, los procesos históricos y culturales, que la validan como razón de ser y de existir en esta esquina del mundo. Referencias Anzola, �. (1984), La investigación en comunicación social en Colombia, Lima, DE�CO. Bolaño, C.; Mastrini, G., y �ierra, F. (2005), Eco- nomía política, comunicación y conocimiento. Una perspectiva crítica latinoamericana, Bue� nos Aires, La Cruj�a. Bourdieu, �.; Chamboredon, J. �., y �asseron, J. �. (1987), El oficio de sociólogo. Presupuestos epistemológicos, México, �i�lo XXI. Eco, U. (1965), Apocalípticos e integrados, Barce� lona, Lumen. Signo y Pensamiento 59 · Documentos de investigación | pp 298 - 306 · volumen XXXI · julio - diciembre 2011 306 Fuentes Navarro, R. (2007a), “�rácticas profesio� nales y utop�a universitaria: notas para pensar el modelo de comunicador”, en Diálogos de la Comunicación, núm. 31, disponible en http://www.dialo�osfelafacs.net/articulos�for� 31RaulFuentes.php, recuperado: 3 de mayo de 2011. — (2007b), entrevistados por Revista Argentina de Comunicación, año 2, núm. 2, �rometeo� Libros, pp. 217�223. — (2008), “La investi�ación de la comunicación en América Latina: condiciones y perspec� tivas para el si�lo XXI”, en Diálogos de la Comunicación, disponible en http://www. dialo�osfelafacs.net/dialo�os_epoca/pdf/56� 05RaulFuentes.pdf, recuperado: 3 de mayo de 2011. — (2010), “Investi�ación de la comunicación: referentes y condiciones internacionales de un diálo�o transversal de saberes”, en Signo y Pensamiento, núm. 57, vol. XXIX, �ontificia Universidad Javeriana. Grimson, A. 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