| Reseñas Verónica Heredia Ruiz “Participación política en redes sociales: el caso de los grupos en Facebook©” Gloria Esperanza Navarro “Codificar/decodificar. Prácticas, espacios y temporalidades del audiovisual en internet” Reseñas Book Reviews Mirla Villadiego Prins “Monitoramento e capacitação em jornalismo científico: a experiência de uma rede ibero-americana” Gilberto Eduardo Gutiérrez “Comunicación y desarrollo. Prácticas comunicativas y empoderamiento local” 192 Signo y Pensamiento 63 · Reseñas | pp 192 - 202 · volumen XXXII · julio - diciembre 2013 Participación política en redes sociales: el caso de los grupos en Facebook© Gladys Lucía Acosta Valencia y Claudia María Maya Franco Medellín: Sello Editorial Universidad de Medellín, 2012, 119 p. isbn: 978-958-8692-82-1 En octubre de 2012, Mark Zuckerberg anunció que Facebook alcanzó los 1.000 millones de usua- rios activos en el mundo. En la mira de políticos, celebridades, medios de comunicación y académi- cos, esta plataforma se ha convertido en uno de los escenarios más importantes para la participación social y política de los ciudadanos, especialmente de los jóvenes. Movilizaciones sociales como Un millón de voces contra las Farc y la denominada Primavera árabe, que condujo a la caída de las dictaduras en Túnez y Egipto, muestran cómo los jóvenes y Facebook desempeñaron un papel decisivo. Es así como el internet en general y las redes sociales en particular se configuran en un nuevo espacio público, en la nueva plaza pública para la participación y socialización de los sujetos en la era del ciberespacio. De hecho, en la reciente publicación Participa- ción política en redes sociales: el caso de los grupos en Facebook, las investigadoras Gladys Lucía Acosta y Claudia María Maya analizan cómo la llegada del internet ha transformado la subjetividad y la intersubjetividad, y plantean desde la teoría del discurso y los conceptos de participación, contrato comunicativo, micropolítica, ideologías e imagina- rios políticos, cómo los jóvenes han configurado nuevos escenarios de participación y movilización a través de los grupos de Facebook. El libro es el resultado de la investigación, Mecanismos discursivos de la participación política en las redes sociales, caso Facebook, financiada por la Universidad de Medellín. En ella, las investigado- ras plantean interrogantes, rutas metodológicas y abordajes novedosos para esa relación entre jóvenes y política a partir del análisis de Facebook como red social. Divido en siete capítulos, el texto aborda y analiza desde la perspectiva del discurso, un cor- pus de 100 grupos de Facebook. A esta muestra, las autoras aplican diferentes clasificaciones para analizar cómo a partir del discurso, la gestión de las emociones y los juegos de poder se gestan nuevas formas de participación política de los jóvenes en una plataforma como Facebook, a través de la creación de grupos. Autores como van Dijk (2006), Kaplan (2004), Bernstein (2005), Rorty (1991), Zemelman (1992, 1998), Chauradeau (2004, 2005, 2011), entre otros, guían los análisis e interpretaciones realizados en esta investigación. En el recorrido por el texto, el capítulo I, “Facebook y el aplicativo grupos”, define qué es la red social y cómo opera; de igual manera, define qué son los grupos y cuáles son las diferentes categorías y subcategorías para su creación. 193 | Reseñas El capítulo II, “La consigna y la movilización de las emociones en la red. Un análisis de los enunciados con los que se denominan los grupos en Facebook”, analiza la relación del enunciado- consigna, la noción de grupo, la ideología y la teoría del discurso de van Dijk (2003), y muestra cómo los grupos de tendencia política “respon- den al formato que exhiben a las funciones que cumplen las consignas políticas” (p. 11). Con el análisis y clasificación de seis grupos del corpus: “A que hay 100.000 personas que odiamos a Piedad Córdoba”, “1.000.000 de colombianos para darle a Chávez el estatus de terrorista”, “No tropas gringas en Colombia”, entre otros, las autoras describen y analizan el enunciado consigna, el acto de habla, la posición dialógica, la posición intertextual (com- promiso) y el acontecimiento que se asocia con la creación del grupo. De esta manera, concluye el capítulo que el ciberespacio se está convirtiendo en “el nuevo espacio público”, y que estos espacios virtuales se configuran en nuevos escenarios para la gestión de emociones y la circulación de imá- genes y enunciados que potencian la sociabilidad y la constitución de subjetividades. El capítulo III, “La ausencia de la metáfora en las redes sociales de carácter virtual”, hace una ref lexión filosófica de la participación en Facebook a partir de los planteamientos teóricos de Richard Rorty sobre la construcción de léxicos particulares y la ironía; y desde Berstein (2005) aborda la polarización y el pensamiento de los opuestos. Lo anterior, con el ánimo de comprender desde la perspectiva de van Dijk cómo en una red social como Facebook los actos del lenguaje hablan de un mundo dividido entre buenos y malos, y responden a la lógica de los opuestos absolutos. El capítulo también concluye cómo las redes sociales virtuales fortalecen la mentalidad de los opuestos y la trivialización de los asuntos de interés público. El capítulo IV, “El contrato comunicativo en las redes sociales: un análisis de los modos de apropiación de los grupos en Facebook”, acerca al lector a un análisis de la red social a partir del concepto de contrato de Charaudeau (2006), especialmente el de contrato global. Las redes sociales en plataforma virtual constitu- yen un nivel global del contrato comunicativo, puesto que éstas —más allá de ser el espacio virtual en el que se configuran vínculos en red— son el dominio en el que se determinan las condiciones generales y abstrac- tas de posibilidad de los modos de comunicación que allí se gestan. (Acosta y Maya, 2012, 47) El capítulo sugiere pensar las redes a partir del contrato global desde donde se gestan contratos particulares e identifica siete modos de apropiación que los usuarios hacen del aplicativo grupos en Facebook: estrategia de la comunicación pública y política, estrategia de la comunicación publicitaria y del mercadeo, estrategia de gestión de la comu- nicación organizacional, estrategia para la gestión de la producción artística, cultural y académica, medio para la construcción de sociabilidades e identidades, escenario de ocio y diversión, y escena- rio de participación social y política: micropolítica. El capítulo V, por su parte, “Estrategias de participación micropolítica: de las variantes a los proyectos individuales”, cuestiona la hipótesis de que los jóvenes son apáticos a la política. En un escenario de análisis guiado por Zemelman y su concepto de micropolítica, las autoras proponen una deconstrucción y resignificación del término de participación política a la luz de estudios sobre juventud, que introducen nuevas categorías y contenidos para la comprensión de la participación de los jóvenes en nuevos escenarios de interacción y construcción simbólica como las redes sociales. También, abordan el análisis desde Chauradeau (2001) y los contratos particulares, para pasar a los proyectos individuales de comunicación en Face- book. Concluye el capítulo que si bien el análisis permite afirmar que las redes sociales comienzan a pensarse como el nuevo espacio público de participación juvenil, en Colombia aún falta un camino importante por recorrer para alcanzar el desarrollo de otras latitudes. El capítulo VI, “Emociones como efectos posi- bles de las estrategias discursivas en el aplicativo grupos en Facebook”, establece desde Chauradeau (2001) un análisis de las emociones en la perspectiva 194 Signo y Pensamiento 63 · Reseñas | pp 192 - 202 · volumen XXXII · julio - diciembre 2013 del discurso y para ello instituye una relación entre consigna y emociones en la red, polarización, contrato comunicativo, modos de apropiación y micropolítica. Así, por medio de algunos ejemplos de grupos de Facebook como “Voto por Mockus porque quiero… a mí no me pagaron”, “Apoyo a mi presidente Uribe con las bases militares en Colombia”, “Razones para no votar por Mockus”, etc., se analizan y ponen en evidencia los efectos emocionales en la micropolítica, en un escenario como las redes sociales, particularmente los grupos en Facebook. Finalmente, el capítulo VII, “Modalidades de participación en el aplicativo grupos”, retoma la noción de contrato y el nivel de la micropolítica para describir y analizar las modalidades de par- ticipación política de los grupos de Facebook. El capítulo hace un recorrido por los autores clave desarrollados en el texto que anuncian el paso de una política de masas a una política de multitu- des. En esta etapa final del libro, a partir de una selección del corpus, las autoras destacan algunos ejemplos de grupos de Facebook sobre movimien- tos ambientalistas y defensores de animales, y los grupos de reconocimiento a la diversidad sexual, para dar cuenta de los modos de apropiación y la participación social y política: micropolítica de los jóvenes en la red social. A partir de un análisis de estos grupos, se describen diferentes modalidades de participación y niveles de compromiso que se aprecian en los grupos de Facebook. Una vez realizado este recorrido por los dife- rentes capítulos del texto la Participación política en redes sociales: el caso de los grupos en Facebook, vale la pena destacar que este libro resulta de gran interés para docentes universitarios, inves- tigadores, estudiantes de pregrado y posgrado, organizaciones políticas y juveniles, ONG y lectores en general, por varias razones. En primer lugar, porque refuta o cuando menos relativiza la supuesta apatía de los jóvenes por lo político; en su lugar reconoce que ellos están participando en un escenario que, dadas sus potencialidades, se está constituyendo en el nuevo espacio público. En segundo lugar, reconoce que, junto con una apropiación que potencia la participación, puede darse otra que, fundamentada en estrategias y mecanismos discursivos, se convierte en escenario para nuevas formas de control y de dominación social. En tercer lugar, el texto logra una carac- terización de las modalidades de participación acorde con las posibilidades y las limitaciones que ofrece la plataforma, y en este sentido, llega a conclusiones que resultan novedosas en términos de acercamientos analíticos a las redes sociales. Verónica Heredia Ruiz Candidata a Magíster de Comunicación de la Universidad de Antioquia, docente de tiempo completo de la Universidad de Medellín, Medellín, Colombia. 195 | Reseñas Codificar/decodificar Prácticas, espacios y temporalidades del audiovisual en internet Juan Carlos Arias, Camilo Cogua, José Alejandro López, Angélica Piedrahita (compiladores) Bogotá: Editorial Pontificia Universidad Javeriana, 2012, 268 p. isbn: 978-958-716-514-2 ¿Qué tienen de novedoso los nuevos medios? Esta es la pregunta que plantea Juan Carlos Arias en la introducción de Codificar/decodificar. Prácticas, espacios y temporalidades del audiovisual en inter- net, a lo que espera que los lectores encuentren diferentes respuestas en esta compilación de doce textos escritos por artistas, académicos e investi- gadores. Todos ellos resultan interesantes para abordar teóricamente lo audiovisual como forma de comunicación y expresión artística mediada por las tecnologías de la era digital, que, casi sin darnos cuenta, han transformado nuestra subje- tividad y formas de relacionarnos en contextos socioculturales. A continuación, una síntesis de cada uno. En el primer artículo, “Territorios y cuerpos”, Ricardo Toledo hace un breve recorrido histórico desde las “sociedades de soberanía”, pasando por las “sociedades disciplinarias” y llegando a las actuales “sociedades de control”, en el que demuestra que en todas las épocas quienes han ostentado el poder siempre han buscado ejercer control sobre los cuerpos y la voluntad de los indi- viduos, moldeando su subjetividad; y que ahora, cuando las tecnologías permiten la extensión del cuerpo en forma mecánica o electrónica hacia nuevos espacios y formas de manejar el tiempo, los individuos tienen dos opciones: ejercer una subjetividad controlada estratégicamente por otros, o construir una subjetividad auténtica, por ejemplo, por medio de la creación artística. En “Videos confesionales: narrativas de sí y exhibición de la intimidad en internet”, Paula Sibi- lia reflexiona sobre un tipo de discurso audiovisual autobiográfico que se ha hecho habitual en internet en los últimos años, se trata de los llamados videos confesionales, en los que sus creadores, personas co- munes, deciden exponer periódicamente secretos de su vida privada, considerados hasta hace poco exclusivos de los confesionarios y divanes de sacerdotes y psicólogos. Para la autora, este tipo de prácticas de producción y consumo audiovisual muestran las mutaciones que se están dando en las formas de construir subjetividad y de socializar que se producen en un espacio como internet, en el que parece tener mucha importancia hacerse notar para lograr popularidad, medida en la can- tidad de visitantes que puede tener un video, de seguidores o suscriptores que puede llegar a tener su creador en Twitter o en YouTube, o la cantidad de comentarios, de videorrespuestas o parodias que pueda generar. 196 Signo y Pensamiento 63 · Reseñas | pp 192 - 202 · volumen XXXII · julio - diciembre 2013 En el tercer ensayo, “El video de la decapi- tación de Nicholas Berg: localización de modos de autoría distributiva en la era del terrorismo en línea”, Claudia Salamanca parte del caso del video que muestra el asesinato de un contratista norteamericano secuestrado por un grupo de militantes islamistas en Iraq en 2004, el cual fue difundido masivamente en diversos sitios de inter- net, para analizar la utilización de la imagen como arma, como instrumento terrorista, y argumentar por qué las responsabilidades por la circulación de contenidos de este tipo no deberían recaer solo en sus autores, sino, también, en todos aquellos que los difunden y contribuyen a expandir el terror que los primeros desean causar. Sin embargo, no se trata únicamente de buscar y encontrar culpables, sino de generar crítica sobre las interacciones y prácticas de los usuarios, para fomentar un uso responsable de las tecnologías. En “Lo digital interpela a lo jurídico: el caso cinematográfico”, Juan David Cárdenas muestra cómo el avance acelerado de la tecnología hace necesarias modificaciones en las leyes que buscan proteger los derechos de autor de quienes se dedi- can a crear obras artísticas, ya que las que existen actualmente resultan anacrónicas, partiendo del hecho de que los usos y apropiaciones que hacen de una obra quienes tienen acceso a ella mediante una plataforma tecnológica digital modifican el concepto que se tiene de autor. Si antes un autor era considerado un genio, un iluminado, cuyas obras eran solo para admirar; ahora, en la época de las creaciones colaborativas, la brecha que antes existía entre un autor y sus seguidores se hace minúscula, gracias a las facilidades para acceder a las obras del primero para verlas, pero también para usarlas de múltiples maneras: hacer remezclas, montajes o nuevas versiones en forma de homenaje o parodia, entre muchas otras. Aunque el autor enfatiza en las creaciones cinematográficas, es un texto que puede aplicarse a cualquier tipo de creación artística que pueda encontrarse en formato digital. En “Mutaciones del autor y del espectador en medio de la transformación de las tecnologías audiovisuales”, Mauricio Durán hace un recorrido desde los albores del cine hasta los múltiples usos del video en la era de internet para mostrar las transformaciones que han tenido los conceptos de autor, espectador y narrador por causa de la mediación de las tecnologías y la diversidad de contextos, las cuales han permitido el acercamiento y la interacción entre creadores de productos audio- visuales y espectadores, estos últimos llamados ahora usuarios, y han modificado las formas de narrar la ficción y la realidad. Los dos siguientes artículos exploran la relación entre ciencia y arte, entre la teoría de la relatividad de Albert Einstein y las nuevas formas de expresión artística, como el video interactivo en red o las instalaciones. En “Transformacio- nes del concepto de espacio/tiempo en las redes telemáticas: un territorio no lineal en el video en internet. Entre la ciencia y el arte electrónico”, Iliana Hernández toma algunos trabajos de los artistas Eduardo Kac e Iván Marino para ana- lizar cómo las modificaciones en las experiencias de los interactores y en los instrumentos científicos y tecnológicos han transformado los conceptos de espacio y tiempo en las creaciones audiovisuales. En “Obras con interfaces tecnológicas con edición en tiempo real y señales eléctricas”, José Alejandro López analiza algunas obras de este tipo para determinar cómo se relacionan los elementos que las componen, logrando darles sentido a los montajes. En el octavo texto, “Prácticas del ensamblaje y montaje en internet: la singularidad de las apro- piaciones artísticas”, Juan Carlos Arias muestra cómo se dan múltiples dinámicas de apropiación del arte en la “red de redes”, gracias al carácter manipulable de los códigos binarios, que permite relacionar y fusionar elementos heterogéneos, dar libre acceso a datos e información y crear nuevas formas de visualización. En “TV. La gran superficie. El video como resistencia”, Andrés García La Rota hace un interesante recorrido por la historia de la televisión desde sus orígenes hasta la actualidad, para mos- trar cómo llegó a convertirse en un instrumento de dominación de masas, y cómo artistas de diferentes 197 | Reseñas países, entre ellos Corea y Brasil, la han utilizado como medio para resistirse a esa dominación. El décimo texto, “YouTube como medio aurático”, de Sergio Roncallo, es un análisis del popular portal de videos en dos sentidos: como medio a partir de la conocida y cuestionada sentencia de Marshall McLuhan “el medio es el mensaje”, en la que medio no alude únicamente al objeto técnico, sino a todo lo que está a su alre- dedor —por ejemplo, las nuevas posibilidades de conocer, acercarse e interpretar la realidad que trae consigo una plataforma como YouTube—, y cómo a partir de este medio puede reconfigurarse el concepto de “aura” de Walter Benjamin. ¿Qué puede tener YouTube de aurático?, si la mayoría de contenidos que allí se encuentran no tienen una intención artística, ¿será su viralidad? o ¿la capacidad de producir algún tipo de sentimiento en los usuarios? Son interrogantes que trata de despejar el autor y que llevan al lector a pensar en las posibilidades del arte audiovisual en el amplio universo de internet. En “No hay espacio: significado y corporali- zación en entornos mediados”, Michael Schandorf habla sobre lo complejo que resulta analizar la significación en entornos de comunicación mediados por tecnologías en las que existen espa- cios virtuales, y argumenta que para enfrentar y superar tal complejidad es necesario retomar como ejes de la significación el cuerpo y la mente humanas en sus formas físicas. Posteriormente, el autor demuestra, con base en la neurociencia y las ciencias cognitivas, las conexiones que existen entre la comunicación física, la textual y la digital, y lo inseparables que resultan el pensamiento de la acción, lo estético de lo instrumental, lo individual de lo social y lo virtual de lo real. Finalmente, en “¿Yo no sé a qué me parezco? Ensayo sobre lo animal en I do not know what it is I’m like de Bill Viola”, Andrés Jurado explora la presencia de lo animal en el arte actual a partir de los cinco capítulos de una obra del artista audiovisual norteamericano dada a conocer en 1986. A través de un análisis de gestos e imágenes específicos, el autor propone el video como un medio para representar de múltiples maneras el cuerpo y la percepción humanos. De esta forma termina Codificar/decodificar. Prácticas, espacios y temporalidades del audiovisual en internet, un libro que sin duda contribuye a la construcción de un marco conceptual sobre la expresión artística y la comunicación audiovisual en los nuevos medios, que, tratando de responder subjetivamente la pregunta inicial, no resultan ser novedosos por la mediación de lo tecnológico, sino por las infinitas posibilidades que nos ofrecen para hacer cosas creativas con ellos. Gloria Esperanza Navarro Sánchez Licenciada en Educación Básica de la Universidad El Bosque, candidata a magíster en Comunicación Digital de la Universidad Pontificia Bolivariana, Medellín, Colombia 198 Signo y Pensamiento 63 · Reseñas | pp 192 - 202 · volumen XXXII · julio - diciembre 2013 Monitoramento e capacitão em jornalismo científico: a experiência de uma rede ibero-americana Luisa Massarani y Marina Ramalho (org.) Río de Janeiro: Museu da Vida/Casa de Oswaldo Cruz /Fiocruz; Centro Internacional de Estudios Superiores de Comunicación para América Latina (Ciespal), 2012, 108 p. http : //www.museudavida.f iocruz.br/media / monitoramento-e-capacitacao-em-jc.pdf isbn: 978-85-85239-81-7 Hasta hace realmente muy poco tiempo, hablar de divulgación de la ciencia tenía el sello propio del periodismo científico, reducido a la tarea de hacer difusión del avance de la ciencia y la tecnología. No obstante, desde mediados de los años ochenta del siglo pasado, tímidamente las cosas empezaron a cambiar, pues se comenzó a entender que la misión de la comunicación de la ciencia no es exclusiva- mente un asunto de satisfacer la mera curiosidad de ciertos públicos frente a las innovaciones en estos campos, sino que este tipo de comunicación puede contribuir al acceso y al disfrute de una más amplia gama de destinatarios; en otras palabras, la preocupación de la comunicación de la ciencia ya no es solo sorprender al público con las innovaciones, sino democratizar la comprensión, el acceso y la apropiación cotidiana de la ciencia y la tecnología. No obstante, de manera sorprendente, lo que revela un reciente estudio, de investigadores asociados a la Red Iberoamericana de Monitoreo y Capacitación en Periodismo Científico, en una publicación electrónica que han llamado Moni- toramento e capacitação em jornalismo científico: a experiência de uma rede ibero-americana, es que el periodismo científico que se difunde en buena parte de la televisión de Iberoamérica continúa apegado a los viejos esquemas, en los que muchas temáticas siguen siendo trabajadas bajo enfoques políticos y económicos, mientras que el enfoque de la comunicación de la ciencia es marginal, como bien lo demuestran los autores de esta publicación cuando llaman la atención sobre el tipo de fuente consultada por los periodistas. No es extraño, entonces, que en la informa- ción sobre temas como el de las inundaciones provocadas por las lluvias en Colombia o el de la llamada “primera pandemia del siglo XXI, la gripa A1, H1N1” en países como Brasil y Ecuador, las fuentes principales consultadas fue- ran funcionarios de los gobiernos o las víctimas de estas situaciones, pasando a un segundo plano los investigadores, las instituciones especiali- zadas en la producción de un conocimiento en estas materias. Vale la pena anotar, sin embargo, que los análisis de esta investigación sobre el periodismo científico en Iberoamérica no se quedan en este tipo de cuestiones fácilmente observables en el seguimiento a los noticieros de televisión, sino que trascienden a un plano mucho más profundo, gra- 199 | Reseñas cias al desarrollo de un protocolo para el monitoreo de la información científica en televisión. Dicho protocolo no solo aporta al investigador una ruta o un camino por seguir en la tarea de examinar el contenido de noticieros de televisión, sino, también, un riguroso instrumento que indaga el tema de la información científica sobre las siguientes dimensiones: 1. características generales, 2. relevancia, 3. temáticas, 4. narrativas, 5. tratamiento, 6. autores y 7. localización. Desde esta perspectiva, resulta muy inte- resante que la dimensión de las narrativas sea estudiada desde el punto de vista de la teoría del framing o del encuadre, y que esto permita a los investigadores indagar más hondamente sobre el tipo de información científica que están pro- duciendo los noticieros de televisión en la región. Una segunda anotación que debe hacerse sobre esta publicación, que resulta de un arduo trabajo en distintos países de Iberoamérica, es que no solo resulta de la aplicación del análisis de contenido en una perspectiva exclusivamente cuantitativa, sino que, como se pone en evidencia, se conjuga el análisis cuantitativo con el análisis cualitativo, pero además, se conjuga el análisis de los textos periodísticos con el análisis de los contextos para hacer más comprensibles los problemas de la producción de sentido de los públicos receptores. De ahí que el aporte de esta publicación no esté solo en los resultados que presenta, sino en un conjunto de herramientas que propone para la recolección y el análisis de la información cien- tífica, tanto de los noticieros de televisión como la que revelaban los destinatarios de esta información al ser cuestionados sobre la relación que mantenían con las noticias científicas y tecnológicas, mediante el desarrollo de protocolos para investigar grupos focales o hacer etnografías de audiencias. En esta perspectiva, la publicación mantiene una preocupación por lo metodológico que se pone de presente en cada uno de los artículos que compila, sobre estudios realizados en Brasil, Colombia, México y Ecuador, para indagar al detalle sobre el cubrimiento periodístico de asuntos como medicina y salud, medio ambiente y cambio climático, y “la primera pandemia del siglo XXI”. Mirla Villadiego Prins Magíster en Comunicación de la Pontificia Universidad Javeriana y profesora asistente del Departamento de Comunicación de la misma universidad, Bogotá, Colombia 200 Signo y Pensamiento 63 · Reseñas | pp 192 - 202 · volumen XXXII · julio - diciembre 2013 Comunicación y desarrollo Prácticas comunicativas y empoderamiento local Marcelo Martínez Hermida y Francisco Sierra Caballero (Coords.) Comunicación, serie Comunicología Latina Barcelona: Gedisa, 2012, 429 p. isbn: 978-84-9784-691-2 La serie ‘Comunicología Latina’, de Gedisa, sigue haciendo el ejercicio de sostener la dinámica del debate sobre el pensamiento en comunicación en habla hispana. Ante la débil oferta de otras editoria- les, excepción hecha de la bien reconocida Crujía, la serie a la que pertenece el libro Comunicación y desarrollo está aportando para el trazado presente de las coordenadas del debate en comunicación. El título obvio, pero abarcador, y el subtítulo que engancha el texto a las dinámicas del presente constituyen una buena propuesta y ante todo un ejercicio serio de un grupo de trabajo académico, la Red Europa América Latina de Comunicación y Desarrollo (REAL_CODE), y de los editores, al comprender lo que viene logrando en esta iniciativa. La cooperación, que en este caso se plantea con un diálogo con mayores simetrías que las usuales entre Europa y América, apela implícitamente a un diálogo entre sures globales en una lógica sur-sur, donde las dinámicas de protesta y movilización social, así como las movili- zaciones comunicativas de identidades políticas en explosión desde el sur político de Europa, dialoga con la experiencia del sur latino en su diversidad y acumulado para enfrentar las crisis y construir aquello a lo que, por cierto desgaste terminológico, se ha dejado de llamar alternativo. Si algo pone de presente el libro Comunicación y desarrollo es lo que significa el pensamiento latinoamericano hoy, y su capacidad de acción en unas nuevas dinámicas contrahegemónicas y en el escenario de las crisis de la Europa latina. Por esto, cabe resaltar algunos factores clave del conjunto del libro para poder entrar luego en el detalle, dando foco a las secciones. Un factor que se debe resaltar lo constituye, a mi manera de ver, que la estructura del texto se corresponde con lo que podríamos pensar como marcas de la naturaleza del saber propio del pensamiento latinoamericano en comunicación. ¿A qué me refiero con eso? El libro aborda los fundamentos del debate sobre comunicación y desarrollo en la perspectiva del diálogo entre la reflexión y la experiencia, tal como se ha hecho en este ámbito desde hace años en el sur latino. En este diálogo cabe, y ese es un segundo factor, la polifonía que produce tanto el encuentro entre los debates más conceptuales y los relatos más cerca- nos a la acción, así como la pluralidad de las formas narrativas, donde participa desde el moldeado y ajustado artículo académico hasta las movilidades del ensayo y del debate reflexivo. Esto quiere decir que el texto no olvida que más allá de los esquemas 201 | Reseñas de los estándares académicos de la indexación hay otras formas de decir y de saber que eligen formas discursivas como el ensayo o el relato. Es en este lugar donde se puede resaltar el ter- cer factor, constituido por el aporte para enfrentar lo que podemos llamar, en términos de Boaventura de Soussa, el desperdicio de la experiencia, como lo hace desde la lógica de sus diálogos y sus apuestas de saber REAL_CODE: unir saberes diversos, traerlos al diálogo, contraponerlos, dejarlos enun- ciados. Todo esto se recoge en un cuarto factor que aunque ha sido señalado implícitamente en este comentario, no sobra recordar, y es el carácter profundamente dialógico (en el más freireano de los sentidos) de la apuesta del libro. Comunicación y desarrollo hace un orde- namiento de su debate en tres momentos que estructuran el libro. Por un lado, un momento epistemológico en la primera parte (“Repensar las mediaciones. Nuevas fronteras de conocimiento”), que, de manera incisiva, toca el debate sobre lo que significa desarrollo (cambio) y junto con eso se hace en el fondo una pregunta clave: ¿qué sabe- mos y qué hacemos con lo que sabemos desde la experiencia en torno al desarrollo y el cambio en comunicación? Esta pregunta y esta sección ref lejan esa potencia, por un lado hacen un esfuerzo genealó- gico interesante, sin que se quede en la constata- ción de lo que hay (Gumucio), sino que se mueve a hallar lugares desde dónde pensar lo que se ha hecho. Por ejemplo, Carlos del Valle en su artículo propone algo interesante, no solo saber qué se ha hecho en comunicación y desarrollo, sino quiénes y desde qué lugares, instituciones y agencias, y nos deja el sabor de la duda por las intencionalidades que subyacen a las instituciones que han colabo- rado en la trayectoria de la formación del campo de estudios en comunicación y desarrollo. Así, también lo vemos en Tomas Tuftte, quien señala preguntas clave y requerimientos: “revisar nuestras nociones de desarrollo, nuestras percep- ciones y usos de los medios y la comunicación y reconsiderar las posibilidades y limitaciones de las estrategias de nuestro camino hacia el cambio social” (p. 99). Creo que ahí hay una parte clave de cómo hacer esa genealogía que, más allá de la mirada celebratoria, permita una mirada crítica y sobre todo volcada a los reclamos del presente en diálogo con la variedad de la ecología comunica- tiva y sus dinámicas. Cierro este primer punto de la dimensión epistemológica señalando los muy potentes —y debería decir incisivos— trabajos de Gustavo Cimadevilla y Cesar Bolaño, los dos en diálogo con la raíz profunda de lo que significa pensar desa- rrollo y cambio en América Latina. Por ejemplo, el texto de Cimadevilla nos propone los términos de dilemas y certemas como dos expresiones muy interesantes para nombrar un campo inestable como el de la comunicación y el desarrollo. Se reconoce en estos dos autores traer al debate comu- nicativo el diálogo con Celso Furtado y el diálogo de Cimadevilla con el trabajo de Kusch acerca de la América profunda. Es decir, con otros ámbitos de la reflexión sobre lo social que se ponen en juego en el proceso de interlocutar con las concepciones de desarrollo y cambio que vienen de la antropología, la economía, la sociología etc. El debate metodológico corresponde a la segunda sección (“Metodologías y estrategias de intervención”), el cual creo que recoge algo muy importante en tanto se piensan en un solo bloque las metodologías y la intervención, esto es también un compromiso con ese pensar del que he venido hablando: se proponen abordajes metodológicos y de intervención no objetivantes, ni interpretativos, sino fuertemente comprensivos y orientados a la acción. En este sentido, ofrecen entradas posibles de esa búsqueda, como es el caso del análisis de redes y su diferenciación en la relación entre comunidades políticas y redes temáticas que proponen Daniela Favaro y Francisco Sierra, o la categoría y modo de acción que enriquece el concepto de género al verlo como modo de comunicar y como abordaje a la agenda pública en el trabajo de Lucía Benítez. Igualmente, otra entrada la ofrece la propuesta de abordar las comisiones fílmicas como modelo de gestión en la compleja relación entre imagen y ciudad, un 202 Signo y Pensamiento 63 · Reseñas | pp 192 - 202 · volumen XXXII · julio - diciembre 2013 fuerte componente que busca mover a la acción en el enfoque de Martínez Hermida. Pero lo que en síntesis quiero decir no se trata de fórmulas, sino de acciones, de procesos en los que complejamente los modos de actuar y las maneras de intervenir se articulan y en los que queda un acumulado importante sobre las metodologías volcadas a la acción y no solo a la comprensión, que, creo, es uno de los tópicos sugestivos del libro. Y sobre todo quitarse el temor y el prejuicio del uso de términos como intervención, que siempre despiertan sospechas, pero que se pueden ver en su versión más reflexiva al traerlos al centro de la discusión. Finalmente, el libro se cierra con el lugar del saber en el hacer (“Buenas prácticas”). Esta última sección ofrece elementos contundentes, pues desde la pluralidad narrativa logra recoger relatos divergentes, diversos, no académicos o, si se quiere, que se desmarcan de lo académico formal y buscan en la subjetivación, en el señalamiento de las fronteras e incluso en sus expresiones de compromiso o sorpresa, matices propios del modo de pensar que Eduardo Galeano llamó senti- pensante, constitutivos del decir, la experiencia propia del pensamiento que podemos llamar latinoamericano; igualmente, son relatos que dan cuenta de lo que se llamaría una diversidad de ecologías comunicativas en las que trabajamos y en las cuales se pueden desarrollar procesos de diálogo, al tiempo que se apuesta por la mirada y la acción críticas y transformadoras propias de este pensamiento en comunicación en la gama de trabajos que van desde los ensayos de Amparo Cadavid y Eliana Herrera, hasta las reflexiones sobre el 15-M de Alejandro Barranquero. Todos ellos entrañan en su capacidad de divergencia y de alternatividad una potencia de la utopía o tal vez de la heteropía. Esto a su vez da cuenta de lo que yo llamaría una diversidad de ecologías comunicativas en las que trabajamos y en las cuales desarrollamos procesos de diálogo, al tiempo que apuesta por lo que llamaríamos ese toque necesariamente crítico y transformador del pensamiento latinoamericano en comunicación; esa gama que va desde los trabajos de las compañeras hasta las reflexiones sobre el 15 M de Alejandro Barranquero; que a la vez entrañan en su capacidad de divergencia y de alternatividad una capacidad de utopía o tal vez de heteropía. Gilberto Eduardo Gutiérrez Magíster en Comunicación de la Pontificia Universidad Javeriana Profesor asistente del Departamento de Comunicación de la misma universidad, Bogotá, Colombia